a sus 32 años ha sido presidente, vocal primero y segundo vocal desde las elecciones de 2015

Lo llaman por cuarta vez para una mesa electoral en Cáceres

El azar se empeña con David Borrella, que lleva cuatro comicios asumiendo esta responsabilidad

David Borrella posa en la Pabellón Polideportivo de Moctezuma, donde el 23 J tendrá que estar en la mesa electoral.

David Borrella posa en la Pabellón Polideportivo de Moctezuma, donde el 23 J tendrá que estar en la mesa electoral. / Carla Graw

Lo que le ha sucedido a David Borrella Monteserín puede ser uno de esos casos más insólitos que alguien pueda vivir con respecto a las elecciones, a sus 32 años ya le ha tocado estar en tres ocasiones en la mesa electoral y con la del 23 de julio va a ser la cuarta. Ha pasado por todos o casi todos los puestos que hay en una mesa electoral, ha sido presidente de la mesa (el que se ocupa de garantizar el desarrollo de la elecciones), vocal primero (que tiene que tachar los DNI de una lista) y vocal segundo, cuya ocupación es apuntar el nombre y apellidos además del DNI en otra lista. Comenta, con sorna, que esta vez no le hará falta el manual de instrucciones. 

La mayor preocupación que tiene en estas proximas elecciones es el calor que se prevé en las instalaciones del Pabellón Deportivo de Moctezuma, donde le ha tocado otra vez ser parte de la mesa electoral. 

Estas mesas están compuestas por un presidente y los dos vocales correspondientes. Son personas elegidas aleatoriamente entre las incluidas en la lista de electores de la esa correspondiente.

“Por 70 euros no compensa pasarte todo el día en una mesa electoral”, apunta Borrella

Si a un ciudadano le toca pertenenecer a la mesa electoral las autoridades tienen hasta tres días para comunicárselo, también tienen derecho a un permiso retribuido de jornada completa durante el día de la votación, además de un reducción de jornada de cinco horas del día posterior y con la notificación de la asignación a la mesa electoral le entregarán un manual de instrucciones.

En caso de no presentarse en la mesa electoral puede conllevar penas de prisión desde tres meses a un año de carcel.

A David no le compensa tener que pasar todo un día ocupado con las elecciones. “Por 70 euros no compensa”, indica. Cuando le tocó ser presidente de la mesa tuvo que estar desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche, ya que también se ocupó de entregar los votos en el juzgado. Piensa que el método de elección de la mesa electoral no debería de darse aleatoriamente, sino que debería de ofrecérsele a los parados de larga duración, ya que cree que les haría más falta esos 70 euros, que a una persona que ya está trabajando. 

Una de las cosas más curiosas que le ocurrió a David en las anteriores elecciones generales fue que mientras era presidente de la mesa fallaron varias personas en un puesto de la mesa electoral, por lo tanto la primera persona que fue a votar tuvo que quedar ocupando el puesto de esas personas durante todo el día. Ahora, y por cuarta vez, vuelve a repetir experiencia. 

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