Venden alimentos y bebidas en el mercadillo de Plasencia, que recupera clientes

Se van a cumplir dos meses desde que los ambulantes del mercadillo de ropa y complementos de Plasencia regresaron desde el recinto ferial a la avenida de la Hispanidad y el parque de La Coronación y ya son visibles algunas novedades.

Al menos esta semana y la anterior, en el aparcamiento del parque se ha instalado un puesto de venta de frutas y también este martes se vendían ajos en la avenida de La Hispanidad. 

Además, en ambas zonas había venta de bebidas, en un caso almacenadas en una nevera y, en otro, en un cubo con hielo.

Mientras se echa en falta el control de la Policía Local, Antonio Montaño, uno de los portavoces de los ambulantes, ha señalado que la venta de bebidas es únicamente para ellos, no para el público, mientras que reconoce que la de alimentación está «prohibida» en el mercadillo.

Lo que sí está controlando la policía es el acceso con las furgonetas al aparcamiento de la Coronación porque, según Montaño, deben tenerlas fuera a las nueve de la mañana, pero hace varias semanas, les pusieron varias multas por tenerlas aún en el parque «a las nueve y tres minutos o a las nueve y cinco» y otro día que llovía y entraron a media mañana para recoger el género, «nos multaron a los 33 de abajo porque, según nos dijeron, teníamos que pedir permiso para entrar».

Quieren reunirse con la nueva concejala

Montaño también ha pedido en nombre de los ambulantes al ayuntamiento que se abran los baños del parque -lo que también ha reclamado la asociación de vecinos -porque «tenemos que entrar en los bares y, si entramos, tenemos que consumir» y además, tiene intención de solicitar una reunión con la nueva concejala que se ha hecho cargo del mercadillo, Ana Gallego, para solicitar una exención de las tasas pagadas con motivo de la pandemia o una compensación.

«A los bares les perdonaron las tasas y a nosotros nos han cobrado. Queremos que, a los que no han pagado, les eximan y los que hemos pagado, tengamos una compensación porque mi mujer ha tenido que pagar intereses de demora».

Mientras, subraya que la clientela ha vuelto al mercadillo, aunque aún va menos a los puestos del parque porque «no saben que estamos aquí, la gente está aún un poco perdida».

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