Opinión | A vista de Baluarte

Renovación, progreso y palabra

Miguel Ángel Gallardo.

Miguel Ángel Gallardo. / Santiago García Villegas

El científico alemán Lichtenberg sentenció en el siglo XVIII que “cuando los que gobiernan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Vienen estas palabras a cuento en una semana grotesca generadapor la actitud del PP en los parlamentos nacional y extremeño. Palabras soeces, insultos, amenazas, faltas de respeto y profundaantidemocracia.La derecha recupera la forma de hacer política desdela mentira, el insulto, el decibelio insoportable y el ruido transformado en esperpento.

No existen las casualidades. El incremento de la crispación, los asaltos a las sedes del PSOE y los improperios son la estrategia torticera e irresponsable del PP, obstinado enconvertir en lodazal la sede de la soberanía popular.Este partido se siente propietario exclusivo del poder y por tanto solo lo considera legítimo cuando lo ostenta. Este tipo de tácticas siempre fracasan porque las personas perciben las intenciones de sus argucias, indignados por eseerrático ejercicio de intentar que todo parezca corrupción para que realmente nada lo sea.

No es casualidad el momento elegido paralareacción contra el PSOE. Esta semana culmina su proceso de renovacióncon la celebración del XIV Congreso de los socialistas extremeñoscomo colofónal proceso modélico de primarias en el que ha resultado elegido Miguel Ángel Gallardo. Esta formación política es la que presenta mayores índices de democracia interna, no solo porque sus representantes son elegidos directamente por la militancia, sino por la madurez que radica en la representación de las sensibilidades en cada órgano interno y en el absoluto cierre de filas en torno al Secretario General electo.

El PSOE con más de 145 años de historia ha sido fundamental para la construcción de nuestra democracia. Un partido moderno y valiente en sus propuestas, defensor incansable de la igualdad y la justicia social. Los distintos gobiernos consiguieron modernizar nuestro país con una gestión que situaba a las clases medias y trabajadoras como prioridad. En el caso de Extremadura la huella de los gobiernos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara es irrefutable. Sus acciones han convertido nuestra región una tierra de oportunidades, orgullosa de sus raíces, atractiva para los inversores y en creciente equidad con el resto de regiones. Extremadura hoy lidera la revolución industrial que se nos negó de la mano de la energía verde y renovable, porla entrega, abnegación y cercaníade Guillermo Fernández Vara.

Después de la reflexión interna, la renovación de los equipos de trabajo y la planificación del futuro estamos preparados para trabajar de manera incansable por seguir cumpliendo con el compromiso adquirido con nuestros paisanos y seguir transformando nuestra tierra. Miguel Ángel Gallardo cuenta con un equipo multidisciplinar de hombres y mujeres para construir un proyecto ilusionante y dinamizador de esta tierra, devolviendo a los extremeños el compromiso contraído como única solución ante el desgobierno de María Guardiola. Un gobierno construido sobre la mentira, con la ultraderecha a la que negó y con la que se acabó mimetizando en una pavorosa renuncia a los principios a cambio del poder.

El proyecto socialista se caracteriza por el respeto por todas las personas, por las instituciones democráticas y por el trabajo desarrollado.Ese es el mejor aval para obtener la confianza de nuestros paisanos, aquellos que votan convencidos de que la única solución para sus problemas la encontrará con la propuesta socialista. Nunca les defraudaremos porque somos conscientes del verdadero valor de la palabra.