Solo tres municipios extremeños revisarán sus valores catastrales en 2023

El Catastro prevé pocos cambios para 2023 en Extremadura. Solo tres municipios de la provincia de Cáceres han solicitado al organismo dependiente del Ministerio de Hacienda una revisión de sus valores catastrales: Villamesías, Alcollarín y Escurial, todos con menos de mil habitantes. Este trámite implica la elaboración de una nueva ponencia catastral y en estos tres casos será parcial: afectará a 1.116 viviendas de Escurial, 653 de Villamesías y 551 de Alcollarín, unas 2.300 en total. Según los datos del Catastro, en Villamesías y Escurial las ponencias actuales datan del año 1987, y de 1989 en el caso de Alcollarín, por lo que todo indica que la revisión de los valores se aplicará al alza. 

Estas ponencias sirven para determinar el valor catastral de una vivienda u otro bien inmueble y en ellas participan tanto el Catastro como los respectivos ayuntamientos, que en última instancia son los que solicitan las revisiones. Las ponencias suelen actualizarse cuando se detectan diferencias sustanciales entre los valores de mercado actuales y los que sirvieron de base para la determinación de los valores vigentes, bien por modificaciones del planeamiento urbanístico o por otras circunstancias.

El periodo mínimo que debe transcurrir entre una y otra ponencia es de cinco años y el propio ministerio recomienda que se actualicen cada 10. Pero se trata de un trámite complejo (y generalmente impopular porque en la mayoría de los casos se traduce en un incremento del recibo del IBI), y de hecho en la última década apenas han sido 14 los municipios extremeños que han actualizado sus ponencias catastrales. 

180.000 viviendas en todo el país

Para el próximo año, los Presupuestos Generales del Estado recogían la previsión de revisar el valor de 825.000 inmuebles en todo el país, pero finalmente solo serán unos 180.000 (el 22%) en 17 localidades, entre las que se incluyen las tres cacereñas. Antes de que finalice el año, los consistorios tendrán que notificar a los titulares de los inmuebles la revisión de las ponencias. 

Para corregir esas diferencias que existen entre las valoraciones del Catastro y la realidad de mercado sin necesidad de elaborar una nueva ponencia, cada año se aplicaban correcciones a través de unos coeficientes de actualización que en 2022 y 2023, debido a la aprobación de la reforma de la ley del Catastro, no se aplicarán. 

En su defecto, Hacienda ha puesto en marcha un nuevo sistema que diferencia entre el valor del inmueble a efectos de IBI y de mercado. Cada finca registral tiene ante el Catastro dos valores: uno exclusivamente catastral que tiene como función la valoración fiscal a efectos de IRPF, tasas de basura y alcantarillado e IBI. El otro será el valor de referencia de mercado, que servirá para calcular los impuestos asociados a la compraventa y las herencias.

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