Ojo al Cristo Negro: cómo moverse por Cáceres en una noche de multitudes

No se recuerda una Semana Santa de Cáceres como la actual. «Los recorridos de las procesiones están llenos de principio a fin, sea la hora que sea», explica Juan Cambero, coordinador de ARA en Cáceres, asociación de voluntarios que está cubriendo junto con la Policía Local absolutamente todos los itinerarios cofrades desde su inicio hasta su recogida. Y por lógica, con este ambiente de multitudes, todo hace prever que el Cristo Negro tendrá este Miércoles Santo otro lleno, mayor aún si ello es posible. Además, cambia el recorrido a calles más estrechas y se eliminan algunos espacios amplios como San Mateo o San Jorge. A continuación, las claves para asistir y encontrar un lugar adecuado:

1. Este es el nuevo recorrido al completo

La Muy Solemne, Venerable y Pontificia Cofradía Hermandad Penitencial del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús (Cristo Negro) saldrá de la Concatedral de Santa María a las 24.00 horas de este Miércoles Santo y procesionará por la plaza de Santa María, Arco de la Estrella, adarve de la Estrella, adarve de Santa Ana, adarve del Padre Rosalío, Puerta de Mérida, plaza de Pereros, calle de Pereros, Rincón de la Monja, Cuesta del Marqués, adarve del Cristo, Obras Pías de Roco, Arco del Socorro, Tiendas y recogida en Santa María a las 02.30. Introduce por tanto algunos cambios que le llevan al barrio judío y ello por dos razones: dar un cambio a la rutina de las tres últimas décadas, y evitar el peligro de accidente en la bajada de la Cuesta de la Compañía, que era realmente un riesgo sobre todo para los hermanos de carga. Son unos veinte metros más. La hermandad cumple además con su precepto de no salir nunca del recinto amurallado.

2. Acudir con tiempo y temple durante la espera

Una hora antes de que salga la procesión, la primera mitad del recorrido ya estará llena. Posiblemente se encuentren también copados los mejores lugares de los aledaños del barrio judío y hasta el Arco del Cristo. El inicio en Santa María es el principal emplazamiento para ver al Cristo Negro y hay que estar a las 22.00 para intentar garantizarse un hueco. Allí, justo a la medianoche, el mayordomo da tres golpes a las puertas de la concatedral exclamando «¡Que salga el Cristo Negro! ¡Dios lo quiere así!». Y comienza la comitiva medieval que sobrecoge a cuantos la ven. En definitiva, se aconseja acudir con antelación y serenidad.

3. Desalojan los puntos demasiado estrechos

Uno de los cometidos de la Policía Local y ARA es garantizar el paso del Cristo Negro. Mucho cuidado porque la parte antigua tiene espacios angostos donde a veces se aposta el público con el objetivo de encontrar un sitio. «Es una lástima que tengamos que desalojar a algunas personas de estos lugares, porque muchas veces llevan allí un tiempo y ya no encuentran dónde ponerse. Por eso tratamos de hacerlo lo menos posible y solo cuando no hay más remedio», explica Juan Cambero, coordinador de ARA. De ahí su consejo: «No ponerse en emplazamientos donde la calle tenga menos de tres metros de distancia», advierte.

4. Dispositivo de seguridad en marcha

Existe un puesto de Cruz Roja en la plaza Mayor y los sanitarios del 112 trabajan las 24 horas para cualquier incidencia. Asimismo, Policía Local, Cofradías, Cruz Roja, DYA y ARA entregan pulseras de identificación a los menores para actuar lo antes posible en caso de extravío. Existen puntos y vías de evacuación para emergencias en los distintos recorridos procesionales. ARA tiene disponibles 25 voluntarios, una red de comunicación digital para asegurar la coordinación, así como un vehículo con material de primera intervención, desfibrilador y señalización, y una motocicleta de intervención rápida equipada con desfibrilador, material sanitario y material de balizamiento.

5. Las razones de esta expectación

El Cristo Negro es uno de los cuatro crucificados de 600 años de antigüedad que salen a hombros de las cofradías cacereñas, tallados antes incluso del Descubrimiento de América. Son a la vez los pasos con más historia de todos cuantos procesionan por el país. En este caso, el color negro de su madera, traída de África, su detallada anatomía y las leyendas que se han forjado en torno a la imagen durante siglos, han multiplicado su devoción. La hermandad recibe correos pidiendo estampas desde América a Indonesia, y su perfil en Facebook llegó a bloquearse como si fuese un ‘spam’ debido a su actividad. A todo ello se suma el cortejo procesional que parece salido de muchos siglos atrás, solo iluminado con hachones y guiado por un timbal destemplado y una esquila. Se calcula que unas quince mil personas lo presencian cada año.

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