AL frente está Manuel Arroyo que cada día cocina diferentes aperitivos para sorprender a sus fieles clientes

El Edén, un bar que se ajusta al bolsillo de Cáceres

Un local de toda la vida donde el tercio de cerveza cuesta 1,70 euros en tiempos de inflación. Son reyes de los filetes rusos

Manolo Arroyo, dueño del bar El Edén, posa para este periódico en la barra.

Manolo Arroyo, dueño del bar El Edén, posa para este periódico en la barra. / LORENZO CORDERO

Haciendo honor a su nombre, El Edén (ubicado en la calle Calatayud, muy cerca de la plaza de toros) ofrece una amplia carta de raciones de pescaditos fritos y carnes a muy buen precio. Las porciones se sirven sin racaneo. Además, tiene uno de los tercios de cerveza más baratos de Cáceres, ya que tan solo cuesta 1,70 euros, acompañado de un pincho gratis que es costumbre y religión. Un conocido lugar de encuentro para vecinos. Un bar sin complicaciones, tradicional y de barrio. Siempre está lleno y eso sólo puede significar una cosa. Allí se come bien. Carta sencilla pero suficiente. Al frente está Manuel Arroyo (más conocido como Manolo) que cada día cocina diferentes aperitivos para sorprender los estómagos de su fiel clientela.

«Con la primera consumición damos un pinchino gratis. Y con la segunda. Y con la tercera. No tienen ni que pedirla, que nosotros se la ponemos automáticamente», señala a El Periódico Extremadura con una sonrisa el hostelero. «¡Y siempre distintas! Aquí tomas tres tercios y has comido», asegura Manolo. Boquerones fritos, tortilla de patatas, calamares (un rebozado que quita el hipo), rejos, filetes rusos (es el que má se pide), pechuga de pollo empanada, albóndigas, croquetas, huevos fritos con jamón o bacon... son habituales en su cocina o en su barra. Bocados calientes y fríos. «¿De tapita qué le apetece?», pregunta a cada uno de los parroquianos mientras les sirve unos vinos.

20 céntimos por tercio. Es lo que ha tenido que subir para hacer frente a la inflación que acecha al sector. «Más que nada, porque nos lo han subido todo. Nos hemos visto obligados. Precios muy asequibles para los clientes. No podemos subir mucho las cosas porque los sueldos de la gente no han variado. Aunque la verdad es que estamos soportando una subida de nuestras materias primas muy importante y lo estamos llevando mal», resalta Manolo. También hay ricos bocadillos.

Ahora cuenta con tres trabajadores que atienden de manera rápida y atenta las mesas del local y la terraza, que casi siempre se encuentran hasta arriba los fines de semana en este establecimiento que se ajusta a los bolsillos de los cacereños

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