Al rescate de la farmacia rural

«Ocurrió con los cuarteles de la Guardia Civil, los bancos, los cajeros, hasta los médicos e incluso los sacerdotes, que ahora hay uno para tres o cuatro pueblos. Pero las farmacias siguen ahí». Así explica Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, la batalla que en los últimos años libran las farmacias rurales por sobrevivir, ahogadas por la despoblación y los bajos precios. 

En Extremadura hay actualmente 680 farmacias y aproximadamente la mitad se ubican en pueblos de menos de 1.500 habitantes. Dentro de estas un total de 33 necesitan ayudas públicas para subsistir por su baja rentabilidad, tres en la provincia de Badajoz y el resto en Cáceres. La cifra ha crecido casi un 18% en solo un año y en la provincia cacereña, según Venegas, la situación es «salvaje»: el 10% del total de oficinas (30 sobre 300) son ya de Viabilidad Económica Comprometida (VEC). 

«Son farmacias que tienen un nivel de entorno a 250.000 euros al año de facturación y eso determina que sea muy difícil su supervivencia», explica Venegas. La mayoría se ubican en pueblos de menos de 500 e incluso 300 habitantes con población muy envejecida que aunque suele estar polimedicada, solo consume medicamentos: nada de parafarmacia o productos sin receta que dan algo más de aire al farmacéutico. «Se abrieron porque el medicamento tenía precio o margen, pero a día de hoy no tiene ninguna de las dos cosas», dice Venegas. Y pone un ejemplo: «el paracetamol en España vale dos euros, en Holanda ocho».

Más márgenes

En este contexto, el Ministerio de Sanidad aprobó el pasado mes de noviembre un plan de ayudas para rescatar a las farmacias VEC que, entre otras medidas, aumenta las cuantías del índice corrector de márgenes. Su máximo ha pasado de 833,33 euros a 979,16, un incremento del 17,5% que se actualizará automáticamente conforme al IPC. Además, también se aumentará el tope de ventas anuales que deben tener las farmacias para poder optar a estas ayudas de 200.000 euros a 235.000. El sector aplaude la medida, pero la ve insuficiente para evitar los cierres que se prevén en los próximos años por la despoblación y la falta de relevo.

El Gobierno ha aumentado las cuantías del índice corrector de márgenes y el tope de ventas anuales para poder optar a las ayudas, que pasa de 200.000 a 235.000 euros

Tener en cuenta a la farmacia en el desarrollo de los acuerdos marco para impulsar la Atención Primaria, integrar a los farmacéuticos en las estrategias de salud pública y el Sistema de Vigilancia de la Salud Pública, nuevas fórmulas para concertar y remunerar los servicios farmacéuticos en el sistema sanitario y sociosanitario o el estudio de incentivos fiscales son algunas de las propuestas que lanza el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España (CGCF) para rescatar a las farmacias rurales, asegurar su continuidad y mejorar su viabilidad. 

En un informe presentado el pasado mes de enero, el CGCF da cuenta de la gran aportación de la farmacia rural a la cohesión territorial y la lucha contra el reto demográfico. Las funciones de la farmacia urbana y rural son idénticas en lo que se refiere a la custodia y dispensación de medicamentos, pero el trabajo en el día a día sí que es muy diferente porque en los pequeños municipios las boticas funcionan como auténticos centros sociosanitarios: en muchas ocasiones, el farmacéutico es el único sanitario, e incluso el único servicio en funcionamiento durante todo el día y todos los días del año. 

La importancia de las residencias de mayores

Son pueblos con población envejecida, polimedicada y sola, con lo que la función sanitaria y social del farmacéutico es crucial. «Se convierte en el único sanitario y el que está todo el tiempo», afirma Venegas. Desde el colegio han lanzado además otra propuesta para "dar oxígeno" a estas farmacias, y están a la espera de que la Junta la materialice: garantizar por ley que solo la farmacia del pueblo pueda abastecer a la residencia de mayores del mismo municipio.

En los últimos tiempos se ha observado cómo algunas farmacias del medio urbano persiguen hacerse con la distribución de los medicamentos y la atención en las residencias de mayores que están en los municipios de su área de influencia, una situación que según Venegas «no se puede consentir», sobre todo cuando esos municipios son pequeños pueblos y existen farmacias VEC.

Los colegios de farmacéuticos han pedido a la Junta garantizar por ley que la farmacia de cada pueblo suministre los medicamentos a su residencia de mayores

Durante la tramitación de la Ley de Medidas de Mejora de los Procesos de Respuesta Administrativa, en la ronda de comparecencias en la Asamblea de Extremadura, Venegas ya lanzó la propuesta tras más de un año de trabajo con las farmacias. Ahora, según explica, desde los colegios de farmacéuticos están pendientes de que la Consejería de Sanidad elabore el decreto y se apruebe en el Consejo de Gobierno. 

Otras comunidades como Galicia o Castilla-La Mancha ya aplican esta medida, que busca priorizar la atención farmacéutica desde la oficina de farmacia rural y más específicamente de las zonas despobladas para ayudar a su sostenibilidad. Estas farmacias se encargarían de asistir y surtir a los centros sociosanitarios, como serían las residencias de mayores, centros de día o centros de discapacitados.

En opinión de Venegas, así se podría asegurar la permanencia de estas oficinas de farmacia dentro de las zonas rurales y el servicio básico que dispensan a la población. El presidente del colegio pacense insta a la Junta a aprobar la medida con celeridad. «Mes que pasa, mes que seguimos esperando para ayudar a las farmacias que están sosteniendo el modelo de farmacia y que dan garantía a todos los pueblos», justifica.

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