Fútbol. Segunda Federación

Karim, el regreso más feliz con el Cacereño

El extremo del conjunto verde reapareció en Guadalajara tras más de un mes de lesión y marcó el tanto de la victoria. «Solo quería jugar unos ‘minutillos’ para volver a sentirme parte del grupo», explica el mallorquín

Karim, con el balón, durante el Cacereño-Diocesano de la primera vuelta en el Príncipe Felipe.

Karim, con el balón, durante el Cacereño-Diocesano de la primera vuelta en el Príncipe Felipe. / Carla Graw

Solo quería jugar unos minutillos. «Por volver a sentirme parte del grupo». Pero hizo mucho más. Karim El Kounni Torres, Karim (Palma de Mallorca, 15 de abril de 1998), marcó el gol de la victoria en Guadalajara, el que devuelve al Cacereño a la zona de playoff y confirma las buenas sensaciones de un equipo que, ahora sí, quiere aspirar a lo máximo. ¿Incluso al ascenso directo? «Hay que ir poco a poco, pero tenemos confianza para luchar por todo», dice este extremo veloz y con desborde, pero sobre todo «trabajador», dice él mismo. 

Una distensión de rodilla cuando mejor estaba ha hecho que se pierda seis partidos: cuatro por la lesión, uno por precaución y otro más «porque el encuentro estaba complicado y el míster decidió no sacarme». Pero el pronóstico inicial era que estuviera dos meses fuera, así que Karim está contento. Mucho más después de reaparecer marcando. «Hacer un gol y que el equipo gane es siempre lo mejor», cuenta este mallorquín, que transmite una gran pasión por lo que hace y muchas ganas por seguir creciendo en el fútbol. Como deberes se pone hacer más goles. «Es el punto que me queda por pulir. Nunca he sido de marcar muchos goles, pero sí tengo que ver cómo puedo mejorar en esto».

Aunque empezó como mediocentro ofensivo o como media punta, cuando fue creciendo y ganando en velocidad, «ya en el fútbol amateur», se pasó al extremo izquierdo, donde juega ahora. Buena conducción de balón y el uno contra uno eran las cualidades que destacaba el Cacereño cuando lo fichó y que ya ha dejado ver en el Príncipe Felipe.

Empezó a jugar en el equipo de su pueblo, Calviá, junto a su hermano, que acabó cambiando el fútbol por el surf. Él despuntaba, pero su madre no paraba de meterle «caña» para que estudiara. «Si con 16 o 17 años le digo a mi madre que me quiero dedicar al fútbol, me da una colleja», dice Karim entre risas. Acabó el bachillerato e hizo la selectividad, pero logró su propósito de dedicarse cien por cien al fútbol. Cantera del Mallorca («tres años»), Playa de Calvía, de Tercera, Ibiza y su filial, Formentera y Cacereño. «Tenía ganas de dar el salto a la península, aquí es más fácil que te vean, es mejor escaparate», explica él, que no quiere hablar de metas personales, pero que tiene claro que quiere llegar lo más arriba posible. «Uno siempre sabe que tiene margen de mejora».

El domingo llega al Príncipe Felipe (12.00 horas) y Karim no habla de intentar sacar los puntos. Habla directamente de ganar. «En casa hay que ganar las cuatro finales que quedan. Y fuera tenemos que aprovechar nuestra buena dinámica para conseguirlo también». Los minutillos y el gol en Guadalajara han enchufado al cien por cien a este extremo, que en Copa ante el Madrid vivió una de las mejores experiencias de su vida y que en mayo le gustaría celebrar un ascenso con el CPC.

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