EL TRAZADO QUE IBA A RECUPERAR LA CONEXIÓN entre PLASENCIA y SALAMANCA SE MANTIENE PARA 2050

El Gobierno descarta agilizar la apertura del tren Ruta de la Plata

«Seamos realistas, el corredor está en pañales», advierte el ministro Óscar Puente

La plataforma volverá a manifestarse: «Hay que echarse a la calle, no hay voluntad política» 

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ayer en Valladolid en el foro donde se refirió al tren Ruta de la Plata.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ayer en Valladolid en el foro donde se refirió al tren Ruta de la Plata. / MINISTERIO DE TRANSPORTES

«La vía de la Plata completa, seamos realistas, está en pañales. No hay las bases suficientes para hablar de ese proyecto en un horizonte temporal razonable o, al menos, que yo me pueda comprometer». Con estas palabras se refirió ayer el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, a la recuperación del tren Ruta de la Plata en un foro organizado por El Mundo de Castilla y León en Valladolid, donde destacó además que el tramo entre León, Zamora y Salamanca, y que es el mismo que llegará a Plasencia, «está en pañales».

En estos momentos este trazado, que discurrirá entre Plasencia y Astorga, está incluido en la red básica global de la Red Transeuropea de Transporte, cuyo horizonte de finalización está fijado en 2050. Esto fue, de hecho, lo que motivó que el Gobierno de Pedro Sánchez licitara en la anterior legislatura un estudio sobre la viabilidad de la recuperación de esta vía, que se cerró en el año 1984. Pero a largo plazo, pues solo para la realización de este informe se dan dos años; es decir, que al menos hasta 2026 no se conocería si económicamente es posible reabrirlo. Y de momento no está ni adjudicado.

Antes de 2040

Ayuntamientos, gobiernos regionales y diputaciones de todos los territorios implicados, entre los que se encuentran los extremeños Plasencia, Cáceres y Hervás, ya han exigido en varias ocasiones la necesidad de agilizar este estudio para poder reabrir cuanto antes esta línea. Lo que se pretende es incluirla en la red básica ampliada, para que pueda estar concluida en 2040. Pero con una salvedad: que su ejecución comience por el tramo entre Plasencia y Salamanca, pues en estos momentos Extremadura carece de conexión ferroviaria con la capital salmantina. Por tanto, este trazado deberá estar terminado antes de 2040.

«No hay bases suficientes para hablar de este proyecto en un horizonte temporalmente razonable»

Óscar Puente

— MINISTRO DE TRANSPORTES Y MOVILIDAD SOSTENIBLE

En cambio, de momento, el Estado no tiene intención de agilizarlo. Al menos así lo hizo saber ayer Óscar Puente. «La infraestructura que existía se arrancó, una parte hoy es vía verde. Hemos conseguido que entre como red global dentro del mapa ferroviario europeo porque era imposible incorporarla antes porque ni siquiera hay estudios», advirtió el ministro. Mantener esta infraestructura en la red global implica que tendría que esperar hasta 2050, en contra de lo que reclaman los territorios, que es ejecutar el corredor oeste cuanto antes.

Óscar Puente recordó, no obstante que, a pesar de que no se pueda recuperar esta conexión ferroviaria entre Extremadura y Castilla y León, sí que se ha avanzado en este corredor oeste por el sur, con la electrificación entre Plasencia y Badajoz que continuará hasta Madrid. Lo que ocurre es que, si no se reabre el tramo entre la capital del Jerte y Salamanca, Extremadura seguirá sin conexión por tren con Castilla y León.

En este sentido el portavoz de la Plataforma Corredor Oeste-Ruta de la Plata, José María Alonso, reprochó al ministro tener un «desconocimiento absoluto de la Ruta de la Plata y en infraestructuras de esta parte del oeste. La respuesta es totalmente imposible de entender», dijo. A su juicio, la Ruta de la Plata es «totalmente viable» y es posible incluirla en la red básica; es decir, para que esté concluida en 2030. «Lo que no hay es voluntad política. Ellos lo que están es potenciando otros corredores», recriminó. Desmintió además al ministro, pues según Alonso ya existe un estudio del tramo entre Plasencia y Salamanca: «Hay un proyecto que detalla que esos 120 kilómetros costarían 900 millones y dos tercios los pondría Europa. A España solo le costaría 200 millones. Y de Salamanca a León costaría 5 millones el kilómetro», señaló.

«Muestra un desconocimiento absoluto de la Ruta de la Plata, es viable incluirla en la red básica»

José María Alonso

— PORTAVOZ PLATAFORMA CORREDOR OESTE-RUTA DE LA PLATA

La plataforma está organizando ya una nueva movilización, que se llevará a cabo el 21 de enero en todos los municipios afectados. Lo harán para presionar a Europa, que este próximo mes de enero tiene que decidir los trazados por los que discurrirá esta red transeuropea: «Si no aparece en enero en los mapas va a suponer cerrar una ventana y habrá que esperar a que se abra otra, lo que no sabemos es cuánto pasará. Esto lo va a retrasar años, lo que retrasará también nuestro desarrollo», advierte Alonso. Por eso saldrán a la calle: «Nos han cerrado los despachos, no nos queda otra que echarnos a la calle para cambiar la voluntad política».

Ha llegado al Congreso

La lucha por la recuperación del tren Ruta de la Plata llegó además al Congreso hace unos días. Veinte diputados del Partido Popular presentaron una proposición no de ley en la que pretendían que el Gobierno se pronunciara. En el documento se insta a «asumir de forma prioritaria y defender que se haga efectiva la inclusión del tramo ferroviario en la red básica ampliada de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) dentro del Corredor Atlántico»; es decir, que pueda estar como máximo en 2040. Extremadura y Castilla y León ya han exigido que el tramo entre Plasencia y Salamanca se construya primero y que, por tanto, debe estar terminado mucho antes. El documento se someterá a debate en la comisión de Transporte y Movilidad Sostenible, de la que forma parte el diputado socialista por la provincia de Cáceres, César Ramos.

Paralelamente, las instituciones de los territorios afectados, entre los que se encuentran la Junta de Extremadura, los ayuntamientos de Cáceres, Plasencia, Hervás y Mérida, así como las dos diputaciones provinciales (ambas y el consistorio emeritense están gobernadas por el PSOE, al igual que el Gobierno central), han solicitado una segunda reunión con el ministro para abordar el asunto e instar a que el corredor oeste se agilice y se ejecute cuanto antes. 

«El soterramiento no puede ser la solución universal, es inasumible»

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, también se mostró tajante en cuanto a las peticiones del soterramiento de vías de varios municipios del conjunto del país: «El soterramiento no puede ser la solución universal porque es inasumible», dijo exactamente. No se refería directamente al caso de Navalmoral de la Mata, sino que hizo estas declaraciones al ser preguntado por la petición de los alcaldes de Valladolid y Palencia, ambos en Castilla y León, que quieren que sus infraestructuras ferroviarias no sean visibles en ninguna de las dos ciudades.

No obstante, su respuesta fue dirigida no solo a ellos, sino a todos esos territorios que solicitan algo parecido, entre los que se incluye el cacereño. Éste exige que las vías por las que discurrirá el tren eléctrico hasta Madrid se escondan bajo tierra para evitar que la ciudad quede dividida en dos partes. Adif ya ha advertido de que no contempla esta posibilidad, entre otras razones porque el soterramiento puede generar riesgo de inundaciones.

«En España hay 75 operaciones de integración ferroviaria pendientes. La deuda de Adif son 17.000 millones de euros. Si tuviéramos que hacer todas las peticiones en diez años, tendríamos que parar el crecimiento del país para hacer los soterramientos», advirtió el ministro. Por eso, afirmó que «es el momento de introducir cordura en esta carrera enloquecida que solo se produce en España» ya que, según detalló, «en Europa no se soterra porque hay que pagarlo». Y puso como ejemplo a Munich: «No está dividida, está partida en siete trozos por el tren y no es un lugar pobre. Hay que aprender a integrar el tren en nuestras ciudades y soterrar solo cuando hay problemas de aislamiento y de seguridad grave». 

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