LOS VECINOS INSTALAN EN EL GARAJE UN DISPOSITIVO QUE PUEDE SALVARLES LA VIDA Y AHORA RECIBIRÁN UN CURSO

Aquí sí hay quien viva: la primera comunidad cacereña con desfibrilador

Un 80% de los paros cardiacos se producen en el hogar. Una acción rápida duplica e incluso triplica la posibilidad de supervivencia. Este bloque de Río Tinto es pionero en cardioprotegerse

Juan Carlos Meneses, presidente vecinal, y Juan Cambero, gerente de la firma instaladora, con el equipo.

Juan Carlos Meneses, presidente vecinal, y Juan Cambero, gerente de la firma instaladora, con el equipo. / Jorge Valiente

En España se producen 30.000 muertes súbitas al año fuera del hospital, lo cual representa cerca de 1.000 paros cardíacos diarios, es decir, 1 cada 20 minutos. La principal causa radica en el infarto agudo de miocardio. Los servicios de emergencias consiguen recuperar el pulso y trasladar al hospital al 31% de los pacientes. Ya está sobradamente demostrado que si la persona es atendida rápido por testigos presenciales quienes, antes de llegar el 112, aplican una serie de acciones encadenadas (reanimación cardiopulmonar, uso de un Desfibrilador Externo Semiautomático...), se duplican y triplican las posibilidades de supervivencia. Sin embargo, España se sitúa por debajo de la media europea en actuaciones por parte de los testigos frente a estos casos.

De ahí la importancia de los Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA), que han llegado para salvar vidas. Son dispositivos capaces de diagnosticar y tratar la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular o a una taquicardia ventricular sin pulso, enviando un impulso de corriente continua al corazón que puede restablecer el ritmo cardíaco. Sin el DESA, la víctima fallecería en unos 10 minutos, ya que las probabilidades de supervivencia se reducen un 7%-10% cada minuto que pasa.  

Existe un decreto que obliga a instalarlos en distintos espacios concurridos (colegios, centros comerciales, pabellones, edificios públicos...), pero no en bloques de viviendas. De ahí la singularidad de la comunidad ‘Río Tinto’, situada en la urbanización Sierra de San Pedro, junto al Poblado Minero. Reúne varios portales que suman 118 viviendas, donde habitan unos 500 vecinos. Apenas hay personas mayores, generalmente son jóvenes, familias con hijos pequeños, pero han entendido la utilidad de este dispositivo y se han convertido en la primera comunidad de Cáceres, muy posiblemente también de Extremadura, en poner un DESA. Ya ha sido instalado por IberCardio, empresa cacereña de ámbito nacional, especializada en estos equipamientos de cardioprotección.

El tiempo resulta crucial: sin el DESA, la víctima de parada podría fallecer en unos diez minutos

Se trata de la comunidad de viviendas más alejada de la urbanización, junto a la rotonda que da acceso a la carretera de Badajoz. «Un vecino lo propuso como iniciativa, y por unanimidad de la directiva lo llevamos a votación. Todos los asistentes a la junta extraordinaria dieron su apoyo», explica el presidente, Juan Carlos Meneses. «Al estar Sierra de San Pedro alejada del centro y de los hospitales, hemos querido hacer esta inversión a modo de protección ante cualquier situación de peligro que pudiese surgir, para intentar salvar vidas. El desfibrilador ya está ahí a disposición de cualquier vecino que lo necesite, y además lo hemos comunicado a la presidenta vecinal de la zona por si alguien de otros bloques lo necesita ante una emergencia. Aquí vivimos unas 2.000 personas», explica. Los 1.400 euros del coste total les merecen la pena, «y mucho...».

El DESA se ubica en el garaje, «en un punto intermedio donde desembocan todos los bloques de la comunidad, con buen acceso y rápido, de modo que entre ida y vuelta hemos calculado que no se tarda más de 5 minutos en cogerlo y utilizarlo frente a una urgencia», detalla Juan Cambero, gerente de IberCardio. La existencia de un sistema previo de cámaras de vigilancia para evitar robos sirve para proteger también el equipo.

Infartos en casa

El 80% de las paradas cardiacas ocurren en el hogar. Para evitar daños cerebrales, el tiempo de actuación debe ser de entre 4 y 6 minutos, por lo que resulta «sumamente importante» que se actúe de forma inmediata, y un DESA resulta crucial.

«Vamos a dar un curso a algunos vecinos para que sepan utilizarlo en caso de necesidad. Lo hacemos siempre que instalamos un equipo. Es cierto que nada más conocer un caso de infarto hay que llamar al 112, donde van ofreciendo las indicaciones precisas hasta que llegan. El propio DESA también marca los pasos. Pero es prudente tener a gente preparada. Todos deberíamos estarlo», afirma Juan Cambero. El desfibrilador, utilizado en los primeros cinco minutos, «tiene una eficacia del 75%».

De hecho, los cacereños están cada vez más concienciados. «La prueba es que los Presupuestos Participativos del ayuntamiento incluyen una partida para instalar diecisiete equipos en todas las sedes vecinales», indica Juan Cambero, quien está diseñando una app donde figure actualizada la localización de los 70 DESA distribuidos ya por la ciudad.