Fútbol. Segunda Federación

El Cacereño vence por fe

Los verdes ganan al Socuéllamos en un duelo de alternativas que lleva al decano otra vez arriba

Solano es trabado en una de las jugadas polémicas del duelo.

Solano es trabado en una de las jugadas polémicas del duelo. / Lorenzo Cordero

José María Ortiz

José María Ortiz

2-Cacereño: Alfonso, Aguado (min. 46, Pedro Ramírez), José Martínez, Relu, Samu Gomis, Clausí (min.56, Ruymán), Telles, Garci, Iván Fernández (min. 56, Sanchidrián), Samu Manchón (min. 86, Molina), Rubén Solano (min. 68, David Grande).

1-Socuéllamos: Elías Ramìrez, Yimi (min. 83, Palomino), Toboso, Antonio, Siu (min. 46, Carlos Martínez), Adrián, Pepe Delgado, Alcázar (min. 88, Christian), Facu (min. 69, Asier Barahona), Cifuentes (min. 69, Godoy), Brian.

Goles: 1-0-MIn. 19: Rubén Solano, de penalti. 1-1-Min. 51.Pepe Delgado. 2-1-Min. 73: Sanchidrián.

Árbitro: Álvaro García Padilla (Comité Madrileño). Mostró tarjetas amarillas a los locales Aguado y Relu y a los visitantes Siu y Carlos Martínez.

Incidencias: Encuentro de la jornada 25 del grupo 5 de Segunda Federación. 1.623 espectadores. Minuto de silencio por la muerte de María del Rocío Pavón, hermana de César Pavón, colaborador del Cacereño.

El Cacereño retorna a la gozosa senda de la credibilidad. Su triunfo ante el Socuéllamos (2-1) eleva las expectativas del decano extremeño, de nuevo incrustado en la zona noble de la clasificación. Tras un ejercicio incuestionable de carácter y fe en sí mismo, sumó tres puntos claves en la pelea por el objetivo de consolidarse arriba, su lugar natural por el rango de su plantilla.

Cuando las urgencias le amenazaban muy seriamente, el CPC mostró dosis loables de convicción para alcanzar el éxito ante un rival con querencia al buen fútbol, que no dio una patada ni intentó contemporizar en su juego. Incluso discutió los puntos a los extremeños a base de juego combinativo el cuadro de Sergio Campos, un técnico al que habría que reconocer esa plausible apuesta doctrinalmente ofensiva teniendo en cuenta su clasificación, en la zona del tembleque.

 Por calidad y variables ganarían los locales 9 de 10 partidos en el caso del intercambio de golpes. Y es que el Cacereño es uno de los equipos con más posibilidades del grupo. Cuando le suma a ello la fortaleza mental está en el top-3. Y eso hizo este domingo para alcanzar tres puntos capitales para seguir en la brecha.

Empezó bien el equipo de Julio Cobos. La primera jugada nítida de peligro la protagonizaron Telles, Solano e Iván Fernández en el 10. No lograron los dos últimos empujar las mallas el servicio del mexicano, que se había trabajado la acción guiado por su continuado afán de pelea. Un par de golpes de cada lado acabaron sin incidencia en el marcador en un duelo con dos equipos nada especulativos en sus esquemas.

Iván Fernández intenta una internada.

Iván Fernández intenta una internada. / Lorenzo Cordero

En el 18, el centro del de nuevo incisivo Garci dio en el brazo de un defensor manchego cuando Iván Fernández esperaba a rematar. Rubén Solano, que firmó otro duelo soberbio en el esfuerzo y en la transformación táctica, transformó el penalti. 1-0 y partido aparentemente encarrillado.

El mismo protagonista fue objeto de una falta nítida cuando encaraba al portero tras un balón largo. Contra todo pronóstico, el árbitro no expulsó al defensa visitante. Corría el minuto 27 y el encuentro, hasta entonces, solamente tuvo color verde. No sonaba alarma alguna en la grada.

Pero el fútbol, tan escasamente previsible por momentos, tornó de escenario. El dominio cambió de manos en el último tercio del primer acto. Empezó a tocarla el Socuéllamos, que cercó a Alfonso, pero la contundencia de la defensa local parecía evidente.

Al inicio del segundo tiempo, el Socuéllamos extrajo resultado a su fe y su fútbol aseado. A la salida de un córner, el toque de cabeza de Carlos Martínez llegó a Pepe Delgado, que batió a Alfonso de cerca (1-1, min. 50). El cariz del encuentro se tornaba áspero. 

Cambios clave

Julio Cobos agitó su particular coctelera con Ruymán y Sanchidrián. De nuevo acertó de pleno. El equipo tiró de orgullo y cercó al Socuéllamos hasta que logró el objetivo de ponerse por delante. Otras veces ha ocurrido lo mismo, sin el mismo final. Incluso haciendo bastantes más méritos.

El árbitro, a instancias del asistente, anuló el que hubiera sido el segundo gol de Rubén Solano a servicio espectacular de Gomis (m. 65). El delantero levantino estaba bien ubicado.

Tocó a rebato. El Cacereño se lanzó a tumba abierta, herido en su orgullo. Fabricó el 2-1 válido tras un servicio milimétrico de Telles rematado en boca de gol por Sanchidrián.

David Grande recogió el testigo del coraje de Solano y pudo sentenciar en un par de acciones a la contra en un encuentro aparentemente controlado por los locales. El Socuéllamos, que no se rindió nunca, no pudo amenazar a los locales, firmes atrás.

Cobos: "Sin ser brillantes, hicimos cosas para ganar"

No fue el mejor partido del Cacereño, reconocía Julio Cobos, «pero lo hemos ganado, esto es el fútbol. Sin ser brillantes creo que el equipo ha hecho muchas cosas para ganar». Añadía, eso sí, que su equipo no había sufrido «demasiado» ante el Socuéllamos, aunque también se lamentaba por el gol recibido. «Ahí tenemos un déficit porque hemos encajado más goles de los que a mí me gustaría. Sabíamos de las virtudes del rival en la estrategia, ese mismo córner lo habíamos hablado», explicaba el preparador. «Hemos salido bien en el primer tiempo y conseguimos adelantarnos e incluso hemos tenido alguna ocasión clara para hacer podido hacer el segundo. El inicio del segundo tiempo no ha sido como esperábamos, pero los que han salido [desde el banquillo] han sumado muchísimo y hemos conseguido el segundo gol. Lástima no haber acerado mejor el último pase en alguna de las contras que hemos tenido para haber tenido un final de partido más tranquilo», analizaba. 

En la grada se quedaron Bermu, Víctor Segura y Traoré. Del primero dijo que tenía molestias en el tobillo, pero que «podría haber estado, pero he decidido aportar por otro compañero». En cuanto al segundo, se lesionó en el entrenamiento del sábado. «Tenía muchas papeletas para jugar, pero se torció el tobillo». Acabó tocado Clausí, con un golpe en el gemelo. «Hay que hacerle pruebas».

Sergio Campos, técnico del Socuéllamos, dijo que se equipo se fue abajo tras una jugada en la que el árbitro no aplicó la ley de la ventaja cuando lo tenían todo de cara para hacer el 1-2. J. J. TORBELLINO

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