el blog del cronista

2023

2023 ha sido fructífero en lo relativo a seguir aportando testimonios de nuestra historia

Logotipo del centenario de El Periodico Extremadura, en el foro de los Balbos de Cáceres.

Logotipo del centenario de El Periodico Extremadura, en el foro de los Balbos de Cáceres. / LORENZO CORDERO

Fernando Jiménez Berrocal

Fernando Jiménez Berrocal

Pasados los doce meses de rigor, el presente año se bate en retirada. Toca renovar calendario, llenarlo de fechas concretas y afrontar nuevos desafíos. Se marcha un año diferente, repleto de sorpresas y también de previsiones. Un año de celebraciones locales, como el centenario del periódico en el que se publican las presentes crónicas desde hace una docena de años o el medio siglo de la Universidad de Extremadura, nuestra universidad, la que nos ofreció la posibilidad de formarnos sin salir de nuestra región. También ha sido un año de conflictos internacionales como las guerras crueles, como todas las guerras, que siguen asolando demasiados puntos del planeta. Lo próximo y lo distante. Todo nos afecta como humanos. 

2023, el año en el que hemos circulado desde el metaverso a la inteligencia artificial. Desde el protagonismo mediático del fútbol femenino hasta al terremoto que ha arrasado aldeas enteras del Atlas magrebí. El año de la despedida para siempre de una chica ye-ye, de pelo alborotado y medias de color, que contribuyó a cambiar las tonalidades de una España aletargada, del viaje al infinito del insuperable e inmenso lirismo de Antonio Gala o del adiós de Francisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón, peculiares actores ficticios que circularon por la niñez de muchas generaciones de españoles en tiempos no tan lejanos. En la distancia se nos fue la gran Tina Turner, dejando para siempre su fuerza y presencia en los escenarios, donde nos sedujo como amantes del rock. Personajes que llegaron a nuestras vidas, por diferentes caminos, para eternizarse en nuestra memoria. Que la inmortalidad les acompañe.

En el plano más inmediato, 2023 ha sido año de elecciones, de cambios en la dirección institucional de ayuntamiento y gobierno regional. Nuevos gestores que tienen la responsabilidad de luchar por el progreso de una tierra que no lo ha tenido fácil a lo largo de la historia. Mejorar las deficientes comunicaciones que nos aíslan del entorno nacional e internacional, aplacar la sangría demográfica que hace languidecer nuestros pueblos y ciudades, frenar en seco la emigración de nuestros jóvenes, que siguen buscando acomodo en lugares lejanos, gestionar el desarrollo industrial sin destruir el paisaje que nos acompaña desde los albores de la historia, favorecer el cuidado de nuestros mayores y ocuparse que las nuevas generaciones de extremeños crezcan libres, sabedores de la importancia de sentirse parte del futuro de esta tierra . También tienen la responsabilidad de finalizar el deseado hospital cacereño o realzar y proteger la riqueza de nuestra Ribera del Marco, que tanto sabe del pasado local y a la que tanto debemos los cacereños del presente. Son muchos los retos que tienen por delante nuestros administradores políticos. Iremos viendo cómo se desenvuelven los tiempos venideros.

Para este cronista, 2023 ha sido un año fructífero en lo relativo a seguir aportando testimonios de nuestra historia inmediata para poder adaptarnos a la ciudad del futuro. Continuar investigando sobre Cáceres y su entramado histórico, para que los lectores se identifiquen con las personas y hechos que nos han precedido. Por último, quisiera desear lo mejor a aquellos que dedican un pequeño instante de su tiempo a ojear estas crónicas sobre la ciudad en la que vivimos. Feliz año nuevo. Os espero a todos cuando finalice 2024.

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