El Sepad vuelve a licitar las cafeterías de los centros de mayores

Segundo intento para las cafeterías de los centros de mayores. El Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) volverá a licitar la explotación de estos locales después de que más de la mitad de los lotes quedaran desiertos en la primera convocatoria. Para ello se recurre nuevamente al contrato de concesión de servicios, lo que implica que las propias empresas asumen el riesgo y ofrecen el canon que están dispuestas a pagar. «El interés es que se abran para convertir los centros en espacios abiertos, dinamizadores y posibilitar las relaciones, el esparcimiento y el desarrollo de actividades», indican desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales.

Las cafeterías de los centros de mayores se cerraron en 2020 debido a la pandemia y la mayoría de las que dependen del Sepad han continuado así hasta ahora. Algunas llegaron a funcionar tras el confinamiento, pero por las restricciones impuestas debido a las sucesivas olas y el poco volumen de negocio que tenían solicitaron la resolución de los contratos. 

Luz verde a la reapertura de los bares de los centros de mayores en Extremadura

Los precios siguen por debajo de los de mercado, pero se han actualizado con el IPC de 2023 y para 2024 subirán otro 4%

Su reapertura ha sido una petición insistente de los usuarios tras el fin del estado de alarma y la vuelta de las visitas a las residencias, pero el problema, según la Junta, era la dificultad que planteaba la redacción de un contrato de esta envergadura. Del Sepad dependen 41 centros de mayores y, por ende, también sus bares. No fue hasta el pasado 7 de diciembre cuando el Consejo de Gobierno autorizó la licitación de este servicio, que se publicó a mediados de ese mismo mes en la Plataforma de Contratación del Estado con un presupuesto de 8,8 millones de euros. La adjudicación en el caso de las residencias de la provincia de Cáceres es de dos años y de cinco para las de Badajoz.

Condiciones "inviables"

Pero no tuvo el éxito esperado y más de la mitad de los lotes quedaron desiertos: 22 de 41 cafeterías que se querían abrir. La razón, según trasladaron entonces los hosteleros, que los requisitos que se exigían en el contrato hacen que el negocio sea «inviable». Entre ellos, unos horarios estrictos, los precios tasados por la Administración y la imposibilidad de que pueda acceder el público general.

Tras este primer fracaso, el Sepad lanza un segundo intento y volverá a licitar el servicio. El expediente para la provincia de Cáceres ya se ha publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público y el de Badajoz lo hará en breve. En la provincia cacereña el nuevo contrato abarca 9 centros: San Francisco y sociosanitario, ambos de Plasencia; Residencial Cervantes de Cáceres, y los centros de mayores de Hervás, Moraleja, La Vera y Puerta Berrozana (ambos de Plasencia), Trujillo y Plaza Mayor de Cáceres. 

En este caso, la Administración ha optado por una concesión de servicios, de forma que no hay presupuesto de licitación y el adjudicatario asume los riesgos operacionales. Se seguirá además el procedimiento restringido: cualquier empresa interesada podrá presentar una solicitud de participación (el plazo estará abierto hasta el 12 de junio), pero después solo podrán hacer proposiciones aquellos empresarios que, en atención a su solvencia, sean seleccionados por la Junta. 

La concesión incluye el desarrollo de todas las prestaciones necesarias para gestionar la cafetería y el comedor de los centros. Según se explica en los pliegos, este derecho de explotación implica la transferencia al concesionario del riesgo operacional (las pérdidas no se compensan), pues la Junta considera que es «un incentivo fundamental» para que el contratista ponga todos los medios en obtener la mayor afluencia y ofrecer un servicio de calidad. 

Memoria económica

Los pliegos del contrato se acompañan de una memoria económica con una estimación de los gastos que tendrá que asumir el adjudicatario: canon anual (un 10% del importe de los gastos de gas, agua, electricidad, calefacción, etc.), los gastos de personal (un camarero o ayudante de cocina por centro a jornada completa), los gastos de limpieza, mantenimiento y conservación, otros gastos generales (primas de seguros contra incendios o responsabilidad, sistemas de análisis de riesgos y control de puntos críticos, uniformidad, etc.) y por último, los gastos de alimentación, en los que se ha incluido un incremento del 4% por la inflación. 

Con respecto a los precios de venta al público, siguen por debajo de los de mercado para adaptarse al perfil de los usuarios, pero se han actualizado conforme al IPC de 2023 y para 2024 se prevé otro incremento del 4%. Así, por ejemplo, el café costará 1,10 euros, las tostadas especiales 1 euro, los bocadillos entre 1,30 y 2 euros y los menús diarios 8,50 euros. Para el conjunto de los nueve centros, el Sepad estima un volumen de negocio de casi 865.000 euros, por lo que concluye que con la concesión prevista habrá margen de beneficios para los adjudicatarios.

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