UN ESTUDIO DEL INSTITUTO DE SALUD GLOBAL DE BARCELONA ATRIBUYE AL CALOR 11.324 FALLECIMIENTOS EN EL TERRITORIO NACIONAL

El calor mató el verano pasado a 425 personas en Extremadura

Las altas temperaturas (hubo niveles negros) y el envejecimiento de la población, principales causas

Cáceres, la tercera con mayor tasa de mortalidad. Badajoz se situó 107 puntos por encima de la media

Una mujer se refresca en una fuente.

Una mujer se refresca en una fuente. / EL PERIÓDICO

El calor mató el verano pasado a 425 extremeños, lo que supone casi el 12% de las defunciones registradas en el periodo estival -3.549 según el Instituto Nacional de Estadística (INE)-. Las altas temperaturas estuvieron detrás además del 3,63% del total de las defunciones en Extremadura el año pasado, cuando fallecieron 11.701 personas. Los datos se extraen de un estudio publicado esta semana en la revista Nature Medicine y elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, que concluye que 188 de esos decesos por calor en 2022 se registraron en la provincia de Cáceres y 237 en la de Badajoz. Y es que el del año pasado ha sido el verano más caluroso hasta ahora. De hecho en la región los niveles de alerta tiñeron el mapa de negro por estas fechas, pues se llegaron a alcanzar los 47 grados en la provincia de Badajoz y los 44 en la de Cáceres.

No es la primera vez que se realiza en España un estudio de este tipo. Ya lo hizo el año pasado el instituto Carlos III de Madrid, pero en este caso cifraba en 278 las personas que habían perdido la vida a causa de las altas temperaturas, casi la mitad de las que dice ahora el instituto barcelonés, lo que ocurre es que este último es más completo. El Instituto de Salud Global ha utilizado modelos estadísticos más específicos que permiten contabilizar no solo los fallecimientos relacionados directamente con las altas temperaturas (golpe de calor, deshidratación...), sino también los que se produjeron de manera indirecta por la agravación de las patologías que tuviera la persona fallecida. Esto ha supuesto triplicar también los decesos que hasta ahora se habían atribuido al calor del verano en el conjunto nacional. Así, según este organismo barcelonés, en el conjunto del país fallecieron el año pasado por esa causa 11.324 personas, frente a las 4.700 que estimaba el madrileño. España es el segundo país europeo con más muertes, por detrás de Italia.

Riesgo de muerte por las altas temperaturas en Europa. En Extremadura es de las más altas.

Riesgo de muerte por las altas temperaturas en Europa. En Extremadura es de las más altas. / IS GLOBAL DE BARCELONA

Por provincias

La investigación publicada ahora en la revista Nature Medicine sitúa además a la provincia cacereña a la cabeza en la tasa de mortalidad. Con 460 muertes por cada millón de habitantes es la tercera con más prevalencia de todo el territorio nacional, solo superada por Zamora (la primera de esa lista, con una tasa de 587 fallecimientos por cada millón de habitantes) y Ourense, con 466. De las tres con la tasa de mortalidad más alta Cáceres es la que registró más fallecimientos, 188 frente a los 109 de Zamora o a los 150 de Ourense. La media nacional se sitúa en 237 muertes por cada millón de habitantes, 223 puntos por debajo de la de Cáceres.

La provincia de Badajoz está también entre las diez con la tasa de mortalidad mayor. El año pasado, según este estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona, registró 344 defunciones por cada millón de habitantes, la décima con más prevalencia y 107 puntos por encima de la media nacional. Superan a Badajoz Zamora (587), Ourense (466), Cáceres (460), Ávila (436), Palencia (425), Salamanca y León (410), Ciudad Real (403) y Soria (389). De todas estas provincias la pacense es la que más muertos notificó por el intenso calor, 237. La siguiente fue Ciudad Real, con 209.

«Los veranos van a seguir siendo muy cálidos, hay que concienciar y adaptarnos para reducir el efecto»

Marcos Quijal

— INVESTIGADOR Y COAUTOR DEL ESTUDIO

Los investigadores apuntan a las altas temperaturas registradas y al envejecimiento de la población como posibles causas. «No se ha entrado a investigar las diferencias entre regiones pero sí se ha comprobado que en el centro de España hay más mortalidad que en las zonas costeras», indica uno de los coautores del estudio e investigador predoctoral en el organismo barcelonés, Marcos Quijal. Según explica, «una de las razones puede ser que las temperaturas fueran más altas en 2022 y, por tanto, a mayor riesgo hay mayores valores de mortalidad». Pero también influye, agrega, «la población envejecida». «Si juntamos los dos factores, si combinamos la alta exposición (al sol) con la vulnerabilidad (población mayor) nos dan valores más altos de lo normal en estas regiones», sostiene Quijal.

61.672 muertes en Europa

El estudio se ha realizado sobre 823 regiones de 35 países europeos y cifra en 61.672 las muertes atribuibles al calor en toda Europa entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre. Concreta además que 38.811 de estos decesos notificados en todo el continente, casi el 63%, ocurrieron entre el 11 de julio y el 14 de agosto, coincidiendo con las temperaturas más altas (precisamente cuando se activó el nivel negro en Extremadura fue el 11 de julio y la ola de calor duró una semana). «Generalmente en el sur de Europa encontramos mayor riesgo de mortalidad para temperaturas altas. Puede haber muchos factores pero entre ellos es que son regiones en las que hace más calor en verano», subraya Marcos Quijal. A lo que se une, como en el caso de Extremadura, la vulnerabilidad de la población por la edad.

El estudio ha comprobado también que las altas temperaturas afectan más a las mujeres, pues los datos apuntan a que la mortalidad prematura atribuible al calor fue en este caso un 63% superior a la de los hombres. Puede deberse a múltiples variables pero por ahora lo único que ha podido constatar la investigación es que la prevalencia en mujeres es mucho mayor en las mayores de 80 años. «Hay más mortalidad sobre todo en el rango de edad más alto y esto puede deberse a que generalmente las mujeres tienen una mayor esperanza de vida por eso, cuando llega una ola de calor, el grupo de población de mujeres mayores es más alto que el de los hombres y son más vulnerables», incide Quijal.

El objetivo de los investigadores es concienciar a la sociedad y a las administraciones de que el calor es un grave problema de salud, más aún teniendo en cuenta que cada año se marcan récords de temperaturas (sin ir más lejos esta semana Extremadura está pasando la segunda ola de calor de la temporada). «Vamos a seguir teniendo veranos muy cálidos, entonces es importante ser conscientes de todos los problemas que conlleva y en la medida de lo posible intentar adaptarnos y reducir el efecto», sostiene Marcos Quijal.

De hecho en la investigación enfatizan en la necesidad de las medidas de prevención y sistemas de vigilancia. «Si tenemos datos disponibles podemos identificar las poblaciones más vulnerables», apunta el coautor. Cita también la importancia de la estructura de las ciudades (si tienen zonas verdes, espacios para refrescarse...): «Una mejor estructura de las ciudades es una forma de evitar los efectos de las temperaturas en la sociedad», concluye Quijal. 

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