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Entrega de los Muñidores del Cristo Negro, que ya está sobre sus andas

Francisco Pacheco y Pedro Méndez, dos voluntarios de la Cruz Blanca, reciben el mayor reconocimiento de la hermandad

En la medianoche se ha celebrado el traslado procesional de la Cruz Guía desde la Cruz Blanca a la concatedral, en su XXX aniversario

Video | Así ha sido la entrega de los Muñidores del Cristo Negro, que ya está sobre sus andas

Carlos Gil

Mañana emotiva en Santa María, con todos los acogidos en la Casa Familiar de la Cruz Blanca sentados frente a la capilla del Cristo Negro. Allí, la cofradía de la medianoche del Miércoles Santo ha entregado hoy su máximo reconocimiento, el Muñidor, a Francisco Pacheco y Pedro Méndez, dos voluntarios de este hogar donde personas con discapacidad física e intelectual son cuidados por una orden franciscana que se desvive por ellos. Los dos homenajeados han dedicado la estatuilla de barro, con la que se destaca la labor de las personas que muestran un cariño y un apoyo especial al Cristo Negro, a todos los voluntarios, profesionales, religiosos y residentes de la denominada Casa Familiar Virgen de la Montaña, que ya en su día recibió el primer Muñidor.

Desde hace veinte años, Francisco Pacheco, coordinador del voluntariado de la Cruz Blanca, es además el responsable de la oración que se escucha cuando la talla procesiona junto al Arco del Cristo. “Comencé a hacerlo porque me pareció bonito que el Cristo de la hornacina pudiera dedicar unas palabras a esta impresionante imagen”, explicó ayer.

Entrega del Muñidor a Francisco Pacheco.

Entrega del Muñidor a Francisco Pacheco. / CARLOS GIL

Por su parte, Pedro Méndez es muy conocido en Cáceres por su faceta de saetero. De hecho, se trata del único que canta dos veces al Cristo Negro, una de ellas durante la procesión, a su paso por San Mateo, y otra cuando se celebra el traslado de la cruz guía desde la Cruz Blanca (donde permanece todo el año) hasta la concatedral. “Para mí es todo un privilegio”, reconoce.

Pedro Méndez, con el galardón.

Pedro Méndez, con el galardón. / CARLOS GIL

Precisamente, dicho traslado tuvo lugar en la pasada medianoche, y fue más especial por la celebración del XXX aniversario de este elemento tan simbólico del cortejo del Santo Crucifijo, réplica de la imagen titular. El mayordomo, Alonso Corrales, ha destacado durante la entrega de los muñidores la importancia que tiene para la cofradía todo patrimonio que compone su procesión. En concreto, la cruz guía es obra del imaginero sevillano Francisco Berlanga de Ávila, pesa en torno a 2,5 kilos y mide más de 2 metros. 

Fue llevada anoche en solemne comitiva por los hermanos, ataviados con sus hachones y su hábito benedictino, esquila e incensario, desde la Capilla de los Hermanos de la Cruz Blanca hasta Santa María, donde se realizó una oración y una reflexión penitencial ante la imagen de la Virgen de los Dolores, previa a dejarla expuesta en la capilla del Cristo Negro.

Traslado procesional de la cruz guía del Cristo Negro, la pasada medianoche.

Traslado procesional de la cruz guía del Cristo Negro, la pasada medianoche. / CEDIDA

También este sábado, tras la entrega de los reconocimientos, la hermandad ha procedido a bajar la histórica imagen desde su ubicación (a la derecha del altar de Santa María), hasta sus andas de procesión. Lo ha hecho con todo el cuidado que requiere una talla del siglo XIV, entre las más antiguas del país que traspasan los muros de los templos estos días. Ya durante la mañana del Miércoles Santo, el Cristo Negro quedará listo para la estación de penitencia, con una ornamentación siempre sencilla.

Finalmente, Alonso Corrales ha avanzado que este año se estrenará una nueva corona de espinas elaborada y traída expresamente desde Tierra Santa, donada para el cortejo, que relevará la actual, con más de un siglo. 

El mayordomo, con la corona de espinas elaborada y traída de Tierra Santa para el cortejo.

El mayordomo, con la corona de espinas elaborada y traída de Tierra Santa para el cortejo. / CARLOS GIL