INCENDIO EN CANARIAS

Dos extremeños en Tenerife: “Se han cargado el pulmón de la isla”

María José Barragán y Luis Miguel Garduño residen a pocos kilómetros de las llamas y cuentan a este periódico que nunca habían vivido algo así

Dos extremeños en Tenerife: “Se han cargado el pulmón de la isla”

Dos extremeños en Tenerife: “Se han cargado el pulmón de la isla” / EL PERIÓDICO

El más grave de España en lo que va de año. Así es el incendio de Tenerife que continúa descontrolado y ha arrasado ya 15.000 hectáreas. Este martes el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que será declarado como zona catastrófica y algunos de sus vecinos que habían sido evacuados fueron devueltos a sus casas.

A pocos kilómetros de las llamas, se encuentran dos extremeños. “Ahora mismo el incendio afecta más a nuestra zona. Hay humo y todo huele a quemado, es un olor peculiar como a candela de pueblo…”, relatan al otro lado del teléfono. María José Barragán es de Monesterio, tiene 29 años y se mudó a Canarias hace tres para trabajar como enóloga. Un año y medio después la acompañó su pareja, Luis Miguel Garduño Sánchez, de 30 años y de Cabeza la Vaca, que trabaja de mantenimiento de climatización. Residen en Tacoronte, al norte de la isla y a lo lejos, desde su balcón, avistaban una zona verde y boscosa. Ahora está tapada por el denso humo y el parque natural Corona, epicentro del fuego, es gris y negro.

Pese a no tener que haber abandonado su casa, están devastados por lo que están viviendo. “Nunca habíamos vivido algo así”, expresan. “Hemos tenido mucha suerte por no ser evacuados”, asegura María José. “No llegaron a trasladarnos al vivir pegados a la costa. Nosotros hubiéramos dormido en pabellones ya que aquí no tenemos familia ni nadie que pudiera acogernos”, relatan.

Sin embargo, les abruma la situación de los vecinos --más de 12.000-- que sí que han tenido que abandonar sus hogares. “Empatizamos con ellos. Da una pena terrible ver cómo han perdido todo”, señalan.  Han tratado con conocidos de la zona de la Orotava y Aguamansa, mucho más próximo al incendio.“Es horrible, los que pueden y tienen animales van a sus casas cinco minutos a darle de comer. La mayoría de vecinos evacuados no han podido regresar porque el humo está muy pegado al suelo y la contaminación del aire está siendo mayor”, explica Luis Miguel.

No les alcanzan las llamas, pero la calidad del aire sí que les afecta. “Está todo lleno de humo y el viento ha provocado que las aceras estén llenas de ceniza”, dice el extremeño.

“No tienen corazón”

“Quien lo haya hecho no tiene corazón. Se han cargado el pulmón de la isla”. Esto fue lo primero que pensaron al saltar la noticia de que había sido intencionado. “Sabían que iba a pasar lo que está pasando por la gran dificultad de acceso a este entorno. No hay limpieza en el bosque porque no se puede y además es un parque protegido. Al interior es prácticamente imposible acceder sin ser a pie. El o los que hayan sido es de no tener conciencia de lo que se van a llevar por delante. Se han cargado el pulmón de la isla”, continúa Luis Miguel.

El ambiente es muy tenso. Es época de vendimia y esto se traduce en mucho trabajo para María José. “Existe gran preocupación por los cultivos. Viven con incertidumbre de vendimiar a toda costa para no jugársela y no perder nada”, cuenta Barragán. “A algunos se les ha quemado parte de su terreno y cuartos de aperos con material agrícola; otros han perdido cultivos”, asegura la extremeña. “Y muchos animales”, añade Garduño. “Los que llegaron a tiempo  gracias a otros ganaderos que cedieron su terreno, pudieron salvar a su ganado. Otros no tuvieron esa suerte…” .

La falta de medios es, a tenor de ambos, un hándicap. "En la Península hay más recursos. Aquí hay que esperar a helicópteros y refuerzos para poder abarcar algo así", señala María José. "Que mala racha para las islas", coinciden.

El futuro lo ven negro. "Además de las pérdidas personales y económicas, es una isla que vive del turismo. A largo plazo afectará, aunque igual sucede como con el volcán de La Palma, que atraerá a los que quieran ver lo que ha dejado el fuego. Sin embargo los expertos aseguran que hasta dentro de 40 años el bosque no volverá a su estado inicial. Es una pena", zanja Luis Miguel.

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