HISOTIRA DE SUPERACIÓN

Raúl, con Down y de Plasencia, a un paso de ser funcionario

Raúl Lozano Plata tiene síndrome de Down, que no le ha impedido superar la ESO sin adaptación curricular y sacar la segunda mejor nota en un examen municipal

Ahora cubre una vacante en la lavandería del hospital Virgen del Puerto mientras sigue preparando oposiciones

Raúl Lozano, con síndrome de Down, en la lavandería del hospital de Plasencia.

Raúl Lozano, con síndrome de Down, en la lavandería del hospital de Plasencia. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Si hay una cosa que Raúl Lozano Plata tiene clara es que quiere ser «funcionario» y lleva años preparándose para conseguirlo. Ahora, este joven de Plasencia de 26 años y con síndrome de Down está un poco más cerca de lograrlo, ya que cubre una vacante en la lavandería del hospital Virgen del Puerto. Mientras acumula puntos para los próximos exámenes del SES, sigue estudiando oposiciones.

Raúl estudió en el colegio Escuela Hogar Placentina, sin repetir ningún curso, subraya. Le gusta estudiar, aunque también lo considera «aburrido» y sus asignaturas preferidas son «la Historia y las Ciencias Naturales». En el lado contrario, están las Matemáticas.

Su hermana Virginia apunta que, con un 65% de discapacidad intelectual, «los problemas matemáticos son muy difíciles para él, la comprensión, el razonamiento, la lógica de los números no las entiende, aunque se lo expliques veinte veces».

Aun así, señala que ha sido la primera persona con síndrome de Down en Plasencia en superar la ESO «sin adaptación curricular». La estudió primero en el IES Pérez Comendador y después en el IES Virgen del Puerto.

Toda su vida ha dicho que «quería ser jubilado», aunque después cambió a «funcionario» porque su propósito es «independizarme, ir a mi ritmo» y salir de la casa familiar.

Así, tras terminar la ESO, estudió un ciclo de Cocina en el IES Sierra de Santa Bárbara, que esta vez no superó. «Me gustó en aquel momento», dice, lo que más, los platos que cocinaba y después se comía con los compañeros.

Empezó entonces a prepararse oposiciones, de la Junta de Extremadura y del Servicio Extremeño de Salud. Las primeras fueron de ordenanza y subalterno y no las aprobó. Por eso, optaron por apuntarle a una academia para personas con discapacidad intelectual que hay en Cáceres.

Cuatro años opositando desde Plasencia

Desde el año 2019, se ha estado preparando todo tipo de oposiciones y está muy agradecido a Matías, el responsable de la academia, que le ha ayudado a superar muchas. «Ha ido aprobando, pero sin plaza. En las de camarero/limpiador se quedó a 0,33 puntos de la plaza».

"En una empresa privada nos dijeron que solo admitían a chicas porque no daban problemas"

Virginia Lozano Plata

— Procuradora y hermana de Raúl

También han intentado que Raúl consiguiera trabajo en la empresa privada, pero sin éxito. «Hemos ido a todas las empresas que admiten a personas con discapacidad intelectual, pero hay pocas y ha sido imposible. En una nos dijeron que solo admitían a chicas porque no daban problemas», afirma Virginia.

Por eso, después de todo el esfuerzo de Raúl, les dio «un subidón» cuando consiguió la segunda mejor nota en los últimos exámenes de auxiliar administrativo para el plan de empleo en el Ayuntamiento de Plasencia.

Comenzó a trabajar en Servicios Sociales, en atención al público, que es lo que más le gusta, pero tan solo ha estado en el puesto dos semanas porque les llamaron para que cubriera una vacante en el servicio de Lavandería del hospital y no lo dudaron. «En el SES suma puntos para los próximos concursos/oposiciones» y además, ya estuvo en la lavandería hace dos veranos.

Raúl (centro), con compañeros de la lavandería del hospital de Plasencia.

Raúl (centro), con compañeros de la lavandería del hospital de Plasencia. / TONI GUDIEL

Así, conoce a los compañeros, entre los que se siente acogido y muy querido y también sus funciones. «Soy lento, pero hago mis funciones», afirma.

Mientras su orgullosísima familia sigue en una nube, Raúl no para de estudiar para las próximas oposiciones porque, aunque ha aprobado ya varias, no ha conseguido plaza y esa es su meta. Con todo, anima a otros Down a ser «valientes» y luchar por sus sueños. «Yo soy valiente, hay que intentarlo».

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