La lucha por el playoff se aprieta en el Grupo IV de Segunda RFEF. Con el Córdoba inalcanzable, ha recuperado los 7 puntos de ventaja sobre el segundo a pesar de tener un partido menos, son diez los equipos que se mueven en otros 7 puntos, entre ellos cinco de los seis extremeños: Coria, Cacereño, Villanovense, Mérida y Montijo. Está fuera el Don Benito tras su sorprendente 2-3 ante el Cádiz B, un derrota que ha hecho mucho daño y que llevó a el sábado a su entrenador, Juan Carlos Gómez, a asegurar que era de esos días «que te dan ganas de dejar el fútbol».
Decepción en Don Benito
Fue muy duro el preparador rojiblanco, atónito tras ver cómo su equipo tiraba todo el trabajo en cuatro minutos, los que necesitó el filial para remontarles un 2-0, confesaba estar «muy cabreado, tremendamente cabreado. Decepcionado. Impotente. Estoy que no doy crédito a lo que he visto».
Recuperar anímicamente a su equipo es la primera misión en el Don Benito, que se queda solo un punto por encima del descenso antes de visitar este domingo al Coria en la jornada de los tres derbis extremeños, ya que también se jugará el Mérida-Cacereño y el Villanovense-Montijo. Los tres son a las 17.00.
Una derrota sin trauma
Menos traumática fue la derrota del Coria, que cayó siendo fiel a ese estilo que le ha llevado hasta la segunda posición (24 puntos) pero que en este caso se vio enredado en la maraña del Montijo y de Juan Marrero. «Hemos venido con una idea y lo hemos intentado hasta el final», contaba Rai, siempre con los pies en el suelo, tanto en la victoria como en la derrota. «Ni antes éramos tan bueno ni ahora somos tan malos», añadía el preparador, que invitaba a los suyos a pensar ya solo en el próximo rival.
Un CPC sin intensidad
Sí había cierto tono de enfado en las palabras de Julio Cobos tras la derrota del Cacereño ante el Villanovense. Reconocía el técnico que la intensidad de su equipo había sido inferior a la de su rival y que posiblemente se había equivocado en el planteamiento inicial. «No hemos entendido el partido», se lamentaba ante la falta de recursos de los suyos, incapaces en muchos momentos de superar la presión alta del Villano.
Los verdes, cuartos, se quedan con 21 puntos tras su primera derrota en el Príncipe Felipe. Siguen en zona de playoff, pero con la sensación de haber desaprovechado una ocasión de poner un buen margen con sus perseguidores. Ahora, toca asimilar el varapalo («seríamos muy torpes si no aprendemos de esta derrota») y empezar a pensar en la Copa. Este martes visita el estadio verde la Ponferradina, que este domingo se impuso 0-1 al Ibiza en liga para colocarse en tercera posición en Segunda a expensas de lo que haga este lunes el Eibar.
Músculo Villanovense
Recupera bríos el Villanovense, que vuelve a plazas de playoff (quinto, con los mismos puntos que el CPC) tras dos victorias consecutivas, un ciclo que repite por tercera vez este curso. «Ha sido la continuación del partido anterior (triunfo ante el Córdoba)», decía Juanma Pavón, que destacaba la gran importancia del triunfo del sábado por la gran igualdad que reina en el grupo (salvo el líder) y el deseo, la necesidad, del conjunto serón de engancharse a la zona noble, «separarnos de los de abajo».
Más problemas para el Mérida
Le crecen los enanos al Mérida, sexto clasificado (20 puntos). Tiene la enfermería a rebosar con tres inquilinos más desde el sábado: Héctor Camps, Felipe Alfonso y Artiles. Ninguno acabó el partido en Córdoba. Y además en la tarde del domingo anunció la destitución del técnico Juan García, que un día antes reconocía graves errores de los suyos en los goles del conjunto cordobés. Hablaba el ya extécnico de la necesidad de «limpiar la mente», algo aún más urgente ahora que al club le espera una semana convulsa y con derbi ante el Cacereño al final.
Alegría antes de la Copa
Tras tres jornadas sin ganar no hay nada mejor que reencontrarse con el triunfo para encarar un duelo histórico, el de este martes en Copa del Rey ante el Burgos (que el sábado superó 3-0 al Málaga para alejarse de la zona de descenso). Eso es lo que debió pensar el Montijo de Juan Marrero, que volvió a tirar de sus mejores armas para ganar, en este caso al Coria. «Es un premio para ellos», decía el preparador, que reconocía que su equipo había sido peor en el primer acto, pero que se había sabido adaptar en el segundo. Como el Mérida, también tiene problemas de lesiones. Ni José Ángel ni Razvan terminaron el duelo del sábado. Preocupa sobre todo el primero.
