Fútbol. Segunda Federación

El Coria no sale de su bloqueo mental

Los celestes suman una jornada más sin ganar y caen a la zona de descenso tras igualar sin goles ante el Atlético Paso (0-0)

Nané, del Coria, pugna por el balón con un jugador del Atlético Paso durante el partido disputado en el estadio de La Isla.

Nané, del Coria, pugna por el balón con un jugador del Atlético Paso durante el partido disputado en el estadio de La Isla. / CD CORIA

0 - Coria: Diego Mirón, Cera, Joserra, Asiel, Melli, Sergio Gómez (Mercadal, minuto 86), Deco (Traver, minuto 74), Santi Luque (Félix Ledesma, minuto 74), Isma Cerro, Alberto y Nané.

0 - Atlético Paso: Kellyan, Javi Castellano, Pelón, Ayoze, Loic Williams (Fede Olivera, minuto 67), Guti, Moreno, Mitsuki (Zabaleta, minuto 67), Alberto Oca, Borjas Martín (Dambelleh, minuto 57) y Aridane.

Árbitro: Álvaro García Padilla (Comité de Madrid). Mostró tarjeta amarilla a los visitantes Moreno, Loic Williams, Ayoze, Aridane y Fede Olivera.

Incidencias: 1.650 espectadores en el estadio de La Isla. Antes del partido el Coria hizo entrega de varias placas a ayuntamiento, Policía Local, Cruz Roja, Guardia Civil y Protección Civil por su colaboración con el club.

El Coria empató sin goles (0-0)con el Atlético Paso en un partido soporífero y que se diferencia en mucho al jugado por los caurienses 15 días atrás ante Navalcarnero.

Mucho se jugaban los dos equipos en el choque, unos para salir de los puestos de descenso y los otros por asegurarse de manera virtual la permanencia en Segunda Federación.

En una tarde muy calurosa, el Coria salía al terreno de juego con la intención de poner el marcador a su favor en los primeros minutos de partido. Ese era el guión esperado por toda la afición que se daba cita en las gradas de La Isla. Pero nada más lejos de la realidad. La posición en la tabla clasificatoria hacia que los jugadores celeste estuvieran con las piernas, y sobre todo la cabeza, sin ideas y sin la fluidez en ataque que le ha impreso Diego Merino desde su llegada.

Los canarios, bien plantados atrás, sin complicaciones en defensa y con la intención de sacar provecho a alguna contra que les sirviera para ponerse por delante en el marcador y jugar con la posible ansiedad del equipo local, estaba cómodos.

Una acción del partido entre el Coria y el Atlético Paso.

Una acción del partido entre el Coria y el Atlético Paso. / CD CORIA

Pasaban los minutos y ni uno ni otros tendrían ocasiones dignas de mención dentro de las áreas contrarias, ya que se merodeaba poco por esas zonas del terreno de juego.

Así se llegaba al descanso para que los hombres de Merino aclararan ideas y los de Manolo Sanlúcar siguieran con ese guión de partido, donde el empate no les venía mal dados los resultados en otros partidos de la jornada.

El técnico local pedía en el descanso tranquilidad a sus jugadores y que jugarán con paciencia, vaticinando las ocasiones para el segundo tiempo, que no llegarían hasta el último tramo de partido. Anteriormente, en el minuto 56 y en la jugada mejor trenzada por los celestes, Nané y Sergio Gómez se iban en un dos contra uno y el delantero cordobés lanzaba a puerta cuando lo más fácil hubiera sido ceder hacia su compañero.

Era el primer acercamiento con criterio de un Coria que desde la grada se veía espoleado por el público, pero más con el corazón que con la cabeza.

Los jugadores de ambos equipos pelean por hacerse con el control de la pelota.

Los jugadores de ambos equipos pelean por hacerse con el control de la pelota. / CD CORIA

El Atlético Paso estaba muy cómodo en defensa y los caurienses no sabían entrar en una zaga cada vez más hundida sobre su área y donde claramente le valía el empate.

Insistencia local

El último tramo de partido fue el de más insistencia local con un Cera que se incorporaría por banda derecha para poner centros al área, en uno de ellos Félix Ledesma cedería sobre el lateral y Nané remataría a centro de éste para que Kellyam hiciera la mejor intervención de la tarde. Era el minuto 79.

En el 82 el portero canario sería nuevamente protagonista cuando dejaba pasar un disparo de Alberto pensando que iba fuera, dando el balón en el palo lo que bien podría haber sido el 1-0.

Ese era el bagaje ofensivo de un partido dónde Diego Merino tendrá que sacar conclusiones y cambiar mucho en la dirección de las dos jornadas anteriores si quiere llevar a buen puerto este proyecto que por el momento no conoce lo que es llevarse tres puntos a su casillero, dejando nuevamente dudas del juego del equipo celeste.

El próximo partido de los caurienses no será nada fácil, ya que rinde visita a un Villanovense que actualmente está en posición de playoff de ascenso y que lucha por ese objetivo.

Diego Merino: «Esto sigue, no hay tiempo para lamentos»

Dos aspectos tenía muy claros Diego Merino tras el empate sin goles del Coria ante el Atlético Paso: que la carga emocional había pesado más que nunca por un lado y que «esto sigue, no hay tiempo para lamentos». Y ahí incidió en varias ocasiones en que ya toca pensar en Villanueva, localidad que visitarán el próximo domingo para enfrentarse a un Villanovense que pelea por la fase de ascenso. «Uno nunca sabe dónde están los puntos», indicó también en varias ocasiones el preparador cauriense.

«Lo hemos intentado de todas las maneras. Hemos concedido muy poco o nada. Es verdad que nos hubiese gustado estar más fluidos en alguna ocasión. Hay que levantarse y saber que todavía quedan 12 puntos en juego. No nos vamos a dar por vencidos. Hay que coger lo positivo de hoy e ir a por el partido de Villanueva», decía Merino, que elogiaba, como en ocasiones anteriores, el esfuerzo de todos los jugadores. «No le puedo reprochar nada a los chicos. Le han puestos mucho corazón».

«Hemos hecho todo lo que hemos podido para ganar. He visto al equipo más tensionado que otras veces, pero es normal. En este momento de la temporada hay que jugar también con eso, con la situación mental», reiteraba el preparador emeritense, consciente de que no vale de nada ponerse a hacer las «cuentas de la lechera». «Esto va a ser una montaña rusa de emociones y el que sienta el vértigo, se va al hoyo. Estamos muchos en la pelea y cualquier rival es complicado, pero nadie se come a nadie».

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