El bombo

Cáceres, en la cumbre del mundo

Imagen de archivo del Centro de Cirugía de Mínima Invasión de Cáceres.

Imagen de archivo del Centro de Cirugía de Mínima Invasión de Cáceres. / EL PERIÓDICO

Antonio Sánchez Buenadicha

Antonio Sánchez Buenadicha

Desde tiempos inmemoriales se han derramado lágrimas y se han lanzado al aire multitud de lamentos como expresión de la Extremadura doliente. Cuantas veces nos hemos flagelado aludiendo al olvido en el que nos tienen. Con cuanta frecuencia hemos examinado con lágrimas el lugar que ocupamos en el PIB, en el paro o en la industrialización. 

¿Habrá algo en lo que destaquemos? ¿ Llegará el día en el que seamos los primeros en algo?, nos preguntábamos escépticos. Pues ha llegado. Y no hoy o ayer sino desde hace bastante tiempo y sin embargo la mayoría de los ciudadanos cacereños y extremeños lo ignoran. ¿Cabe mayor despropósito? Tanto llorar para llegar a esto. Hoy en día el nombre de Cáceres está en boca de todos aquellos que intentan progresar en sus conocimientos de la microcirugía.

Hoy en día en todo el mundo de la investigación se sabe que en Cáceres se llevan a cabo las investigaciones médicas más avanzadas y que sus hallazgos le han consolidado como el centro de mínima invasión más prestigioso del mundo. Cientos de investigadores del más alto nivel vienen desde los más remotos territorios nacionales y extranjeros a sus aulas para conocer los últimos adelantos en las diversas áreas de la medicina a la que dedican su tarea.

Y hoy lo que se le pide a los cacereños y extremeños en general es bien sencillo, que firmen la petición del premio Princesa de Asturias para este ejemplar centro. Para nuestra vergüenza debo decir que aunque la campaña para captar firmas dio comienzo hace meses en este momento hemos firmado unas 5.000 personas. Echen cuentas hasta llegar al millón de habitantes.

A lo mejor resulta que si estamos los últimos en muchas cosas somos nosotros los que damos razones para ello. ¿Cómo te puedes quejar de que no te oyen si no levantas tu voz? Probablemente sea la única vez que puedas presumir de ser el primero en el orden mundial ¿ y ni siquiera eso te mueve para hacer algo positivo? El Centro de mínima invasión merece ese y otros honores pero quizás algunos cacereños no merecen ese centro. 

* Profesor