EL APUNTE

77.440 electores para elegir al alcalde

El trece es el número de la fortuna en la corporación municipal. Con trece concejales, un candidato se convierte en alcalde

Luis Salaya y Rafael Mateos, en junio de 2019, cuando ambos ya se habían enfrentado por primera vez en unas elecciones.

Luis Salaya y Rafael Mateos, en junio de 2019, cuando ambos ya se habían enfrentado por primera vez en unas elecciones. / Francis Villegas

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

Queda menos de un mes para la celebración de las elecciones municipales del 28 de mayo, unos comicios con diez candidaturas, una cifra récord. Serán las elecciones con más listas desde las primeras, las de 1979, tras la reinstauración de la democracia. A estos comicios están llamados a votar 77.440 electores, 600 más que en las últimas municipales, las de mayo de 2019. El sorteo para la composición de las 105 mesas electorales del municipio se celebrará la próxima semana.

Estos son los datos. Pero en estas elecciones, para las que no se prevén mayorías absolutas, el alcalde no se decidirá la noche del 28 de mayo, sino en las negociaciones durante las tres semanas siguientes, hasta la investidura el 17 de junio, entre los partidos que saquen representación de las urnas

La primera clave para analizar qué puede ocurrir ese 17 de junio es la disgregación del voto en el centro y la derecha. Si estas elecciones se celebrasen sin tantas ofertas en este lado del arco electoral, el favorito claro para ganarlas, por lo que suele ocurrir en estos comicios en Cáceres, sería el PP. 

Aún puede ganarlas, lo hizo en todas las celebradas desde 1991, la excepción fue 2019, pero nunca por mayoría absoluta porque el PP tiene que repartir sus votos con Vox y también con Cs, la designación de Francisco Piñero como candidato de los naranjas quitará al PP más papeletas que si el cabeza de lista hubiese sido otro. A esto se suman también los votos que puede restarle el candidato de Levanta, Felipe Vela. Puede que ni Piñero ni Vela logren el acta, pero son votos que se le quitan sobre todo al PP.

La segunda clave es que el PSOE no tiene tanta competencia en su franja electoral. Tiene la de siempre (antes IU y ahora Podemos) y los votos que puede perder por partidos regionalistas progresistas, como. por ejemplo, Una Extremadura Digna. El PSOE nunca ganó unas elecciones por mayoría absoluta en la ciudad y en mayo tampoco lo haría porque parte de su electorado lo tiene que compartir con Unidas Podemos, que en las últimas elecciones siempre ha mantenido el mismo porcentaje de votos, en torno al 10% .

La tercera clave es la profusión de candidaturas cacereñistas y regionalistas que se presentan a estas elecciones. El peor enemigo de todas es la ley electoral, que exige un 5% de los votos para tener representación. Necesitarán entre 2.500 y 3.000 papeletas, la cifra definitiva dependerá del porcentaje de abstención. Si ya es difícil llegar a ese 5%, la diversidad de la oferta de partidos que se alejan de las marcas nacionales lo hará mucho más difícil. La última vez que un partido de estas características logró un concejal fue en 2007. Fue Foro Ciudadanos de Felipe Vela y entonces no había otra lista local o provincial. Hace solo un año, el único partido local o regional que anunciaba que se iba a presentar era Cáceres Viva, con su candidato Francisco Alcántara. Ahora hay otras cuatro candidaturas provinciales y regionalistas.

El escenario más probable es que de las urnas del 28 de mayo salgan cuatro partidos con concejales. Por un lado PP y Vox. Y por el otro PSOE y Podemos. Los que sumen trece concejales tienen la alcaldía y el gobierno local. Si algún otro partido saca representación, todo cambia si se necesita su voto y todo podrá ser ya posible, tanto como en 2019, cuando Luis Salaya no supo que iba a ser alcalde hasta la madrugada del día de la investidura.

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