paredes que destilan romanticismo

Inés Naranjo, 40 años detrás del mostrador en Mérida

La conocida emeritense regenta Tierra y mar, en la barriada María Auxiliadora, uno de los comercios más emblemáticos de la ciudad

Inés Naranjo, en su frutería-pescadería de Mérida

Inés Naranjo, en su frutería-pescadería de Mérida / ALBERTO MANZANO

La frutería-pescadería de Inés Naranjo tiene 40 años y puede considerarse como uno de los comercios más veteranos de Mérida. Fue bautizada como Tierra y mar, un nombre que suena a campo y a océano, se encuentra situada en la barriada de María Auxiliadora. El negocio es muy apreciado por los vecinos que recurren a él. «Son clientes tan fieles porque nunca he engañado a nadie. Aquí siempre tengo mucha seriedad y productos de la mejor calidad», comenta Naranjo con orgullo.

Ella es una defensora de las tiendas de cercanía y del tú a tú con el vecindario. «El barrio es vital. Soy una defensora del comercio local, que da luz a las calles. Mis clientes son parte de mi familia. Sobrevivo a la competencia de las grandes superficies a base de buenos productos y trato personalizado. Venir aquí es más cómodo y rápido que el supermercado», expresa.

A pesar de todo, juega con algunos ases en la manga. «Conozco a las personas por su nombre, sé lo que compran habitualmente según entran por la puerta. Es un trato muy familiar», indica Inés.En el mostrador y estanterías de Tierra y mar, se pueden comprar, según detalla la propietaria del local, género del norte y del sur de España, como merluza, salmón, sardinas, lenguados, gambas, langostinos... También alimentos extremeños y del resto del país , como cerezas, melones, sandías, naranjas, manzanas, plátanos, aceitunas... Una auténtica maravilla que sigan existiendo lugares como la frutería-pescadería de Inés.

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