este mozo de espada cacereño va a comenzar de tercera ayuda con el maestro antonio ferrera

A bombo y con arte por la vida desde Cáceres

Ángel Amado comparte gran pasión por la percusión y por el mundo de la tauromaquia

Ángel Amado, posa con su bombo en la plaza Mayor, en Cáceres.

Ángel Amado, posa con su bombo en la plaza Mayor, en Cáceres. / Sergio Vela

La vida es ritmo, el ritmo es vida. Y en el caso de Ángel Amado (Cáceres, 1975) tiene todo el sentido del mundo. Vive al son de su bombo, y con la música en el cuerpo, le sobra energía para ser mozo de espadas. «Llevo tocándolo más de 15 años y siento devoción por la Semana Santa. Soy miembro de la Cofradía del Cristo del Humilladero y pronto haré casi una década con ellos, son parte de la familia. Ya apuntaba manera desde pequeñito, con un cubo y dos palos. Aunque no me adentré en este mundillo hasta pasado un tiempo. La percusión me gusta. Hay que estar muy atento, porque debes ser muy exacto, sobre todo en los principios y en el final. Solo es cuestión de practicar, nada más. Mi maestro fue Ángel García», explica Amado.

La mirada de este cacereño habla sola mientras toca el bombo en la plaza Mayor. «Yo ando con el bombo para divertirme. Tocarlo es una terapia bastante importante. Pocos momentos hay en el mundo tan emocionantes como salir en procesión por la parte antigua. Tambores y bombos son los protagonistas. Un sonido inconfundible...», destaca con una amplia sonrisa.

Antonio Ferrera es sacado a hombros por Ángel Amado en Talayuela.

Antonio Ferrera es sacado a hombros por Ángel Amado en Talayuela. / Faby

Además, es un gran aficionado desde siempre a los toros; antes de aprender a tocar el bombo ya era mozo de espadas. «Es un oficio muy bonito y sacrificado en el que conoces al torero y a la persona, con quien compartes inquietudes, problemas, alegrías... Al pasar tantas horas juntos, llegas a un conocimiento tan mutuo que con un simple gesto sabes lo que tienes que hacer o lo que pasa. Es más una relación personal que profesional. Estuve trabajando con el rejoneador Mario Pérez Langa y ahora voy a empezar con Antonio Ferrera de tercera ayuda. Siento una felicidad inmensa por esta oportunidad», indica.

Se muestra cómodo y natural cuando posa para este diario, donde lanza al vuelo el capote con suma delicadeza. ¿Después de Antonio Ferrera, a qué toreros admira? «Admiro a muchos. Sin embargo, un torero que siempre me ha impresionado es Emilio de Justo, porque es como una obra de arte. Pero claro todo el mundo merece un respeto porque cada torero tiene su sitio. Morante es una figura. También me gusta Jairo Miguel», concluye Ángel Amado ya con la mirada puesta en su reto junto al maestro Ferrera.

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