el litro ronda los 10 euros

El precio del aceite se dispara en Extremadura y si no llueve seguirá en ascenso

Las organizaciones agrarias tranquilizan y ven difícil que haya desabastecimiento en la región

«Si llegan las precipitaciones de aquí a octubre o noviembre, el próximo año bajará el coste», dicen

El precio del aceite ha subido considerablemente y los consumidores lo notan en sus bolsillos.

El precio del aceite ha subido considerablemente y los consumidores lo notan en sus bolsillos. / Carlos Gil

El aceite de oliva virgen extra es conocido como el ‘oro líquido’ y la realidad es que cada vez lo es más. El tíquet de la compra no engaña a los extremeños. El precio está por las nubes en las últimas semanas, también en Extremadura. La causa principal es la sequía por falta de lluvias que, por segundo año consecutivo, destrozó la floración del olivo y anticipa una cosecha muy alejada de los volúmenes normales. Así lo confirman desde el sector, que avanza un escenario pesimista tanto para productores como consumidores en la región.

Desde principios de julio, el mercado del aceite vive una escalada excepcional del que dan cuentan los informes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El alza del precio se debe a la falta de producto --algunos ya hablan de «desabastecimiento»-- y a la previsión de que la próxima recolecta no será buena. 

«El año pasado hubo mala cosecha y este tampoco se espera que sea mejor. Es decir, el producto escasea y los precios no paran de subir, pero en algún momento se frenarán. Ante el temor del desabastecimiento de este alimento básico, la gente puede estar tranquila porque no se va a terminar», resalta el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri.

Situación actual de los olivos en Extremadura.

Situación actual de los olivos en Extremadura. / El Periódico

De esta forma argumenta que «no llueve lo suficiente y ante un escenario que tiene mala pinta, los precios han subido. Si llegan las precipitaciones de aquí a octubre o noviembre, el próximo año bajará el coste, pero si por el contrario no llegan, se seguirá encareciendo el valor».

Lo cierto es que la producción ha descendido de manera generalizada en todo el país. Como no podía ser de otra manera, los consumidores han percibido el aumento del coste y hay quienes ya han modificado sus hábitos. «La garrafa de 5 litros ha subido entre 7 y 8 euros y la botella pequeña, 1,5 por lo menos. Ese incremento no se ve reflejado en la nómina del agricultor. Habrá gente que a partir de ahora utilicen un aceite de menor calidad y más barato al que usaban antes», manifiesta Metidieri.

Y es que el precio se duplicó en el último año, y se ha multiplicado por cuatro desde agosto de 2020, y no hay perspectivas de que baje. Con las existencias mundiales en mínimos históricos, las malas proyecciones para la próxima cosecha en Europa y la expectativa de un avance del cambio climático, los costes altos deberían ser la «nueva normalidad», aseguran los analistas. De hecho, los productores advierten de que llegará a los 10 euros el litro de aceite.

El Fraude

Ante la subida, «la probabilidad de fraude aumenta», advierte el responsable de Apag Extremadura Asaja. «Hay que tener mucho cuidado con las marcas desconocidas y con las ofertas extrañas que hay por internet», añade.

El diagnóstico de UPA-UCE es muy similar. Su secretario de Ganadería y Olivar, Antonio Prieto, afirma que el panorama es «preocupante». Además reconoce el miedo «a que las grandes marcas o cadenas de distribución inflen los precios muy por encima de lo que marcan las subidas en origen. Y que las consecuencias recaigan sobre las familias con dificultades económicas. Subir el valor de productos saludables afecta directamente a la salud de los consumidores y en especial, de los vulnerables», dice.

En primera persona

Luis Miguel Bayan posa con su aceite en la finca.

Luis Miguel Bayan posa con su aceite en la finca. / El Periódico

«La reducción de la producción en las almazaras está espoleando los precios»

Tras unos pocos de años trabajando en una multinacional en Madrid, Luis Miguel Bayan decidió dejar su trabajo estable y con «un sueldo seguro a final de mes» por su amor al campo extremeño. «No me arrepiento», apunta. Antes de tomar la decisión de dejar su puesto de trabajo, Bayan compatibilizó las dos labores: «Estaba a caballo entre Castañar de Ibor y la capital española. Atendía los olivares que tengo en el pueblo y cuidaba de ellos con mimo (cultivo ecológico), siguiendo al detalle la materia prima desde el árbol hasta la botella. El objetivo es que la oliva alcance el tamaño deseado y se convierta en un sabroso líquido dorado. Siempre tuve mucha inquietud en elaborar un aceite con personalidad», señala.

Concretamente ‘Extraperlu, el Aceite de Oliva de los Bandoleros’. «Valentía, esfuerzo o saber aprovechar el momento son algunos de los factores claves para emprender», destaca. Para este joven productor, la situación actual de precios «no beneficia a nadie». «Para entender lo que está sucediendo ahora mismo hay que volver la vista al año pasado. Entonces, las temperaturas extremas ya jugaron una mala pasada al sector. La reducción de la producción, unido al mantenimiento del consumo, ha ido provocando una bajada de las reservas en las almazaras que está espoleando al alza los precios también». Según Bayan, «lo peor es que puede ser que el incremento del coste no haya tocado techo».

En su opinión, «cuantos menos intermediarios, los productores ganamos más, el vendedor también, y el cliente paga bastante menos que en un supermercado y recibe más calidad. Mi cultivo se lleva a cabo siguiendo las técnicas de la agricultura ecológica, que, evidentemente, excluyen por completo el uso de productos que no sean naturales. Utilizo la extracción en frío sin filtrar y fabrico un aceite monovarietal, procedente al 100% de aceituna Cornicabra Autóctona», concluye. Su próximo reto es conseguir la Denominación de Origen.

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