Entrevista | Diego Hernández Presidente de la Primera Confederación Empresarial Cacereña (COEPCA)

«En Cáceres hay prosperidad y futuro, estamos ante la mayor revolución»

Diego Hernández Pavón.

Diego Hernández Pavón. / CEDIDA

Ha tardado, pero se ha conseguido. Acaba de constituirse al fin la Confederación Empresarial de la Provincia de Cáceres (COEPCA), que llega para «defender los derechos e intereses de los empresarios y profesionales asociados a las organizaciones miembro». Y esas organizaciones son en principio 13, intersectoriales, las más representativas en sus ámbitos de comercio, turismo, agricultura, transportes, limpieza, formación… Impulsada por la Cámara de Comercio, estará presidida por Diego Hernández Pavón, uno de los fundadores del Círculo Empresarial Cacereño hace cinco años y miembro de la saga empresarial Grúas Eugenio, conocida por su dinamismo (trabajos de elevación, logística en rodajes de cine…).

Por fin los cacereños se unen en un solo movimiento empresarial. ¿Por qué nos ha costado tanto en un territorio con claras necesidades de organizarse y avanzar?

Porque ha faltado diálogo, y ahora se ha producido el entendimiento y el consenso que requería un paso así. Lo han pedido los empresarios y los autónomos, convencidos de que hay que cambiar las cosas. No era de recibo que esta provincia, ni tan rica ni tan importante, tuviera dos federaciones empresariales en Cáceres y Plasencia, y distintas asociaciones sectoriales luchando por su cuenta. En otros territorios vemos que estas organizaciones funcionan y sacan a sus sociedades adelante, aquí eso no ocurre, hay que cambiarlo. El motor económico es la empresa y en esta provincia no tiene el papel que le corresponde.

Díganos las claves principales de esta unión. Lo que necesita Cáceres con urgencia.

En primer lugar, en clave interna, los distintos sectores estábamos reivindicando por separado cuestiones que nos afectan a todos. Si un agricultor, un industrial o un comerciante sufren la asfixia de partidas como el gasoil o las materias primas, necesitamos afrontarlo en conjunto porque la mitad de nuestros problemas son compartidos. Pero sobre todo, en clave externa, Cáceres tiene ahora mismo planteado un esquema brutal para iniciar la mayor transformación que ha vivido nunca. Hay grandes proyectos encima de la mesa que pueden hacerlo posible. Y para ello debemos crear una provincia atractiva que anime al inversor a venir sin miedo; debemos aclarar el exceso de zonas ZEPA; debemos comprender que las minorías no pueden paralizar iniciativas importantes para todos. En Cáceres hay prosperidad y futuro para nuestros hijos, depende de nosotros, estamos ante la mayor revolución empresarial.

Proyectos que llegan como la mina de litio… Precisamente usted fue el primero en defenderla abiertamente ante la opinión pública cuando su sola mención era un tabú.

Sí, lo hice en nombre del Círculo Empresarial Cacereño, porque entendemos que la mina de Cáceres y la de ‘Las Navas’, en Cañaveral, son una oportunidad, como también la gigafactoría de Envision en Navalmoral, la fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo, el ecopolígono CC Green en Cáceres con el primer centro de datos libre de carbono de Europa, el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético, o el complejo del Gran Buda. Cáceres no se encuentra en situación de desechar ningún tipo de proyecto, lo que tenemos que hacer es acompañar las inversiones de ese tamaño, ser inteligentes. El empresariado debe participar en estas decisiones, no parece lógico que sigamos al margen y las tomen solamente aquellas personas que no han gestionado nunca un negocio.

¿Por dónde se empieza?

Hay que terminar las infraestructuras necesarias para que la provincia tenga las bases que necesitan los inversores, por ejemplo acabar la autovía de Navalmoral a Castelo Branco. Debemos facilitar que quienes vivan en un municipio puedan trasladarse a trabajar a otro, a una de esas plantas industriales. Todo el mundo habla de despoblación y no se hace nada de alcance. Luego está el AVE, pero no queremos un tren para que nuestros hijos se vayan antes, sino para que venga gente a una provincia dotada de buenas empresas. El AVE debe traer más que llevar. En cuanto al aeródromo, desde el mundo empresarial no entendemos que en tantos años no haya sido posible encontrar un lugar. Debería estar ya en marcha. No podemos invitar a los inversores a que vengan si no tenemos infraestructuras que ofrecerles. Hay que empezar en serio si queremos vender una provincia abierta.

El turismo se ha convertido en un motor importante. ¿Lo estamos aprovechando bien?

Se nos llena la boca diciendo que vivimos del turismo y resulta que los presupuestos que se le destinan son los más bajos en la Administración. Hay algo que no encaja, porque claro que existen carencias en el sector. Si quieres que una empresa funcione, tendrás que invertir en ella, y si tiene éxito, tendrás que seguir haciéndolo. El turismo en Extremadura va bien gracias a los empresarios. Las instituciones deben apostar más con un criterio generoso, no bajo mínimos. Para pensar en grande hay que gastar.

¿Volverá ‘La Casa del Dragón’? Nos consta que tiene hilo directo con la productora…

Claro que volverá ‘La Casa del Dragón’. Si Dios quiere, y los empresarios cacereños nos lo proponemos, posiblemente vengan más series.

¿Necesitan las empresas cacereñas más jóvenes de FP?

Ahora mismo en Cáceres se necesita de todo. Por ejemplo, tenemos un filón con el sector de la informática pero falta personal. En el tema de los profesionales hemos pinchado, no hay oficio, hay que hacerlo. Sería bueno que la Administración nos preguntara a los que realmente damos trabajo a los jóvenes qué es lo que necesitan las empresas. La FP va a jugar ahora una parte importante en el tema de la revolución empresarial que llega a Cáceres, pero vamos tarde, hay que acelerar con la formación dual y no parar con ningún obstáculo burocrático. No tenemos tiempo.

¿Qué piensa cuando acude a diario a Las Capellanías?

Yo ‘vivo’ en Las Capellanías y es entrar en el peor polígono de la provincia. Está obsoleto, dejado por los sucesivos Gobiernos locales. Parece mentira que el pulmón económico de la ciudad tenga ese estado de desidia y abandono, como para llevar allí a los inversores. Una de las soluciones pasa por apoyar proyectos que darían otra imagen a la zona, caso del CC Green. El ayuntamiento debe intervenir.

Cáceres optará a ser Capital Cultural Europea en 2031 ¿Cómo lo ve el empresariado? Hay rivales fuertes: Granada, Toledo, Burgos…

Si se quiere conseguir, una de las patas de esa capitalidad debe ser, desde el primer momento, el empresariado. Hay que implicarlo. Nosotros siempre vemos estas iniciativas como una oportunidad, pero siempre que nos den participación, porque muchas veces el problema de Cáceres es que esa participación se queda dentro del ayuntamiento. La ciudad y la provincia han cambiado. Vienen buenos tiempos y hay que acogerlos con ilusión. Nos tenemos que animar a nosotros mismos, convencernos, hablar y estar unidos como provincia.

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