UNA CLÍNICA CACEREÑA HA SIDO DE LAS PRIMERAS EN UTILIZARLA

La IA también ‘salva’ de ir al dentista

Extremadura empieza a aplicar la Inteligencia Artificial a los tratamientos de ortodoncia. Permite llevar a cabo un seguimiento desde casa mediante la realización de imágenes que valora la IA y luego se envían al especialista. La valoración es semanal (mensual de la forma convencional) por lo que el resultado es más «eficaz» y más «rápido»

Muestra de las imágenes que toma el equipo que se ofrece al paciente para que luego la IA valore el tratamiento.

Muestra de las imágenes que toma el equipo que se ofrece al paciente para que luego la IA valore el tratamiento. / Carla Graw

El 20% de la población tiene miedo a ir al dentista, según la Organización Mundial de la Salud, y el 35% asegura ponerse nervioso antes de acudir a la cita. De ellos además entre un 3 y un 5% manifiesta tener fobia dental. Esto no siempre está relacionado con una mala experiencia previa, sino más bien con el temor a sentir dolor, a lo que se unen el pánico a las agujas, a la anestesia o a la incomodidad que se siente durante la visita. De hecho esto lleva a que en muchas ocasiones el paciente solo acuda al especialista cuando la afección ya está avanzada, lo que empeora la situación. La visita, por mucho que se demore, es inevitable. La Inteligencia Artificial puede ser la solución a esta fobia a las clínicas dentales porque ofrece la posibilidad de tratarse desde casa sin necesidad de acudir al dentista, pero siempre supervisado por el profesional médico. 

Esta tecnología comenzó a aplicarse en España hace ahora dos años pero en Extremadura está todavía en una reciente implantación. La clínica cacereña Garías y Delgado es una de las pocas que ya incluye esta posibilidad entre sus tratamientos odontológicos. Una vez que al paciente se le ha prescrito el tratamiento se marcha a casa con un dispositivo que deberá instalar y que será el que velará porque el mismo funcione. 

En esta clínica trabajan con ortodoncia digital invisible basada en fundas elaboradas a medida y que se cambian cada semana o diez días para ir consiguiendo resultados. Pues bien esta nueva tecnología lo que permite es realizar un seguimiento del paciente semana a semana sin necesidad de que el usuario se traslade a la clínica. Consiste en un aparato en el que el paciente debe enganchar su teléfono móvil (previa descarga de una aplicación) para poder tomar imágenes de la boca que luego se enviarán directamente al doctor tras haber pasado un filtro por esa Inteligencia Artificial. El dispositivo se encarga de dirigir al usuario para que tome las fotografías de la manera correcta y ordena incluso repetirlas si no se obtiene el resultado óptimo.

«No quieren venir»

«Habitualmente tienes que venir a la clínica una vez al mes de manera presencial para ver cómo va la evolución, pero esto tiene la ventaja de que no tienes que venir. El gran problema de los ortodoncistas es que los pacientes no quieren venir porque siempre molesta el olor de la clínica, requiere encontrar un hueco,...», explica la odontóloga Kika Delgado. Tiene un añadido más: permite realizar un seguimiento semanal, mientras que en los tratamientos tradicionales suele ser mensual. «La evolución del paciente es mejor y más rápida porque si hay un error se detecta mucho antes y se puede corregir en horas. Si el paciente no está siguiendo bien la higiene se le advierte para que corrija los hábitos,... De la otra manera si hay un error no se detecta hasta que vienes a la consulta de cada mes. Es todo más preciso. Además en las fotografías se ve mejor la boca que de forma presencial», añade la doctora, que ha implantado este nuevo sistema de la mano de Dental Monitoring, una empresa que trabaja con más de 7.500 profesionales de odontología de 50 países del mundo.

Que se dé la posibilidad de no acudir a la clínica no significa que no haya detrás un seguimiento médico, pues esas imágenes que se toman desde el teléfono móvil llegan directamente a la doctora, que las analiza después con detenimiento. También lo hace la Inteligencia Artificial, con la ventaja de que las valora de una forma global, lo que beneficia también en la evolución del tratamiento. «La Inteligencia Artificial mira las imágenes de una forma global. No quiere decir que nosotros ya no sirvamos, porque el ojo clínico es fundamental, pero sí ayuda a detectar muchas cosas. En la odontología hay muchas especialidades y la Inteligencia Artificial las aglutina todas. Mientras el ortodoncista observa la boca con ojos de ortodoncista, la Inteligencia Artificial lo hace con ojos de ortodoncista, de cirujano, de endodoncista,... Eso ayuda a detectar todos los problemas que puedan surgir al paciente», indica Delgado.

Desde el Colegio de Dentistas de Extremadura alaban los avances en la profesión, pero advierten de que en muchas ocasiones «se abusa de la ciencia». No es el caso de esta clínica cacereña, aclara la presidenta del colectivo, Mari Paz Moro, porque aquí el doctor hace un seguimiento directo del paciente. Pero hay otros, agrega, en los que ni siquiera hay clínicas físicas a las que dirigirse. «Lo pides por internet, te mandan los alineadores y te dicen cómo te los tienes que colocar pero en el momento en el que tienes algún problema no hay adónde dirigirse.Tenemos muchas denuncias en el colegio respecto a esto», asegura. La Inteligencia Artificial aplicada a la ortodoncia es otra cosa, siempre hay un especialista detrás pero ayuda a que el tratamiento sea más eficaz.

Suscríbete para seguir leyendo