el ayuntamiento habla de un plan integral que aún no se ha iniciado

Cáceres: la jungla de las pintadas

La policía local todavía no ha practicado detenciones por este asunto

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

El objetivo de los gamberros se ha centrado de lleno este verano en el centro de la ciudad: palacios de intramuros, casco histórico, Sánchez Varona y ahora Busquet (que fue remodelada por el gobierno de Salaya) y Hernando de Soto están haciendo de Cáceres una capital ejemplo de mala praxis por aquellos que piensan que lo que hace es arte cuando en realidad causan destrozos que suponen un desembolso económico para las arcas municipales.

El ayuntamiento ha insistido en que trabaja en la elaboración de un plan para frenar este acoso, pero lo cierto es que todavía no se han implementado medidas. También ha indicado que la policía local está detrás de los posibles autores pero no ha habido ningún detenido desde que el pasado mes de julio aparecieran los primeros actos vandálicos con la pintada de flechas amarillas en el recinto momumenal. A partir de ahí ha sido un no parar. Cáceres es la jungla de las pintadas mientras la Mesa del Grafiti, anunciada hace años no se convoca.

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