BALONCESTO. LEB ORO

Inferioridad clara del Cáceres y 'maquillaje' final

El conjunto de Roberto Blanco suma en su visita al acertadísimo Guuk Gipuzkoa su tercera derrota seguida

Suspensión de Lysander Bracey.

Suspensión de Lysander Bracey. / ÓSCAR ARAUJO

ÁREa 11

94 - Guuk Gipuzkoa Basket: Justin Jaworski (22), Michael Carlson (10), Xabier Oroz (9), Rauno Nurger (10) y Adam Sollazzo (10). -cinco inicial- Aitor Zubizarreta (11), Mikel Motos (4), Ander Martínez (10), Xabier Beraza (6), Mario Delas (2) e Íñigo de la Hera (-).

88 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Dani Rodríguez (10), Kevin Bercy (14), Vaidas Cepukaitis (10), Kenny Hasbrouck (22) y Carlos Toledo (4) -cinco inicial- Sasa Borovnajk (13), Lysander Bracey (3), Julen Olaizola (8), Pablo Sánchez (-) y Albert Lafuente (4).

Marcador por cuartos: 24-24, 46-40 (descanso), 68-56 y 94-88 (final).

Árbitros: Muñoz García, Areste Giralt y Espiau Guarner. Eliminado: Nurger.

Incidencias: Vigesimosegunda jornada de la LEB Oro. 

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad no fue capaz de poner el punto y final a su mala racha de resultados y sumó su tercera derrota consecutiva tras caer en feudo de un Guuk Gipuzkoa Basket con dinámica totalmente opuesta. Los de Roberto Blanco brillaron por momentos en lo ofensivo y en determinadas fases hicieron muchos puntos, pero en defensa su desempeño fue realmente pobre y eso les condenó bastante rápido. El 94-88 final es producto del ‘maquillaje’ visitante en los últimos minutos en el marcador.

Al menos en el inicio del partido no se notó la sensible baja de Kostas Vasileiadis pues el quinteto puesto en juego por Roberto Blanco salió enchufadísimo mostrando mucha eficacia en ataque. Así, de primeras Hasbrouck se descolgó con dos triples consecutivos y poco después Bercy anotaba otro más para colocar un esperanzador 6-12 antes del paso por el ecuador del cuarto.

El desempeño ofensivo de los extremeños era realmente bueno pero pronto se pudo observar que no ocurría lo mismo con su defensa, pues los vascos no tardaron en dar respuesta y lo harían de forma demasiado sencilla y hasta contundente. Un parcial de 8-0 en muy poco tiempo le daba la vuelta al electrónico e indicaba que el equipo debía extremar sus precauciones en las pinturas, especialmente en la suya donde concedía muy fácil y también en el rebote pues el Guuk Gipuzkoa comenzaba a dominar esa faceta.

Sin embargo, la facilidad con la que habían remontado los locales no pareció inquietar a los jugadores visitantes y el Cáceres se enzarzó en una bonita fase de golpe y contragolpe que resultó tan vistosa como peligrosa, porque más allá de los mates o alguna gran jugada colectiva, o de que el marcador no paró de bailar a un lado y otro sin descanso, lo cierto es que a ese ritmo anotador el que tenía las de ganar es el equipo con más confianza. Al final 24-24.

DESPEGUE LOCAL

En esta ocasión quien abrió el cuarto con un triple fue el local Beraza y además los extremeños tardaron más de dos minutos en ver aro (29-24), pero una vez más el equipo hizo caso omiso a lo defensivo y en gran medida porque más allá de los primeros compases los locales tampoco anduvieron finos pese a que su entrenador Lolo Encinas agotó un primer tiempo muerto y también vio una técnica más parecida a un mensaje para los suyos que otra cosa (31-31 en el ecuador).

Poco más tarde el conjunto vasco pisó el acelerador, defendió mejor y con un parcial de 8-0 en apenas un minuto dio el primer aviso serio a su oponente, que a su vez contestó bien a la afrenta y de nuevo anotó bastante y también de forma de coral, pero así y todo a la llegada del tiempo de descanso los guipuzcoanos se marchaban con una pequeña ventaja (46-40).

Kenny Hasbrouck entra a canasta.

Hasbrouck entra a canasta. / ÓSCAR ARAUJO

Tras el paso por los vestuarios el primero en anotar Borovnajk pero en los siguientes tres minutos nadie más en las filas extremeñas lo consiguió y además y más importante, el Cáceres se olvidó por completo de defender, especialmente el perímetro y el rebote, por lo que la calidad del Guuk Gipuzkoa lo tuvo muy fácil para abrir una brecha que a la postre resultaría decisiva.

Un parcial de 14-2 instalaba en el luminoso un preocupante 60-44 y los de Roberto Blanco se veían obligado a remontar cuando quedaban 15 minutos. Ahora contra la pared, el Cáceres se fue al triple y Borovnajk o Dani Rodríguez acertaron, pero los locales tampoco dejaron de anotar y la diferencia superior a los diez puntos se mantuvo al final de la manga por mucho que Hasbrouck tirara del carro en un gran final personal de periodo. A la conclusión, 69-58.

Sin apenas margen de error y ya muy presionado el Cáceres no encontraría respuesta y en apenas cuatro minutos de último cuarto todo quedaría sentenciado (88-65 y tiempo muerto de Roberto Blanco), porque de ahí a la conclusión los pupilos de Lolo Encinas jugaron muy cómodos y relajados, manteniendo la ventaja sin pasar un solo apuro e incluso permitiéndose el lujo de anotar en los últimos tres minutos y medio.

Roberto Blanco: «Les he dicho a los jugadores en el vestuario que para conseguir el objetivo de la permanencia hay que tener más hambre»

Roberto Blanco lo tuvo claro al final de la derrota de su equipo en San Sebastián: «el resumen más simple es que hemos venido a meter puntos y a ver quién ganaba. Cuando hemos estado un poco más acertados, hemos encontrado las vías de escape de la defensa del Gipuzkoa. Hemos dejado la parte defensiva en el autobús. En el momento en el que no hemos estado acertados en el tercer cuarto el equipo se ha caído y ha seguido insistiendo en meterse en el partido desde el ataque».

Para el técnico, «teníamos claro que el partido pasaba por la defensa de Jaworski y no hemos sido capaces de pararle. Ha sido cuando hemos decidido intercambiar golpes. Ese ha sido uno de nuestros errores. En el tercer cuarto hemos tenido algunas decisiones defensivas en las que hemos estado muy condescendientes, muy blandos. Hemos dejado al Gipuzkoa jugar muy cómodo».

Su conclusión fue rotunda: «les he dicho a los jugadores en el vestuario que para conseguir el objetivo de la permanencia hay que tener más hambre que el rival, hay que querer luchar más que el rival. Si no somos capaces de entender que la clave está en defensa, tendremos problemas».

Por su parte, Lolo Encinas, entrenador del Guuk Gipuzkoa, comentó que «el tercer cuarto ha sido el bueno nuestro y hemos estado mejor. Tengo la sensación de que no hemos hecho un buen partido, ni en defensa ni en ataque. No me ha gustado. Una vez que hemos cogido 20 puntos de colchón y nos hemos ido del partido, lo hemos dado por ganado. Yo también me he equivocado. Cáceres ha mejorado y va a ser difícil ganarle».

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