Mateos (PP) apela a la unidad para remar por el futuro de Cáceres

Si alguien eleva la mirada en el salón de plenos de Cáceres podrá leer una inscripción que rodea su bóveda. Las paredes esculpidas recuerdan que esa «es la casa de todos los cacereños» y que debe ser «lugar para el debate constructivo». Especial simbolismo recoge esta consigna en un momento en el que la confrontación centra el interés en la esfera política. 

A ese emblema, al que solo se puede llegar si se tiene altura de miras, quiso apelar este sábado de cara a su legislatura el nuevo alcalde de Cáceres, Rafael Mateos. El cacereño, con experiencia como concejal, primero durante la legislatura de Elena Nevado y estos últimos cuatro años como portavoz de la oposición, fue nombrado regidor municipal con el apoyo de su grupo y recuperó la alcaldía de Cáceres para el Partido Popular. Es el noveno alcalde de la democracia y el tercero por su partido, antes ya ocuparon su puesto en representación de los populares José María Saponi durante doce años y más tarde, Elena Nevado durante otros ocho. 

Mateos será hoy el noveno alcalde de la etapa democrática

Su paso por el ayuntamiento estos ocho años se ha caracterizado por un tono conciliador y es precisamente ese talante el que pretende trasladar durante su mandato. Al menos así lo manifestó ante los presentes. Depositó su confianza, como sus antecesores, en el «diálogo» y la «capacidad de llegar a puntos de encuentro» para «remar juntos por lo que nos une que no es otra cosa que mejorar la vida de los cacereños». 

«Nuestro objetivo es conseguir una ciudad con posibilidades para todos»

Rafael Mateos

— alcalde de Cáceres

Mateos tomó posesión en una sesión breve y estrictamente ceñida al protocolo. Sí contrastó la panorámica de un salón de plenos lleno y el movimiento en un ayuntamiento especialmente calmado en las últimas semanas. Entre los presentes, los 25 concejales que juraron su cargo y que ocuparon sus sillones en la sala, salvo los dos ediles que componían la mesa de edad. Consolación López (Unidas Podemos) presidió el acto al ser la concejala de mayor edad y Ángel Órdaz (Partido Popular) ocupó otro asiento en la mesa al ser el más joven de la corporación.

Estuvieron presentes autoridades como la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, y el presidente de la Audiencia Provincial, Joaquín González Casso, el vicario de la Diócesis de Coria-Cáceres, Diego Zambrano y el jefe de la comandancia de la Guardia Civil, Rafael Roldán, entre otros. También quisieron presenciar el momento familiares de los ediles y miembros de la sociedad civil cacereña. 

El orden del día previsto contó con dos puntos, la constitución del ayuntamiento y la elección de alcalde. Todos los ediles, veteranos y primerizos, prometieron lealtad al rey --los dos concejales de Unidas Podemos también lo hicieron pero por imperativo legal--. Sí juró su cargo, fue el primero, Luis Salaya, que ocupará su escaño de concejal tan solo durante unas semanas después de que anunciara que deja la política. Le sustituirá Alberto Serna. 

Fue precisamente el alcalde saliente el encargado de protagonizar una de las anécdotas de la jornada puesto que rompió el protocolo y entregó el bastón de mando al alcalde. En la ceremonia de investidura se usó un ejemplar de madera con empuñadura de oro y remate de plata que data de 1982 y que mide 90 centímetros. Ambos se fundieron en un abrazo, también un gesto con especial simbolismo en un traspaso de poderes que el propio Salaya aseguró la noche electoral que sería «ejemplar». 

La votación, a mano alzada, fue concisa y ajustada. Los 11 concejales del PP votaron a favor de Mateos. El resto de partidos votó a su candidato, el PSOE con 10 ediles, Unidas Podemos con 2 y Vox con otros 2. Cumpliendo la normativa, el candidato con mayor número de apoyos fue designado pasada la media hora ante una sonora ovación. «Queda constituida esta corporación tan joven», concluyó la presidenta de la mesa. 

Orgullo y responsabilidad

En su discurso, concreto y sosegado, incidió en que «Cáceres tiene que ocupar el hueco que le corresponde, debe sacar pecho y mirar siempre hacia adelante» y manifestó que no «escatimará esfuerzos para liderar ese ambicioso camino». 

En sus primeras declaraciones públicas ya como alcalde, quiso dedicar unas palabras de agradecimiento a sus compañeros de partido «por subirse a este barco sin pensárselo dos veces» y a su familia «por compartir aventura". Aprovechó para aplaudir la labor de sus antecesores, en especial a Salaya, «por el esfuerzo realizado en una legislatura marcada por la pandemia». 

«Confío en el diálogo y en la capacidad de llegar a puntos de encuentro»

Rafael Mateos

— alcalde de Cáceres

Aseguró que gobernará con «orgullo, arrojo y la responsabilidad». «Siento un orgullo inmenso de poder trabajar por mi ciudad, de volcar mi conocimiento, mi experiencia para conseguir que Cáceres siga avanzando, siento una gran responsabilidad, la que corresponde cuando sabes que tus pasos guiarán los de tanta gente y siento el arrojo para conseguir que ese orgullo y responsabilidad se transformen en hechos». Concluyó con una declaración de intenciones: «no me busquéis con los brazos cruzados, a mí siempre me vais a encontrar con la camisa arremangada, con mi cuaderno listo y el móvil cargado, nuestro objetivo es conseguir que Cáceres sea una ciudad con posibilidades para todos y con empleo para nuestros jóvenes y se que vamos a conseguirlo».

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