El frío aterriza en Extremadura. Amaneceres heladores que invitan a un buen fuego, una manta sobre los hombros y a perder la mirada en el horizonte contemplando un paisaje evocador. Extremadura en invierno huele a hogar, a bosque, a frutos silvestres y a flores; aromas sugerentes que nos trasladan a la infancia, cuando la nieve cubría como un manto impoluto nuestro entorno.

En esta época del año, Extremadura es un espectáculo: las dehesas blancas de la escarcha se llenan de animales cuando sale el sol; las grullas retoman su estancia en la región y los pueblos, adormecidos por el frío, rescatan sus tradiciones. La nieve apunta en el norte. El puerto de Honduras y Piornal se cubren bajo una capa blanca, y la Covatilla, en Salamanca, pero lindando con Extremadura, recibe a los aficionados a los deportes de invierno.

Si deseas conocer Extremadura en invierno, te proponemos algunos planes, que te descubrirán otro lado de esta región sorprendente y desconocida para muchos.

Los pueblos

En estos meses invernales, los pueblos extremeños celebran algunas de sus fiestas más tradicionales. Las más conocidas son la carrera de San Antón en Navalvillar de Pela (16 de enero), el Jarramplas de Piornal (19 y 20 de enero) y Las Carantoñas de Acehúche (20 de enero).

Pero Almendralejo celebra la fiesta de la Candelaria el 1 de febrero. La localidad pacense arde en llamas. Las campanas de la torre de los Almendros anuncian con sus repiques la quema de las candelas.

Jarramplas. EL PERIÓDICO

Tras las candelas, llega el carnaval. Esta fiesta goza de muy buena salud en algunas zonas de Extremadura como Badajoz, que desde 2022, es fiesta de Interés Turística Internacional, Navalmoral de la Mata, Mérida o Villanueva de la Vera como el Pero Palo, fiesta declarada de Interés Regional, que simula el juicio a malandrín.

Naturaleza

Pero si más que de tradiciones eres de naturales, no puedes perderte el espectáculo del regreso de las grullas a Extremadura o el de las cigüeñas que, para San Blas, vuelven a posarse en tejados y campanarios de la región.

Cuando las temperaturas gélidas del norte de Europa se imponen, las grullas remontan el vuelvo e inician el viaje a zonas cálidas; y escogen las vegas del Guadiana para esquivar la crudeza invernal.

Se calcula que Extremadura recibe unas 75.000 ejemplares de esta ave, pero este año se han reducido a 50.000 por la sequía. No ha cultivado este año ni maíz ni arroz, por lo que las grullas se encontraron con escasos recursos tróficos y han cambiado su distribución. La asociación Grus Extremadura ha elaborado el censo en el que se recoge que hay 183.084 grullas comunes invernan en España repartidas en 13 comunidades autónomas, principalmente en Extremadura.

Las cigüeñas ya anidan en Extremadura. EL PERIÓDICO

Además de grullas y cigüeñas, otras especies invernan en la región: palomas torcaces, abubillas, estorninos... Todas ellas eligen los grandes espacios naturales extremeños para disfrutar de un invierno con temperaturas suaves.

La oferta patrimonial

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Las opciones de Extremadura son incalculables y junto a la naturaleza y las tradiciones, el turista puede disfrutar del rico patrimonio. Visitar Cáceres y su ciudad monumental significa adentrarse en el Medievo gracias a un conjunto, cuya conservación provoca el elogio y sorpresa de cualquiera. O Mérida, con su pasado romano y visigodo; Trujillo, de donde partieron al nuevo mundo Francisco Pizarro y Francisco de Orellana.

Son sólo un ejemplo porque el pasado extremeño ha dejado muestra de riqueza en toda la región para placer de los ciudadanos del siglo XXI.