Máxima precaución: Si ves esto al abrir un paquete de pasta, tíralo rápido a la basura

La pasta es una de las comidas favoritas de millones de personas. Se consume en todo el mundo, desde la clásica pasta italiana, como espaguetis y macarrones, hasta las variantes asiáticas como los fideos ramen y udon. Es un alimento que se disfruta a nivel mundial y se puede cocinar de diversas maneras.

Y es que, la pasta puede dar mucho de sí, ya que el periodo de caducidad es bastante amplio. Sin embargo, como cualquier alimento, puede estropearse. Y en esos casos, si la persona la consume, puede llegar a tener graves problemas de salud.

Afortunadamente, hay varias señales visuales que pueden indicar si la pasta está mala, lo que te permite identificarla a simple vista y evitar su consumo. Hay que tener en cuenta los siguientes seis aspectos:

Cambio de color: Lo normal es que la pasta tenga un color amarillo claro o beige, mientras que la pasta seca suele ser de color amarillo o dorado. Si notas que está con un color inusualmente oscuro o descolorido, es posible que esté en mal estado. Por ejemplo, si la pasta fresca se vuelve de un color verdoso o grisáceo, es una señal de que podría estar mala.

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Moho: El moho es un hongo que crece en los alimentos cuando se ponen malos y no se debería consumir de ningún modo. Suele tener una apariencia peluda, blanca, verde, negra o de otro color. Si ves manchas de moho en la pasta, significa que se está descomponiendo y hay que tirarla rápidamente a la basura. El moho puede producir toxinas que son perjudiciales para la salud y consumir pasta con moho puede causar problemas gastrointestinales y otros síntomas.

Mal olor: La pasta fresca no suele tener olor fuerte, mientras que la pasta seca puede tener un aroma suave y característico a trigo. Por ello, si notas que tiene un olor rancio, agrio, fermentado o desagradable en general, es una señal de que podría estar en mal estado (contener bacterias).

Bichos: A veces, los insectos pueden infectar la pasta. Si ves pequeños insectos, como gorgojos, polillas o larvas, en el paquete de pasta, es un signo claro de que la pasta está contaminada y no debe consumirse.

Textura extraña: Si notas que la pasta tiene una textura pegajosa, viscosa o demasiado blanda, podría ser un signo de que está en mal estado (puede contener bacterias).