Entrevista | Carlos Chimpén Doctor en psicología / Profesor de la Uex / Presidente de la Asociación Española de Terapia Narrativa

«El discurso de la violencia llega ahora a más gente y se interioriza»

Carlos Chimpén, doctor en Psicología Clínca y de la Salud.

Carlos Chimpén, doctor en Psicología Clínca y de la Salud. / CARLA GRAW

Se llama terapia narrativa y está muy reconocida en EEUU, Canadá o Australia para tratar a los jóvenes que muestran conductas violentas. Carlos Chimpén, profesor de la Facultad de Enfermería y Terapia Ocupacional de la Universidad de Extremadura, fundó en 2011 la Asociación Española de Terapia Narrativa, que engloba a un centenar de profesionales y colectivos. Trabajan con personas que tienen trastornos alimentarios, enfermedades degenerativas y otros problemas, especialmente con jóvenes con algún tipo de medida judicial por conductas violentas o con aquéllos que agreden a sus propios padres. Doctor en Psicología Clínica y de la Salud, y director del Máster Universitario en Terapia Narrativa de la Uex, Carlos Chimpén ofrece su visión de lo que está ocurriendo en la sociedad.

¿Existe en general más violencia en la sociedad de hoy, o al proliferar los medios y redes sociales con mensajes instantáneos desde cualquier punto, puede parecernos que el fenómeno va en aumento?

Los medios de masas, incluidas las redes sociales, hacen efectivamente que esos discursos de violencia lleguen a más gente, y el problema es que las personas los interiorizan con mayor facilidad que antes, por tanto se amplifican. No me refiero a que generen más violencia por imitación, lo que se produce es una intersección de mensajes de competitividad, de poder, de individualismo…, y ese discurso, por reiterado, se acaba validando. Uno puede llegar a entender que tiene que utilizar la violencia para progresar, para conseguir ponerse por encima de alguien, para ser el más fuerte y llegar arriba en la escala social.

Acabamos de vivir en La Madrila un hecho inédito: la policía ha tenido que disparar al aire para parar a un individuo que conducía rápido por zona peatonal. El viernes, otro temerario causó heridos en Aldea Moret y no atendió a los agentes. Ya vemos ciertas conductas en entornos generalmente tranquilos…

El tema también está en el cuestionamiento de la autoridad, lo mismo que ocurre en la violencia filio parental. Si empiezas a cuestionar a tus padres, puedes acabar interiorizando que es posible pasar por encima de cualquiera, pensando que nadie te va a frenar para hacer lo que quieres o decir lo que te apetece. Y eso también se ve mucho en las redes sociales, conductas en contra de la policía, incluso enfrentamientos, que hace unos años eran impensables, la gente respetaba la autoridad salvo quizás una minoría. Y además, como los medios sociales evidencian que tampoco hay repercusiones graves, pasa lo mismo que con la agresividad contra los padres, que nos quedamos sin herramientas para evitar esas conductas.

El tema de los desnudos por Inteligencia Artificial en Almendralejo ha tenido repercusión nacional. ¿Considera que el excesivo consumo de porno está detrás de estas faltas y delitos sexuales en distintos grados?

Vuelvo a referirme a la intersección de discursos a través de las redes sociales, y a su efecto en los niños y jóvenes. Ahora mismo, 41 estados de EEUU han denunciado a Meta porque entienden que genera conductas adictivas. Cuando entras por ejemplo en Instagram, observas cómo chicos y chicas que defienden que son libres de hacer lo que quieran, se muestran más exhibicionistas para recibir ‘likes’, que ellos consideran perfectos. Pero el que no los obtiene o es blanco de críticas, comienza con los problemas de autoestima. Luego algunos se animan y dan el paso a entrar en páginas donde reciben dinero rápido por exhibir su físico. Vamos aumentando la intensidad y hay quien acaba ejerciendo el porno. Dentro de este ámbito existe mucha violencia. Hay investigaciones que revelan la cantidad de maltratos hacia la mujer en una escena de minutos. Pues bien, esa pornografía se está viendo por parte de algunos niños a los 8-9 años. Si siguen expuestos a ella, a los 13-14 años pueden acabar validando los mensajes, y al final vemos hechos que se saltan todos los límites.

¿Qué es la terapia narrativa?

Cuando nos enfrentamos a un problema, todas las personas tenemos tendencia a verlo de forma muy individualista: «soy yo», «soy el responsable», «está en mis genes». Nosotros intentamos a través de estas terapias que tomen conciencia de que hay ciertos factores de nuestra cultura y nuestra sociedad que también nos afectan desde fuera, y que pueden hacer que ese problema que tenemos se amplifique. Entendemos por tanto que los problemas son relacionales, y por ahí abordamos las soluciones.

¿Qué hacen en concreto con un chico que ha mostrado conductas violentas delictivas?

En primer lugar, resulta fundamental que el chico tome la responsabilidad de lo que ha hecho, ahí no hay excusas. Una vez asumida, intentamos deconstruir todas aquellas cosas que le impiden darse cuenta de que ha cometido más o menos conscientemente esa conducta violenta y que debe alejarse de ese comportamiento. Llegados aquí, desmontamos los contextos sociales, por ejemplo las películas, la música, las series e incluso algún deporte que le ha hecho creer que la violencia puede ser utilizada en algún momento. Interioriza que no deben recurrir a ella a la hora de defender sus argumentos, que ése no es el camino, que está mal y que no tiene justificación.

¿En concreto, cómo llevan la terapia a la práctica?

Por tres vías. Hacemos prevención desde los institutos; hacemos intervención a nivel individual y a nivel de familia; y en tercer lugar, intervención colectiva o comunitaria. Por poner un ejemplo de esta última, reunimos a chicos que estaban cumpliendo medidas judiciales (la mayoría por violencia contra sus padres) con personas con diversidad funcional de COCEMFE. Comprobaron de primera mano cómo era el día a día de estas personas, su auténtica valentía, y les cambió la perspectiva. Se dieron cuenta de que no hace falta utilizar la violencia para salir adelante en la vida.

¿Los jóvenes agresivos con una conducta dura y reiterada pueden llegar a reconducirse?

Hay estudios que dicen que el 85% de los chicos que han pasado por estas situaciones se recuperan, pero es importante el tratamiento por parte de profesionales. Muchas veces los padres intentan solucionarlo por su cuenta y no es fácil salir sin ayuda profesional. 

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