Fútbol. Segunda Federación

Hecatombe del Villanovense en Getafe

El conjunto serón, inmerso en una espiral negativa, cae goleado por el filial azulino (4-1)

Álex Lázaro intenta detener el balón durante una acción de ataque del Getafe B.

Álex Lázaro intenta detener el balón durante una acción de ataque del Getafe B. / @CanteraGTF

Área 11

4 - Getafe B: Josele; Álex García, Gimeno (Iván López, min. 75), Esnaider, Jeremy (Keita, min. 69); Rafa Diz (John, min. 61), Nico Conesa; Jordi Martín, Claverías, Carbonell (Santi, min. 61), Gonzalo Calçada (Marcos Denia, min. 61).

1 - Villanovense: Álex Lázaro; Samu Hurtado (Bermu, min. 46), Guille Campos, Carlos Cano, Manolo Ortiz (Pajuelo, min. 66); Relu, Mario González (Sillero, min. 66); Benji, Alberto Fuentes, Luis Nicolás (Isra Cano, min. 46); Adi (David Agudo, min. 75).

Goles: 1-0: min. 4, Gonzalo Calçada. 2-0: min. 14, Claverías. 3-0: min. 51, Gonzalo Calçada. 3-1: min. 5, Adi. 4-1: min. 62, Santi.

Árbitro: Urrua Zuazu (comité navarro). Amarilla a Rafa Diz, Carbonell y Jordi Martín, del Getafe B; y a Relu y Benji, del Villanovense.

Incidencias: Partido disputado en la Ciudad Deportiva Fernando Santos de la Parra. Unos 250 espectadores.

Sin saber muy bien por qué, el Villanovense se ha metido en una espiral negativa que le ha llevado de otear la zona de ascenso a mirar de reojo a un descenso cada vez más cercano. Un solo punto de los últimos doce posibles, unido a que los de abajo han sumado más, dejan a los serones a un punto del puesto de ‘playout’ y apenas dos del descenso directo. El filial del Getafe pasó por encima de los de Gus (4-1) moviendo el balón con una calidad y un ritmo que sólo podía desembocar en una goleada.

Hay partidos en los que todo se pone mal desde el inicio, sobre todo si el rival atesora una calidad fuera de toda duda. Su juventud, quizás, impide que el Getafe B esté aún más arriba en la clasificación, pero a estas alturas del campeonato es un claro aspirante a luchar por el ascenso. Y, de no restar tan pocas jornadas, la nave azulona comandada por Gabi Fernández podría soñar incluso con el campeonato.

Lo bordaron casi desde el inicio, haciendo que los ‘villanos’ persiguieran sombras detrás de un balón. El trío formado por Claverías, Carbonell y Gonzalo Calçada estuvo a un nivel altísimo, protagonizando en alguna fase todos los goles del encuentro. Por ejemplo, el inicial, cuando apenas se llevaban jugados cuatro minutos: Claverías envió una ‘bombita’ sobre la carrera de un Carbonell que, al límite del fuera de juego, se adelantó a Álex Lázaros por centímetros y se la cedió al carioca para que este, a placer, inaugurara el marcador. Acción de tiralíneas que dejó en evidencia a la zaga serona.

No tardó mucho en llegar el segundo. Carbonell centró, raso y vertical, sobre la carrera de Claverías, que sólo tuvo que controlar y cruzar ante la salida del meta. Parece fácil, pero a muchos se les hace de noche en acciones similares. Y, así, salvo un par de acercamientos al borde de la primera media hora de un Villanovense que trataba de aferrarse al choque, discurrió un primer tiempo en el que el balón casi siempre estuvo en las botas de un futbolista vestido de azul.

Movimientos en el descanso

Dudó el técnico verde, que no se atrevió a señalar a nadie hasta el descanso, pero no tuvo más remedio que mover el banquillo tras la reanudación. Fuera Samu Hurtado y Luis Nicolás, dentro Bermu e Isra Cano y Benji ejerciendo de lateral diestro. Y pareció funcionar la apuesta, ya que el pacense, mejor jugador de la Tercera extremeña el pasado año con el Olivenza, capitaneó el intento de reacción, volcando casi siempre el juego hacia la banda izquierda de Isra y con el periscopio alzado por si Adi encontraba un resquicio en la zaga getafista.

Lástima que recibiera con su pierna ‘mala’ (la diestra) un balón en profundidad que le dejó completamente solo delante de Josele; controló y dio un rodeo para perfilarse hacia su zurda, pero el guardameta se lanzó como un gato para arrebatarle el balón de los mismos pies, jugándose el penalti. Y lástima también que, a continuación, de nuevo, Gonzalo Calçada apareciera en el momento justo y en el lugar adecuado para empujar a la red un preciso centro de Álex García, que dejó pasar entre las piernas Carbonell, viendo la llegada de su compañero. La acción, por cierto, fue de manual, de las que enseñan en las escuelas, moviéndose el balón de izquierda a derecha en triangulaciones casi perfectas.

Y ahí se hubiera acabado el partido de no ser por un error de guion, una pifia en la salida del balón de Esnaider, que se la entregó a Isra Cano y éste, de primeras, hacia la carrera de Adighibe, quien golpeó con fuerza, según le venía y con la zurda, a la escuadra de un sorprendido Josele. Y, cosas del fútbol, el propio Adi pudo reducir la diferencia a su mínima expresión, pero se escoró demasiado y su centro chut se paseó por toda la línea de gol sin que nadie acertara a remacharlo.

De lo que pudo ser el 3-2 se pasó pronto al 4-1 en una acción individual de Santi, que acababa de entrar al terreno de juego. Recibió en zona de tres cuartos, se giró, avanzó por el centro y batió a Álex Lázaro con un zurdazo inapelable desde la frontal. Quedaba mucho, sí, pero hasta ahí llegó un ‘Villano’ agotado de correr detrás del balón desde el inicio. El rondo final, con los vencedores renunciando a avanzar y los derrotados con las medias caídas, fue la perfecta metáfora de lo que había sucedido a lo largo de los noventa minutos. Crece jornada a jornada el Getafe B, comienza a dudar un Villanovense que el próximo domingo (12.00 h.) recibe a un Mensajero que, como el Montijo, parece ya abocado al descenso.

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