La ejecución del área comercial junto a Carrefour en Cáceres se desatasca

El ayuntamiento pedirá al Ministerio de Transportes la cesión de un tramo de la avenida del Ferrocarril (N-630), el comprendido entre la rotonda de los Donantes de Sangre y la del Movimiento Scout. A esta solicitud se le dará forma este jueves con su dictamen en la comisión informativa de Urbanismo. Detrás de este requerimiento lo que hay es un intento de solventar los inconvenientes que está teniendo el desarrollo del espacio comercial que está entre la avenida del Ferrocarril y el hipermercado de Carrefour y poder aprobar su programa de ejecución para empezar la obra de urbanización del terreno.

El acceso del espacio comercial a la N-630 que los promotores proponen en su proyecto tiene informe desfavorable de Demarcación de Carreteras. La avenida del Ferrocarril es de titularidad estatal y tiene la consideración de carretera. Una de las razones de la negativa de Transportes es que no se pretende una conexión, sino un acceso y la normativa estatal prohíbe «cualquier acceso de explotaciones colindante, con o sin actividad, a carreteras que sean multicarril». No permite que la entrada y salida a la nueva zona comercial se haga a la avenida del Ferrocarril.

Al pedir la cesión del tramo, lo que se busca es que al pasar la carretera a ser de titularidad municipal y convertirse en una vía urbana ya no sea necesaria la aplicación de la ley de Carreteras y de la normativa técnica complementaria. Es la misma solución que se adoptó para solventar el informe negativo de Carreteras a los accesos al centro comercial Way, que está al otro lado del Carrefour.

Pero mientras que esta cesión se completa, lo que se pide por los servicios de Urbanismo del ayuntamiento es que Carreteras, una vez que la solución definitiva será la cesión del viario, informe de en qué condiciones se puede ejecutar el acceso, con una autorización provisional del mismo, para poder seguir con el expediente para la aprobación del programa de ejecución del espacio comercial.

Vinculado a la cesión, por parte del ministerio se tendría que redactar y ejecutar un proyecto de mejora y acondicionamiento del tramo, en el que está pendiente de ejecutar una acera en su margen oeste (en la que ya hay un carril-bici), que se debe acometer por parte de los promotores de la zona comercial, y una mejora del pavimento de la calzada y de su señalización horizontal, actuaciones que corresponderían al ministerio.

La opción de la cesión del tramo se planteó por Demarcación de Carreteras como solución, además de porque la citada avenida ya tiene un carácter urbano y puede perder su función de carretera dentro de la red del Estado. Como una alternativa también se llegó a plantear por Carreteras que los promotores ejecutasen una vía de servicio entre las dos rotondas, posibilidad que éstos desestimaron por su coste. Con independencia de que con la cesión el tramo deje de tener la consideración de carretera, en sus informes el órgano del Ministerio de Transportes hacía alusión a que con este nuevo acceso a la avenida del Ferrocarril se pueden producir retenciones de tráfico en las horas puntas.    

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