josé Luis Vadillo y Manolo Tejada, tras la barra del establecimiento hostelero

El Santa Marta, 35 años de cañas y tapas en Cáceres

El reconocido bar de la barriada del Perú es famoso también por su porra de fútbol

José Luis y Manolo posan en el bar más tradicional del Perú.

José Luis y Manolo posan en el bar más tradicional del Perú. / CarlaGraw

Todos lo conocen en el barrio del Perú y lo quieren. El Bar Santa Marta es mucho bar. José Luis Vadillo y Manuel Tejada, más conocido como Manolo, llevan 35 años detrás de la barra, un establecimiento emblemático de la hostelería de Cáceres que es punto de encuentro de mayores y jóvenes. La cercanía con el Instituto Ágora y el hecho de que sus profesores y alumnos recalen a menudo a sus mesas, hace que el local se haya convertido en una extensión más del centro educativo. No es de extrañar que dentro de poco alguna promoción de estudiantes de FP quiera incluir en la orla a esta dupla de camareros. 

Ambos reciben a El Periódico Extremadura con el negocio a rebosar en esta mañana de diciembre. Ellos son catedráticos de la vida, licenciados del buen humor y aprueban todos los días con sobresaliente la asignatura de amabilidad con las personas. «Tenemos nuestro carisma. Les decimos cosas a los chavales. Los animamos. Nos sentimos satisfechos de nuestro trabajo, aunque a veces este oficio exige sacrificio», responden.

El tiempo no pasa por El Santa Marta. Un lugar donde nuestros padres y abuelos disfrutaron de la buena comida y buena bebida. Un espacio en el que los desayunos no pasan inadvertidos. Las tostadas son de gran tamaño y con productos autóctonos de calidad, inyectadas con aceite de oliva, lo que le da una textura crujiente y esponjosa. Además, José Luis y Manolo han dado con la fórmula para mantener a su fiel clientela la mar de contenta, ofrecer tapas gratis con cada consumición. Y no cualquier tapa. No. Tapas de las de verdad. De las que sólo con verlas, ya se nos hace la boca agua. En sus rebosantes bandejas no faltan la prueba de cerdo, morros, orejas, morcillas, panceta, patatas bravas, boquerones fritos... «Sólo damos a los clientes lo que nos gustaría que nos dieran a nosotros», explican los propietarios.

Porra de fútbol.

Porra de fútbol. / CarlaGraw

En este local se sienten los colores rojiblancos y tienen una porra de fútbol con buen bote (alrededor de 60 apostantes). Sus paredes atesoran una camiseta firmada por los jugadores del Atlético de Madrid. «Es que somos muy atléticos», concluyen entre risas de orgullo por su equipo del alma.