Mahíllo, el ‘kaiser’ del Coria, está de vuelta

Su presencia impone respeto a los atacantes rivales y da ánimos a sus compañeros, aunque él se describe como una persona tímida. Es el ‘kaiser’ del Coria, su capitán, José Antonio Mahíllo, que está de vuelta. Ha estado siete meses sin jugar. Primero, por las vacaciones de verano; después, por un esguince de rodilla al inicio de la pretemporada; por último, y para colmo, por una rotura de soleo y gemelo durante un entrenamiento. Pero ya está aquí y ha pasado casi de la enfermería a jugar partidos completos. «Estoy haciendo la pretemporada jugando», dice Toñi (Coria, 5 de abril de 1990), como le conocen sus amigos, en un descanso de su trabajo de protésico dental. «Cada partidos es como si fuera una semana de entrenamientos».

Un triunfo de pizarra para el Coria

Volvió el pasado 4 de diciembre en el partido ante el Atlético Paso. Primera convocatoria, primera titularidad y 90 minutos, más el añadido, para el cuerpo. «Me sentí muy bien», relata el protagonista, que no oculta los nervios durante el calentamiento. «Pero no nervios por jugar, llevo ya 12 años aquí y estoy curado de espanto en ese sentido, eran nervios por el miedo a volver a recaer». Pero todo fue de maravilla. Mucho mejor incluso, el Coria ganó (0-2) dejando atrás una mala racha. 

La historia se repitió siete días después, el pasado domingo en el derbi ante el Villanovense (1-0). Su equipo volvió a ganar, «que es lo importante», aunque sus sensaciones (volvió a jugar el partido entero) no fueron tan buenas. El césped de La Isla no está en el mejor estado y eso le castigó. «Estuve bastante incómodo».

Y este domingo le espera un nuevo derbi, en este caso ante el Cacereño en el Príncipe Felipe. «Es uno de los partidos más bonitos que se puede jugar por aquí», reconoce Mahíllo. A Cáceres llegará el Coria «mermado» (las lesiones le están castigando», pero «con la ilusión por las nubes. Después de dos victorias vamos con la autoestima muy alta».

El Cacereño-Coria del Príncipe Felipe, en el aire por las lluvias

Pero para encuentro especial, el de la próxima semana ante la Real Sociedad en la segunda ronda de la Copa del Rey. «Es el partido más especial que yo voy a jugar nunca». Eso sí, lo espera con incertidumbre, por las cuestiones físicas y las posibles lesiones. «Hasta que no llegue ese día y vea que estoy bien... es que soy un poco pesimista», explica entre risas. Él ese día (el miércoles 21) tendrá que trabajar y al siguiente también («habrá que levantarse a las siete de la mañana»), pero eso no le preocupa. «Va a ser increíble».

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