Opinión | Es decir

Demasiada actualidad incapacita

Ayuso junto a su pareja.

Ayuso junto a su pareja.

La actualidad rebosa. Está el caso Koldo, por ejemplo, que afecta a varios ministerios y administraciones autonómicas. Pero también la amenaza de Miguel Ángel Rodríguez al digital eldiario.es («Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar».), pues no se trata de cualquier Miguel Ángel Rodríguez, sino de MAR, el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid. O, ya que se sale la presidenta de la Comunidad de Madrid, los problemas fiscales de su novio, que si son noticia por sí mismos (fraude a Hacienda de 350.951 euros), lo son también, indirectamente, por poner en entredicho a los inspectores de la Agencia Tributaria, si es cierto que se han revelado datos fiscales que la ley tributaria no solo impide revelar sino que el acceso a ellos está vetado incluso al mayor alto cargo político del Ministerio de Hacienda, en este caso la ministra María Jesús Montero, la cual, a su vez, y aparte de anticiparse a los medios de comunicación manifestando que varios medios de comunicación habían publicado que el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid “está viviendo en un piso que se pagó con fraude a Hacienda y que se pagó con las comisiones de las mascarillas en la peor situación de la pandemia”, habría cometido también un delito penal de revelación de secretos por valerse del poder del Estado para actuar al margen de la ley con el fin… valdría decir que de perjudicar a un adversario político, pero parece tratarse, más bien, de proteger al presidente del Gobierno. Y es que también es noticia la denuncia del Partido Popular contra el presidente Sánchez por un posible conflicto de intereses en el rescate de la compañía Air Europa por parte del Gobierno, debido a los vínculos de su mujer, Begoña Gómez, con la aerolínea, de la recibiría unos 40.000 euros anuales para la fundación que ella dirige o dirigía, IE Africa Center.

Uf, demasiado para un solo párrafo. No es extraño que Miguel Ángel Muñoz, el subdirector, se quejara una vez, cortés y refunfuñón, de que son siempre demasiado extensos, estos párrafos tan poco periodísticos, tan poco adecuados para la composición de un periódico y, sobre todo, para su lectura. Más cortés que refunfuñón, todo hay que decirlo, porque Miguel Ángel podría haberse quejado directamente de que son intensos, en el peor sentido de la palabra, tal como se dice que una persona es ‘intensa’, es decir, redicha, cargante, aburrida, en fin, insoportable, y, sin embargo, él se refirió elegantemente a ‘extensos’, aunque piense que son ‘intensos’, en realidad, y en el peor sentido.

La actualidad es la que es y no resulta fácil elegir, o desechar. ¿Elegir el matonismo de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta Díaz Ayuso, y no el de Óscar Puente, ministro de Transportes?

Pero la actualidad es la que es y no resulta fácil elegir, o desechar. ¿Elegir el matonismo de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta Díaz Ayuso, y no el de Óscar Puente, ministro de Transportes? Ya se dijo aquí hace unas semanas que el ministro Puente debe de ser lo que parece. Tanto es así que el jueves, en la red social que antes se llamaba Twitter, dejó este comentario sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso: “Testaferro con derecho a roce”. Pero es que el día anterior escribió dos tuits ágrafos al presentador de un programa de la cadena Cuatro, a saber: «A mí [sic] no me asusta un matón por mucho programa de televisión que tenga», el primero, y: «No recules. Has amenazado por tuiter [sic] a un ministro del Gobierno de España», el segundo. Y, en cuanto desechar, no se puede desechar el adelanto electoral en Cataluña, siquiera porque Pere Aragonès ha empezado la precampaña con fuerza, acusando ya a Salvador Illa (y con razón: el PSC fue el más votado en Cataluña en las generales de julio) de ser «un delegado de La Moncloa» y advirtiendo al independentismo que «un delegado de La Moncloa no se plantará frente a Pedro Sánchez para conseguir el traspaso de Rodiales» («entre otras cosas», debería haber añadido).

Como se ve, hoy se podía hablar de todo menos de Puigdemont y la amnistía, una magnífica noticia para los lectores y los opinantes, un descanso. La actualidad está tan completa de actualidad, sin embargo, que no ha habido forma de concretar. Demasiada actualidad invalida los asuntos, incapacita la opinión, una única opinión, porque, sin saber por qué decidirse, se termina por decidir que todo. Y todo, bien pensado (piénsese), es a causa o como consecuencia de la amnistía y Puigdemont, desde el señor Koldo hasta el traspaso de Rodiales.

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