VILLANUEVA DE LA VERA

El pueblo vuelve a juzgar al malvado Peropalo ante miles de personas

Una Fiesta de Interés Turístico Regional llena de misterio

Peropalo portado por  los peropaleros en la plaza de Villanueva de la Vera.

Peropalo portado por los peropaleros en la plaza de Villanueva de la Vera. / E. VILLANUEVA

Juan José Ventura

Juan José Ventura

El Peropalo es el protagonista del Carnaval de Villanueva de la Vera y el hilo conductor de una Fiesta de Interés Turístico Regional que vive su momento más esperado el Martes de Carnaval. Vecinos y forasteros participan en el ajusticiamiento y la muerte ritual de un pelele de tamaño natural. Hasta ahí podría ser el resumen de una celebración con una elaborada liturgia distribuida en varias escenas en las que la participación popular es clave. Pero sin duda, quienes han conocido el Peropalo saben que es mucho más que todo eso.

La actividad comenzó la semana pasada con el Paseo de la Cabeza. El domingo anterior al Domingo de Carnaval se saca por la tarde la cabeza de Peropalo solamente. Se la conoce como ‘turra’ popularmente y es custodiada por la familia Salinero desde hace generaciones. Tomás Salinero, Peropalero Mayor, cogió el testigo, hace años, de su abuelo y, junto a más de 20 peropaleros, se encarga de custodiar al ‘preso’, de coordinar y organizar todos los movimientos y los actos de estos días y confeccionar el cuerpo del Peropalo, que supera los dos metros de alto.

Los capitanes entran en la plaza al son del tambor.

Los capitanes entran en la plaza al son del tambor. / E. VILLANUEVA

La cabeza luce sombrero y un pañuelo. Los jóvenes quieren hacerse con ella a la vez que los tambores retumban. Es el anuncio de que algo importante va a pasar un año más, en el Carnaval más original de la provincia de Cáceres.

Siempre se ha especulado con los orígenes de Peropalo. ¿Un guerrillero de la Reconquista hecho prisionero? ¿Un malhechor que huye de la acción de la justicia y es finalmente apresado? ¿Una recreación de un proceso inquisitorial? Pues quizá cualquiera de ellas y todas estas hipótesis tengan algo de verdad. En resumen: Peropalo es un malvado en torno al cual se articulan todas las acciones de los carnavales de Villanueva de la Vera. Se estima que unas 5.000 personas se suelen dar cita en esta localidad verata para conocer el enigma personalmente. Y bien que merece la pena hacerlo.

Jura de bandera del Peropalo.

Jura de bandera del Peropalo. / Toni Gudiel

En base estimaciones de años anteriores, se prevé casi triplicar la población de Villanueva de la Vera, si bien es cierto, que no todo se concentra en Villanueva, sino que también los pueblos aledaños se ven  favorecidos por la llegada de turismo esos días.

Mañana sábado, 10 de febrero, entran en juego los resortes mágicos de la fiesta. Solo unos pocos elegidos pueden asistir a una ceremonia envuelta en el secreto. Se trata de la elaboración del muñeco. Peropalo cobra vida tras rellenar con heno un traje de paño cosido de tal manera que no se salga por ningún lado. Los confeccionadores, los peropaleros, mientras suenan los tambores, murmuran unos versos atávicos.

El cuerpo se atraviesa por un palo. En uno de sus extremos se encuentra la turra o cabeza y el otro tiene un asidero para poder manejar a Peropalo. El muñeco, que luce barba y bigote, provoca la inquietud del que lo contempla gracias a su mirada vacía y su semblante misterioso. Cuando comienza el día se lleva a su lugar habitual de exhibición, conocido como la aguja, en la plaza donde se bailarán ante él la jota.

Los días 11, 12 y 13 de febrero se desarrollan la Judiá, la Corrida de las Elecciones, el Paseo, el Ofertorio de las Calabazas, y la Jura de Bandera. En la llamada Judiá Peropalo se pasea varias veces por Villanueva de la Vera. El pelele regresa siempre a la plaza donde se van configurando dos bandos irreconciliables. Unos están a su favor y otros piden que sea ajusticiado. Unos corren hacia los otros. Uno de los bandos porta a Peropalo. Parece que en algún momento van a chocarse pero nunca sucede. Los grupos se vuelven a recomponer y se repite este episodio. Una vez concluido Peropalo vuelve a la aguja.

El martes 13 de febrero tienen lugar varias de las escenas de este ajusticiamiento popular. La primera de ellas se produce por la mañana, cuando se comunica la sentencia de muerte de Peropalo. Lo hace un jinete que monta en un burro mientras se disparan salvas de alegría.

Por la tarde, tiene lugar el Paseo. Los vecinos y vecinas del pueblo se visten con los trajes tradicionales de la comarca. Los capitanes participan en este paseo. El capitán lleva una bandera y la capitana un chorizo atado a una zarza. Es símbolo de la castración de Peropalo. Se entonan coplas relativas al valor del capital y a la belleza de la capitana.

El ofertorio de las calabazas es otro de los momentos más característicos de esta fiesta. Los vecinos y los visitantes aportan económicamente para la celebración de la fiesta y cuando van a realizar su donación reciben simpáticos aporreos de los calabaceros en sus cabezas.

Finalmente, capitán y capitana dan un paseo al Peropalo, tras el cual se jura la bandera de la fiesta y en la plaza Mayor se conforma un gran círculo de personas. Cuando anochece, el cuerpo de Peropalo es manteado y quemado. La cabeza se guarda para la siguiente edición.