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Estos son los 17 lugares patrimonio de la humanidad de Portugal que no puedes perderte

El país luso se caracteriza por su riqueza histórica, cultural y patrimonial. Su cercanía a Extremadura le hace ideal para fines de semana y para escapadas de desconexión

Estos son los 17 lugares patrimonio de la humanidad de Portugal que no puedes perderte

Estos son los 17 lugares patrimonio de la humanidad de Portugal que no puedes perderte / Revista Viajar

La riqueza histórica, cultural, natural y patrimonial de Portugal le sitúa entre los países más atractivos de Europa. Sus peculiaridades y diversidad convierten al país vecino en un lugar idílico para descubrir. Y la cercanía con Extremadura le coloca como unas de las mejores opciones para disfrutar de un fin de semana placentero y sublime, o para escapadas extraordinarias en las que relajarse y empaparse de la singularidad de un pueblo tan cercano y hermano del extremeño.

Estas excepcionalidades también las valoró la Unesco concediendo la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad a 17 espacios lusos, que se deben visitar, al menos, una vez en la vida tanto por su belleza como por su importancia.

Este es el listado

  1. Centro de Angra do Heroismo en las Azores: recibió la declaración en 1983. Angra es la capital histórica del archipiélago ubicado en el océano Atlántico. Data del siglo XV con un trazado renacentista, con edificios de estilo manuelino, barroco y neoclásico. Jugó un papel destacado como escala de las rutas marítimas entre Europa, África y América
  2. Convento de Cristo en Tomar: también declarado patrimonio mundial en 1983. Fue sede de la Orden de los Templario en Portugal y, tiempo después, de la Orden de Cristo, que se encargó de potenciar las exploraciones en ultramar. Su estilo mezcla el románico, el gótico, el renacentista y el manuelino. Cuenta con elementos decorativos inspirados en arte islámico y oriental.
  3. Monasterio de Batalha: Su declaración se remonta a 1983. Su construcción se debe al rey Juan I, en el siglo XIV, como conmemoración de la victoria lusa sobre los castellanos en la batalla de Aljubarrota. Su estilo es gótico flamígero, con elementos manuelinos y renacentistas. Del conjunto, destacan la iglesia, las capillas imperiales y el panteón y claustro reales. También sobresalen la ornamentación vegetal y geométrica.
  4. Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém en Lisboa: Ambos edificios consiguieron la declaración en 1983. Según los expertos, las dos construcciones representan el emblemático estilo manuelino, que mezcla elementos góticos con renacentistas y mudéjares. Se construyeron en el siglo XVI y con ellos se conmemoró los descubrimientos portugueses en ultramar. Contienen obras de arte y tumbas de personajes ilustres como Vasco de Gama y Luis de Camões.
  5. Centro Histórico de Évora: El trazo medieval de esta ciudad fue protegido en 1986. Se caracteriza por calles estrechas y plazas amplias. Y su patrimonio muestra el pasado romano, árabe, judío y cristiano de Évora gracias a los edificios como el templo romano, la catedral gótica, la capilla de los huesos y el palacio de los Duques de Cadaval.
  6. Monasterio de Alcobaça: La Unesco decidió en 1989 declarar este edificio Patrimonio de la Humanidad. Se trata del más grande y antiguo de Portugal, que fundó en el siglo XII el rey Alfonso I. En su estilo se detecta el gótico cisterciense, pero con influencias románicas y renacentistas. No hay que perderse la iglesia abacial, con las tumbas de los reyes Pedro I e Inés de Castro, protagonistas de una trágica historia de amor, y su sala capitular, con un impresionante techo abovedado.
  7. Paisaje Cultural de Sintra: En 1995, la Unesco decidió proteger este rincón de Portugal. Se trata de una villa ubica en la sierra de Sintra, que se rodea de un paisaje verde y exuberante. Su patrimonio arquitectónico refleja estilos de varias épocas como el castillo morisco, el palacio nacional medieval, el palacio da Pena y la quinta da Regaleira, puro romanticismo del siglo XIX.
  8. Centro histórico de Oporto: Su protección data de 1996. El casco antiguo de Oporto se extiende a orillas del río Duero y mantiene en ambiente marinero y comercial. Su arquitectura es una mezcla de estilos barroco, neoclásico y modernista, con edificios como la catedral, la torre dos Clérigos, la estación de São Bento o el puente Dom Luis I. Su cultura está ligada al vino de Oporto, que se produce en las bodegas del otro lado del río.
  9. Sitios Prehistóricos de Arte Rupestre del Valle del Côa: Son Patrimonio de la Humanidad desde 1998 y se trata de un conjunto de 2.000 grabados rupestres al aire libre que datan entre el Paleolítico Superior y el final del Neolítico. En ellos se perciben caballos, ciervos y ganado bovino, además de figuras humanas y abstractas. Según los expertos, representan de manera excepcional el arte prehistórico europeo.
  10. Bosque de laurisilva de Madeira: Desde 1999 este bosque subtropical húmedo cuenta con la protección de la Unesco. Se considera como uno de los mejor conservados del mundo. También se ha convertido en un refugio para la biodiversidad, ya que desempeña un papel trascendental en la regulación del clima y del ciclo hidrológico de la isla.
  11. Centro histórico de Guimarães: Desde 2001, esta ciudad cuenta con la protección de la Unesco. Guimarães es considerada como la cuna de Portugal y en ella nació el primer rey del país, Alfonso Henriques, en el siglo XII. Su casco histórico mantiene el trazado medieval con calles empedradas y casas con balcones de madera. Entre las edificaciones destacan el castillo, el palacio de los duques de Braganza, la iglesia de São Miguel o el convento de Santa Clara.
  12. Región vitícola del Alto Duero: En 2001, la Unesco eligió este paraje para convertirlo en Patrimonio de la Humanidad. Según los expertos, se trata de un espacio que resulta de la interacción del hombre y de la naturaleza a lo largo de los siglos. Es una región montañosa, que atraviesa el río Duero, cuyas viñas producen el conocido vino de Oporto. Las vides se extienden en terrazas escalonadas. Un territorio salpicado de santuarios, aldeas y quintas.
  13. Paisaje vitícola de la Isla del Pico: En 2004, la Unesco posó su mirada en las islas Azores de nuevo para proteger este paisaje, que se caracteriza por parcelas de viñedos delimitadas por muros de piedra volcánica, barrera protectora del viento y del mar. Estas distribuciones se conocen como currais y forman un mosaico único y característico de la zona. El vino que se produce en esta área es el conocido el verdelho, un vino blanco y seco de gran calidad.
  14. Guarnición fronteriza y fortificaciones de la ciudad de Elvas: Edificado entre los siglos XVII y XIX, en 2012, la Unesco le otorgó el título de Patrimonio de la Humanidad. En su origen, estos edificios protegían a la población lusa de los ataques de los españoles, ya que por su ubicación fronteriza protagonizó asedios y batallas. Las fortificaciones se componen de castillo, cuatro fuertes, tres murallas, un acueducto y construcciones militares. Son un ejemplo de la arquitectura militar barroca y neoclásica.
  15. Universidad de Coimbra Alta y Sofía: La ciudad universitaria por excelencia de Portugal ostenta desde 2013 la consideración de la Unesco. Se trata de la universidad más antigua de Portugal y una de las más vetustas de Europa. Se fundó en el siglo XIII y entre su patrimonio destacan la biblioteca Joanina, el colegio real de San Jerónimo y la capilla de San Miguel. Además, cuenta con espacios sublimes y de gran tradición el patio das Escolas y la sala dos Capelos. La zona de la Sofía se refiere al conjunto de colegios universitarios que se sitúan en esa calle.
  16. Real Obra de Mafra – Palacio, basílica, convento, jardín del Cerco y parque de caza real de la Tapada: Su declaración de Patrimonio de la Humanidad se remonta a 2019. Considerado como una obra maestra del barroco portugués, el conjunto fue construido por mandato del rey Juan V, en el siglo XVIII. En su origen, el palacio fue residencia real y, por ello, cuneta con salas de belleza sin igual y una biblioteca de más de 36.000 volúmenes. La suntuosidad del sitio se completa con la basílica, que dispone de seis órganos históricos y dos carrillones con 98 campanas. En el convento vivían frailes franciscanos.
  17. Santuario del Buen Jesús del Monte en Braga: Si existe un ejemplo del arte sacro barroco en Portugal, es este santuario que desde 2019 cuenta con la catalogación de Patrimonio de la Humanidad. Construidos entre los siglos XVII y XIX, cuenta con una iglesia, un convento y un parque que se sitúan alrededor de una escalinata colosal que simboliza la ascensión al cielo. En la magnífica escalinata se observan fuentes, estatuas y capillas con escenas bíblicas y alegóricas.