Opinión | EL PATALEO

Vergüenza arbitral

El colegiado extremeño, Gil Manzano, dejó culminar al Real Madrid la última jugada del partido de este sábado ante el Valencia para después anular el tanto

Valencia - Real Madrid.

Valencia - Real Madrid. / EFE

¿Qué quiso hacer Gil Manzano? ¿Por qué señaló el final justo después del centro de Brahim? ¿Por qué no esperó al remate de Bellingham y, por tanto, que acabase la jugada? ¿Por qué no pitó en el rechace de Mamardashvili? ¿Por qué cometió un error tan grave, tan escandaloso y tan visible?. Ah, otra pregunta: ¿por qué tanta prisa en señalar el final del partido si con el falso penalti a Hugo Duro se tardó casi dos minutos con la revisión del VAR?. Fueron unos segundos, apenas cinco o seis, desde el despeje del portero del Valencia hasta el gol de Bellingham que daba la victoria al Real Madrid en Mestalla. Segundos que, a buen seguro, nunca olvidará Gil Manzano. Completó su desastre expulsando al inglés por protestar justo el día que volvía de su lesión. Más perjuicio para el Madrid, que ha recurrido la roja. El error del final fue grave, muy grave. Tanto que deja en un pésimo lugar al fútbol español a nivel mundial, ya manchado por el caso Negreira, y con un colectivo arbitral puesto en duda permanentemente por sus continuos despropósitos.

Medidas urgentes

El Presidente de la gestora de la Federación, Pedro Rocha, debe actuar de manera inmediata, sin dilación, sin demora. El prestigio de nuestro fútbol se diluye de manera imparable. No puede permitir que seamos la vergüenza de Europa, que nuestra Liga sea noticia en la prensa de todos lados por los escándalos. No puede consentir que un campeonato al que puede llegar el mejor futbolista del mundo tenga este nivel de arbitraje. Para colmo, hablamos de un colectivo poco acostumbrado a la autocrítica y que vive de buscar enemigos externos cuando el problema lo tiene en casa. El jefe, Medina Cantalejo, sigue ahí intentando blindar a los suyos. Pero ya está bien. Después de lo del sábado en Mestalla toca dar la cara. Que Medina diga qué pasó, que hable Gil Manzano, que pidan disculpas. Si la respuesta es el silencio y pasar página a ver si la gente se olvida de lo ocurrido, aumentarán las dudas sobre nuestros árbitros. Los vídeos de Real Madrid Televisión están siendo muy criticados, pero cosas como la de Gil Manzano le dan la razón. A los vídeos y a las quejas cada vez más intensas del madridismo. El hartazgo es total.