Un nuevo tiempo

La mujer africana en el atletismo: causas de una revolución

Que una mujer corriera con las piernas desnudas entre las colinas del Rift Valley era, hasta hace bien poco, prohibitivo. El récord de maratón de Assefa muestra cómo ellas están normalizando la ruptura de barreras

Tigist Assefa.

Tigist Assefa.

Gerardo Prieto

El récord mundial femenino en maratón (2.11.53 horas) conseguido por Tigist Assefa hace una semana en Berlín, con la inestimable ayuda de una liebre masculina, es solo la punta del iceberg de una revolución con implicaciones para las mujeres africanas que van más allá de lo deportivo.

La etíope corrió en la capital alemana luciendo en su camiseta el logotipo de Tirop's Angels, una asociación de atletas africanos, hombres y mujeres, que lucha contra la violencia de género a raíz del asesinato de la corredora keniana Agnes Tirop por su marido en octubre de 2021

Una mujer como Assefa, corriendo con las piernas desnudas entre las colinas del Rift Valley era, hasta hace bien poco, tan escandaloso como prohibitivo. El patriarcado profundo y los matrimonios apenas superada la adolescencia impedían soñar a las mujeres africanas con una carrera deportiva. En realidad, con cualquier carrera.  

El mordisco de la etíope en la Puerta de Brandemburgo (dos minutos por debajo del récord anterior de Brigid Kosgei en Chicago) revela que las corredoras africanas poseen todavía un estimable margen de mejora. Otro bocado parecido situaría a ésta u otra atleta por debajo de los 2 horas y 10 minutos, un registro que en los años 90 valía un récord de España masculino.

Talento

Esta explosión de talento muestra claramente que las africanas están normalizado la ruptura de barreras, al menos en el ámbito deportivo. Puede que uno de los puntos de inflexión lo marcara la victoria de la etíope Derartu Tulu en la final de 10.000 metros de Barcelona-92

En los Juegos del Cobi, Etiopía anotó dos medallas olímpicas en hombres y en mujeres una, la de Tulu, mientras Kenia sumaba seis en pruebas masculinas y ninguna en femeninas. Casi tres décadas después, en los Juegos de Tokio celebrados en 2021, las kenianas anotaban cinco metales, uno más que los kenianos, y las etíopes dos frente a una solitaria medalla para sus compañeros de equipo. 

Gran parte de las medallistas y campeonas africanas están emparejadas o bien con su entrenador o manager, o con un compañero de fatigas. Son matrimonios de conveniencia, en el mejor sentido de la palabra. En demasiadas ocasiones, solo alguien que comparte la misma pasión por este deporte puede entender, y tolerar, que su dama se exhiba en público en paños menores.

Calzado

Assefa también ha conseguido un récord simbólico para las mujeres etíopes al superar los 2.12.11 del mítico Abebe Bikila en los Juegos de Tokio en 1964. Bikila es un mito con alcance global en Etiopía. Nadie se atrevió entonces a poner en duda la calidad de la plusmarca del etíope por correr calzado en la capital nipona y mejorar el récord que consiguió con sus pies desnudos cuatro años antes en Roma. 

Assefa ha tenido que responder a las críticas de los autoproclamados puristas de este deporte, por usar las puerilmente denominadas «zapatillas mágicas», equipadas con la ya famosa placa de carbono; como si se tratara de una nueva Cenicienta, en la que el poder para ser la reina del maratón reside en sus zapatos, las Adidas de 500 euros de la firma alemana. «Las zapatillas no corren solas», ha sido la contundente respuesta de la atleta, que empezó corriendo 800 metros en pista por debajo de los dos minutos y ha acabado triunfando en el asfalto de los 42 kilómetros con 26 años de edad.

«Nos esperábamos ver una marca de este calibre por cómo se había mejorado el récord mundial de medio maratón», afirma la plusmarquista española de maratón Marta Galimany. Y añade: «Aun así no deja de ser espectacular ver a una chica correr en 2.11, tan cerca de los chicos y terminando tan fuerte». 

La corredora de Valls, Tarragona, también fue una excelente mediofondista antes de ser la maratoniana española más rápida de la historia. No renuncia a usar la mejor tecnología a su alcance para lograr sus objetivos. «Disfruté mucho viéndola volar con las nuevas Adidas Adizero Adios Pro Evo 1, que ojalá podamos probar pronto», asegura, sin duda soñando con un gran resultado en París 2024.