28M. Primera entrega de la encuesta de Ágora Integral para El Periódico Extremadura

El paro y la sanidad, principales problemas de los extremeños

Son los dos asuntos que más inquietan a los extremeños de cara a las próximas elecciones. En tercer lugar colocan la situación económica y en cuarto, el transporte y las comunicaciones

Manifestación del 1 de mayo en Mérida, en la que se reinvindicaron salarios dignos.

Manifestación del 1 de mayo en Mérida, en la que se reinvindicaron salarios dignos. / EL PERIÓDICO

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

No es tanto el porcentaje de desempleo que existe ahora mismo, que sí es cierto que ha bajado a lo largo de esta legislatura, es sobre todo que han caído, y en mayor medida, los salarios. El trabajo se ha precarizado al mismo tiempo que ha subido sin freno el precio de los alimentos, de manera que se ha encarecido la cesta de la compra y cuesta llegar a fin de mes aún teniendo un contrato fijo.

Por otro lado, aunque la sanidad extremeña es de las mejores valoradas del país, es una evidencia la falta de especialistas en los hospitales, lo que agranda las listas de espera, así como el colapso en la Atención Primaria. Además, la región no es capaz de retener a los nuevos futuros médicos porque las condiciones sociales y económicas no llaman la atención.

Ambas realidades, presentes en el día a día de los ciudadanos, se reflejan en la encuesta electoral que Ágora Integral ha realizado para El Periódico Extremadura de cara al 28M y que en su primer capítulo aborda cuáles son los principales problemas de quienes viven en la región extremeña. En este ranking de preocupaciones, en el primer puesto está el empleo, con una cifra del 58,8%; y en segundo lugar la sanidad, con el 28,4%.

La despoblación está en sexto puesto, es una de las heridas que arrastra la comunidad

Asimismo, la tercera posición es para la situación económica (un 26% de los encuestados ha puesto el foco en ella). Antes de que la guerra de Ucrania trastocara el contexto internacional, la inflación ya había empezado a escalar posiciones. La invasión por parte de Rusia ha potenciado aún más que el IPC continúe al alza, afectando a todos los sectores.

Y en cuarto lugar se coloca el transporte y las comunicaciones (con un 20,2%). Aquí, varias claves: un tren de alta velocidad que no termina de arrancar y que acumula averías y retrasos, las autovías que siguen pendientes y el socavón que todavía mantiene en obras la carretera nacional que une Cáceres y Badajoz, las dos capitales de provincia.

Los impuestos

¿Qué más preocupa a los extremeños? Ya en menor medida, aunque también destaca, los impuestos (que han entrado directamente en campaña electoral por la queja de unos del excesivo IRPF que pagan las familias de clase media y por la petición de otros de que las rentas más altas aporten más), la gestión política (también de lleno en campaña, por las críticas desde la oposición a quienes han gobernado por el retraso en la mayoría de los proyectos) y la despoblación, una de las heridas de Extremadura que seguirá sangrando.En la última década la comunidad ha perdido más de 50.000 habitantes; la previsión es que de aquí a 2037 se esfumen otros tantos, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay pueblos en los que ya no nacen niños porque la gente joven se ha marchado.

¿La educación y la vivienda?

En puestos más bajos están la educación y la vivienda, con un 5,4% y un 5,1%, respectivamente. Aunque en el caso de la educación la cifra se duplica y sube hasta el 11,8% en la franja de edad entre los 18 y los 30 años. 

Y, curiosamente, las últimas posiciones de este ranking las ocupan temas que están a la orden del día, como el cambio climático, que solo preocupa al 1,5% de los encuestados. Igualmente, el agua, como concepto general, solo lo han elegido el 1,3%.

Ambas cuestiones están directamente relacionadas con la sequía que amenaza y daña al campo y, en consecuencia, al resto de la sociedad. A la falta de lluvias se unen unas temperaturas elevadas por encima de los valores medios. En abril se marcaron máximos históricos de calor y mayo va por el mismo camino. 

Y entre esas últimas posiciones, también la cultura, con un 1,6% de interés. 

En la cola, cerrando la lista, la inmigración (0,5%).

En el análisis por franjas de edad, las prioridades de alguna manera cambian. En los jóvenes de 18 a 30 años, la preocupación mayor, más allá del empleo, es el transporte (además de la citada educación).

Entre quienes tienen entre 31 y 64 años, la economía y la sanidad (también el empleo) son las cuestiones que más inquietan. 

Y más allá de los 65 años, aumenta el porcentaje de preocupación por las cuestiones sanitarias.

A CONTINUACIÓN, EL RAKING DE PREOCUPACIONES, AL DETALLE

Bajan los desempleados, pero también los salarios

Las últimas cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social de principios de mes dibujaron una nueva bajada del paro en Extremadura, con la cifra de 80.524 personas en la cola del Sexpe, el dato más reducido en la región desde 2008. En la comparación con un año atrás, son 10.360 desempleados menos. Y si se viaja al inicio de la legislatura, unos 20.000 menos. Atendiendo estrictamente a los números, el balance es positivo. Más aún si se tiene en cuenta que los contratos fijos se han multiplicado desde la reforma laboral.

Pero en un análisis más profundo, la realidad es otra. De hecho, la principal reivindicación de los sindicatos (así lo manifestaron el 1 de mayo) es la necesidad de subir los sueldos. Cierto es que se ha elevado el salario mínimo, pero las nóminas de los trabajadores se han estancado. Además, el paro en Extremadura sigue teniendo rostro de mujer y el porcentaje de desempleo juvenil es de los más altos de España, además de que muchos de los que quienes sí tienen un puesto desarrollan un trabajo por debajo de su cualificación.

Colapso en los centros de salud y falta de especialistas

La sanidad siempre en la diana. La pandemia hizo saltar por los aires el sistema y aún perduran las huellas del covid. Hay, básicamente, falta de profesionales en la región. Y la consecuencia es que, en ocasiones, se tarda más de lo que establece la ley en atender a los pacientes. Uno de los principales problemas está en la Atención Primaria, con muchos centros de salud colapsados y con la opción de las consultas telefónicas para aligerar la espera, aunque no a todos los usuarios les convence esta alternativa. Recientemente el SES ha puesto en marcha un programa de refuerzo para lograr que en la mayoría de los centros de salud se dé cita en un máximo de 48 horas. Según Sanidad, ahora mismo solo el 21% de los extremeños está fuera de ese plazo.

A este problema se suma la carencia de especialistas en los hospitales y la complejidad que tiene Extremadura para atraer a los MIR(Médico Interno Residente). Ahí influye el salario ofrecido y la falta de recursos en el medio rural.

La cesta de la compra y las hipotecas, más caras

En el pasado mes de marzo, comprar legumbres y hortalizas frescas en los comercios extremeños costó un 9,2% más que en febrero, la carne de cerdo un 5% más, y las patatas y sus derivados un 3,1% más. Son solo tres ejemplos de cómo la inflación ha ido cebándose. En Extremadura no ha habido tregua y el IPC en la alimentación se disparó en marzo más que en ninguna otra comunidad. Hasta tal punto que en el último año, el coste de llenar la cesta de la compra se ha elevado un 19,3%.

La guerra en Europa, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha potenciado que las tarifas se multipliquen en cualquier sector. No obstante, antes del conflicto bélico, el IPC ya había empezado a escalar.

Pero además, ha habido avisos desde el Banco Mundial del riesgo de recesión global ante la fragilidad económica. La traducción al ciudadano de a pie es, por ejemplo, la subida de las hipotecas para aquellos que optaron por la modalidad de variable.

A la espera de las nuevas autovías y el tren electrificado

El servicio ha mejorado y ya hay un tren rápido cada día (para la ida y para la vuelta), pero las averías y los retrasos se siguen acumulando. La infraestructura ferroviaria extremeña es conocida en toda España por sus carencias. El pasado verano se estrenó ese famoso ‘tren rápido’ y las distintas autoridades presentes hablaron de un hito en la región, pero la realidad es que desde el segundo día empezó a experimentar retrasos de horas. Algunas de esas mismas autoridades llegaron a reconocer que la inauguración debía haber esperado porque la infraestructura no estaba preparada para arrancar. Ahora la promesa es que este verano entre en juego la electrificación, que vendrá a mejorar la oferta y los tiempos de viaje.

Y en relación a las carreteras, por ejemplo, Cáceres y Badajoz siguen a la espera de la autovía que las una mientras han de conformarse con una carretera nacional que continúa en obras por el socavón que provocó el temporal Efraín a mediados del pasado mes de diciembre.

Suscríbete para seguir leyendo