SITUACIÓN EXTREMA DEL TRANSPORTE PÚBLICO

Trabajadores del bus urbano de Plasencia: "Llevamos sin cobrar desde julio"

Afirman que ya no pueden más y están "en las últimas"

Les han pedido que aguanten porque cobrarán en breve, pero "nos llevan engañando tanto que no es creíble"

El portavoz de la cooperativa ha señalado que "de momento todo sigue su curso según lo acordado con el ayuntamiento"

Usuarios subiendo al autobús urbano. Conductores han denunciado que no cobran desde julio.

Usuarios subiendo al autobús urbano. Conductores han denunciado que no cobran desde julio. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

"Esto es insoportable. Ya no puedo más. No soy una oenegé y mis hijos tienen que comer". "Estamos pasándolas muy estrechas, estoy en las últimas". Son afirmaciones de varios conductores y socios de la cooperativa del autobús urbano de Plasencia, que han querido hacer pública una situación extrema: "La última vez que cobramos las nóminas fue en el mes de julio".

Desconocen si se debe a la falta de pago de la compensación económica comprometida por el ayuntamiento desde el 2020, para restablecer el equilibrio de las cuentas de la cooperativa. Preguntado por la falta de pago de las nóminas, el ayuntamiento no ha concretado cuándo fue la última vez que se dio la orden para transferir la compensación. Precisamente, en los presupuestos de este año, hay una partida de 280.000 euros con esta finalidad.

Pero, de momento, los conductores no cobran y, en muchos casos, la situación está afectado a la situación económica familiar. "En mi casa hemos estado dos meses con ingresos cero. Yo le he tenido que pedir dinero a mi hermana, señala un socio.

Además, se quejan de que, a pesar de ser "socios a partes iguales", muchos no reciben información de la directiva. Lo que les han dicho es que "aguantemos, que vamos a cobrar pronto, pero nos llevan engañando con eso mucho tiempo y ya no es creíble".

Si se van, pierden el dinero que aportaron

Si pudieran, algunos no dudarían en dejarlo, pero afirman que son "prisioneros" porque aportaron un capital social de unos 40.000 euros y, si se marchan, lo perderían. "Ese dinero daría para mucho, he puesto todos mis ahorros y ahora estamos atrapados. ¿Yo qué hago, me suicido? Es surrealista".

Lo único que quieren es volver a cobrar sus nóminas con normalidad, "que pare esto" y creen que los usuarios les van a apoyar. "La gente sabe que estamos en una situación crítica". Lamentan que "nadie hace nada" y por eso han dado el paso de contar públicamente la situación.

Preguntado por este asunto, el portavoz de la cooperativa, Juan José Ruano, ha afirmado que "de momento todo sigue su curso según lo acordado con el ayuntamiento" y que con la denuncia pública se está "vulnerando el consenso de la cooperativa y a la vez perjudicando a todos".

El contrato con la cooperativa se prorrogó de nuevo el año pasado, después de que venciera, y este año está previsto licitarlo de nuevo. Sin la prórroga, el servicio se habría perdido. También está contemplado licitar de nuevo la adquisición de autobuses elétricos y presentar oferta para conseguir diez de segunda mano de Madrid.

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