Se vino abajo el 22 de diciembre de 2022

La Junta reparará año y medio después el muro que se derrumbó en Las 800, en Badajoz

La Consejería de Vivienda, aunque afirma que no le corresponde esta actuación, acometerá la obra "probablemente durante el mes de junio"

Emilio y Bonifacio, junto al muro apuntalado.

Emilio y Bonifacio, junto al muro apuntalado. / S. García

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Ayer se cumplieron exactamente un año y cinco meses desde que se vino abajo un muro de contención en la calle Tajo, en la barriada de Las 800 de Badajoz. Ocurrió el 22 de diciembre de 2022, el día del Gordo de la Lotería, y a los vecinos de esta calle les tocó la pedrea, en forma de cascotes.

El desplome afectó a un coche que estaba aparcado debajo y que sufrió importantes daños. Acudieron los bomberos y la Policía Local, que colocaron vallas de protección, que han ido desapareciendo. Hace cuatro meses, la Junta de Extremadura apuntaló los restos del muro y así permanece, aunque ha habido amigos de lo ajeno que han llegado a llevarse puntales.

Ahora la Junta anuncia que lo reparará «probablemente en junio». Si cumple este plazo, habrá pasado año y medio desde que se desplomó el «muro de la vergüenza», como lo describe uno de los vecinos afectados, Bonifacio Rodríguez.

La responsabilidad de la reparación no estaba clara. El ayuntamiento sostiene que es de la Junta, que la asumió, aun sin reconocer que la tenga en exclusiva. En respuesta a este diario, la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, ha querido «aclarar» que «no corresponde a la Junta de Extremadura llevar a cabo esta actuación, sino que existe una copropiedad con los dueños de viviendas de la barriada sobre determinados viales y zonas de uso público».

"La consejería no ha tenido hasta la semana pasada el visto bueno del ayuntamiento"

A pesar de ello, «para facilitar la gestión y por seguridad», la consejería «se hará cargo». Aun así, explica que la Junta «no ha tenido hasta la semana pasada el visto bueno del ayuntamiento para llevar a cabo la actuación», por lo que «se ejecutará probablemente durante el mes de junio».

Otro vecino, Emilio, cuenta que el viernes pasado estuvieron junto a sus casas dos técnicos midiendo desde la fachada hasta el frente y toda la longitud. Pero Emilio no sabe quiénes eran. Tampoco Bonifacio. Nadie les informa de nada. Bonifacio no entiende que hayan apuntalado un tramo y colocado una protección metálica en otro, en lugar de poner una solución definitiva. «Para qué han puesto esto ahí, lo tenían que haber arreglado el primer día».

Hace unos días llamó a la empresa que puso la chapa porque se estaban llevando los puntales, como hicieron con las vallas. Más de 20, según Bonifacio. Este vecino se queja el riesgo que representa este abandono, sobre todo para los niños, que podrían caerse. «Cuando los nietos vienen a vernos tenemos que estar pendientes», explica. «Pagamos nuestros impuestos y creemos que tenemos los mismos derechos que donde viven los que tienen perras. Esto es vergonzoso».