REACCIONES A LAS DECLARACIONES DEL DELEGADO DEL GOBIERNO QUE DUDA DE SU NECESIDAD

Cerrar Almaraz «sería un revés» para la zona, dicen las cámaras de comercio

Aluden a un estudio que estima que supondría la pérdida de 1 de cada 3 habitantes

Y recuerdan que la central cubre el 7% de la demanda eléctrica del conjunto nacional

Una imagen de la central nuclear de Almaraz.

Una imagen de la central nuclear de Almaraz. / Toni Gudiel

Las Cámaras de Comercio de Extremadura han pedido que se ponderen las consecuencias negativas que podría tener el cierre de la Central Nuclear de Almaraz para los municipios de la zona y para la comunidad autónoma, si se cumplen los planes previstos por el Ejecutivo central, más aún, añaden, «cuando la energía nuclear es considerada como verde en la Unión Europea, y el propio Gobierno de España está defendiendo la utilización de las centrales nucleares en el seno de la misma». 

Responden así a las declaraciones del delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, en una entrevista concedida a este diario, donde manifestó que la central nuclear quizá ya no sea tan necesaria. Quintana lo justificó en la parada de la Unidad I de la central, que se llevó a cabo hace unos días de forma programada, por primera vez en su historia, para no producir a pérdidas. Sí que detiene su actividad de forma habitual para recargar combustible o de forma esporádica por alguna incidencia. En cambio, esta vez la parada se debió a que la generación eólica e hidroeléctrica se habían disparado por la sucesión de borrascas y lluvias, lo que llevó al mercado a cotizar por debajo de los costes variables. En este contexto, el delegado del Gobierno manifestó en este diario que, a pesar de haberse detenido ese reactor, «nosotros no lo hemos notado» porque «seguimos teniendo la misma luz y no ha subido».Lo que le lleva a pensar que quizá ya no sea tan necesaria esta infraestructura.

Afecta al empleo

No lo creen así las cámaras de comercio de Cáceres y de Badajoz, que ponen el acento en diferentes puntos que se verían afectados, como la producción de energía sin generación de emisiones, la creación de empleo de calidad, el incremento de la renta de los municipios o la fijación de población en zonas de la España vaciada, entre otras cuestiones. Para respaldar estos argumentos, recuerdan que Almaraz cubre el 7% de la demanda eléctrica anual, generando cada año el equivalente al consumo de 4 millones de hogares españoles. Solo en el 2023 se generaron 16.927 GWh, «demanda energética que, con el cierre de Almaraz, se debería asumir con otros medios para equilibrar el mix energético, lo que supondría un aumento en la emisión de CO2, además de un previsible encarecimiento en la factura energética», agregan.

En materia de empleo, la planta nuclear cuenta con 700 empleos directos y «de calidad», de los que el 50% son titulados superiores. A estos se añaden los indirectos, «lo que produce un impacto positivo para toda la zona». Así, señalan las Cámaras, «gracias a la producción generada por la central, el municipio de Almaraz se sitúa como el que cuenta con la renta media más elevada de toda la comunidad autónoma, superando a Cáceres o Badajoz», según datos facilitados por el Instituto de Estadística de Extremadura (IEEx) en base a datos de la Agencia Tributaria. Además, los municipios del área de influencia (Saucedilla, Serrejón y Romangordo y otros pueblos de la comarca), también se encuentran entre los que cuentan con una mayor renta de toda la comunidad autónoma.

El PP pide al PSOE que decida sobre su continuidad y Unidas reclama que se cumpla el calendario de cierre

Hacen referencia además a un estudio de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares que ha estimado en un 36% la caída de la población activa en el entorno, «lo que tendría un gran impacto no sólo en la economía, en las empresas de la región y en su pérdida de competitividad, sino también en la demografía», puesto que, según añaden, «se ha realizado una proyección que indicaría una pérdida de 1 de cada tres habitantes, además de un envejecimiento en la población».

Reacciones políticas

De otro lado, el portavoz del PP en Extremadura, José Ángel Sánchez Juliá, también recriminó las palabras de José Luis Quintana sobre la necesidad de la nuclear y apremió a los socialistas a decidirse sobre el fin de Almaraz o sobre su continuidad, como apoya el PP, «frente a un Gobierno que defiende un cierre ideológico por contentar a sus socios de Sumar que cada vez les suman menos».

Precisamente la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, también se refirió a este asunto y pidió que se cumpla el calendario de cierre «ante la campaña que está orquestando el oligopolio eléctrico de la mano tanto de la derecha y del PSOE extremeño». Recordó que el reactor I de la planta está parado por el aumento de la producción de energía renovable y apuntó a que «éste es el camino al que se tiende en un escenario de transición energética». Por ello, insistió en el cierre porque «no queremos una central insegura y porque los puestos de trabajo se van a poder reconvertir» en el proceso de desmantelamiento de la planta, además de con proyectos como el de la gigafactoría de baterías de Navalmoral de la Mata.

La portavoz de Unidas exigió además una paralización de las autorizaciones para la instalación de «megaplantas» fotovoltaicas y que se impulse «de manera decidida» el autoconsumo y las comunidades energéticas locales. Según apuntó, «Extremadura produce el 500% de la energía que consume, un cifra suficientemente alta como para seguir alimentando estas megaplantas, que lo único que hacen es poner en riesgo al sector primario». 

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