LOS ENTRESIJOS DEL PROYECTO EMPRESARIAL ANUNCIADO HACE DOS AÑOS

Fábrica de diamantes de Trujillo: Una industria ‘verde’ y pionera que abastecerá a toda Europa

Diamond Foundry ya ha comenzado el movimiento de tierra en Trujillo para que la fábrica de diamantes pueda empezar a funcionar en 2025. Producirá hasta 100.000 obleas de diamante al año

El movimiento de tierra en el polígono industrial trujillano Arroyo Caballo ya ha comenzado y se prevé que dure tres meses.

El movimiento de tierra en el polígono industrial trujillano Arroyo Caballo ya ha comenzado y se prevé que dure tres meses. / YOLANDA JIMÉNEZ

Hace menos de dos años que una empresa californiana se fijó en la localidad cacereña de Trujillo para poner en marcha una industria pionera en Europa, una fábrica de diamantes sintéticos que funcionará solo con energías renovables. Y su construcción ya está en marcha. El pasado 3 de marzo y bajo un sol espléndido (parte del reclamo), Diamond Foundry, que nació en Silicon Valley y ya cuenta con una fábrica similar en el estado de Washington, protagonizó el acto de colocación de la primera piedra en los 84.000 metros cuadrados del polígono industrial trujillano Arroyo Caballo que ha adquirido para hacer su sueño europeo realidad. 

La empresa detrás del proyecto cuenta con el actor Leonardo DiCaprio como principal accionista. Y no es casualidad. El intérprete se reveló contra la minería de gemas tras protagonizar 'Diamantes de sangre', una película que denuncia la extracción y comercialización de estos minerales para financiar conflictos armados en condiciones de explotación laboral. «Estoy orgulloso de invertir en el cultivo de diamantes de forma sostenible sin el coste humano y medioambiental de la minería», destaca el actor en la web de la empresa. 

La idea del negocio es crear en pocos días lo que la naturaleza es capaz de engendrar en cientos de años. Para ello usarán reactores de plasma patentados por Diamond Foundry para cristalizar metano y lograr diamantes sintéticos. Y se prevé que eso ocurra a partir de 2025, cuando las primeras gemas extremeñas empiecen a salir al mercado. 

El proceso de creación de los diamantes sintéticos.

El proceso de creación de los diamantes sintéticos. / EL PERIÓDICO

Pero no se venderán solo como piedras preciosas para joyería, sino que esta industria viene a revolucionar el sector tecnológico. Lo que se obtendrá de la fábrica trujillana serán obleas o 'wafers' de diamante que posteriormente usarán otras industrias para crear semiconductores mucho más potentes de los que se producirían con diamantes naturales. La producción inicial será de 40.000 obleas de diamante cristalino al año, pero se llegará a los 100.000 cuando esté plenamente operativa. «La fundición de Trujillo producirá sustratos de oblea para chips semiconductores de silicio, Gan y SIC - para aumentar su actuación a través de la gestión del aumento de calor-. Las obleas de Trujillo trabajan con semiconductores que ya existen», concreta a este diario el consejero delegado de Diamond Foundry, Martin Roscheisen. 

Estos diamantes, por tanto, irán destinados principalmente a la industria automovilística y las comunicaciones 5G y 6G. «Permitirá que los vehículos eléctricos sean mucho más eficientes», destacó Roscheisen en Trujillo durante el acto de inicio de las obras. 

Apoyo institucional

Se trata de uno de los grandes proyectos a los que Extremadura fía su futuro y la revolución industrial (ahora verde) que nunca llegó. Y todo han sido facilidades para que saliera adelante. La Junta lo catalogó como Proyecto de Interés Autonómico (Premia) para acelerar su tramitación; y el día antes de colocar la primera piedra le otorgó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva. Además, le ha concedido 81 millones de euros de incentivos regionales, que se suman a otros 120 millones de euros aportados por el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial del Ministerio de Industria. En total, la inversión rondará los 700 millones, aunque inicialmente se llegará a los 245 millones. 

Con tal proyección, esta iniciativa empresarial es también la esperanza de toda una comarca para revertir su declive demográfico (la localidad tiene apenas 9.000 habitantes) y convertir una de las joyas del turismo extremeño en un revulsivo económico y social. En su primer año en marcha prevé crear 50 empleos directos, que requerirán una formación específica, para llegar hasta los 300 cuando esté en plena producción y en torno a mil en total con el trabajo indirecto.

Antes de decidirse por España, la empresa planteó otras ubicaciones como Arabia Saudí o China, pero finalmente se fijó en Extremadura y en sus más de 3.000 horas de sol anuales. Porque esa es otra de las innovaciones que hacen único este proyecto. Los más de cien reactores que comenzarán a funcionar en la industria se alimentarán únicamente de energía solar, lo que permitirá además mitigar su alta demanda eléctrica. 

Para ello, Powen Energías Renovables construirá a ocho kilómetros de la industria una planta fotovoltaica de 120 megavatios que incluirá almacenamiento con un sistema de baterías de hasta 60 megavatios de potencia. «Será la primera fábrica de diamantes de Europa con nuestra tecnología de reactores de plasma alimentada con energía fotovoltaica», dice Rafael Benjumea, vinculado a Trujillo. ¿Por qué aquí? «Son muchas las razones, pero la combinación de capacidad de suministro eléctrico en la subestación, terreno industrial disponible, terreno para la planta solar de autoconsumo, junto con el apoyo de las administraciones local y autonómica ha sido clave», añade.

De momento, los plazos y compromisos anunciados en 2021 se están cumpliendo a rajatabla.

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