El Madruelo ha pasado oficialmente a ser solo recuerdo. Cáceres ha firmado este viernes el óbito para un edificio que durante décadas ha custodiado la memoria de generaciones que pasaron por sus aulas. Ha sido esta mañana cuando las máquinas han reducido a escombros prácticamente la totalidad del inmueble donde está previsto que es construya el futuro museo de la fundación La Fontana.
En un principio, la Junta de Extremadura estimó que la antigua escuela fuera derribada en agosto, pero en el proceso de desmontaje los operarios advirtieron la presencia de amianto, un hallazgo que obligó a seguir un proceso específico para retirar primero este material de la cubierta y las ventanas y provocó la demora en la demolición.
El Gobierno regional ya avanzó que sería este mes cuando tendría lugar finalmente el derribo. De esta manera, concluye la primera fase del proyecto que dará una nueva vida a la parcela. Tras años sin uso, el edificio se encontraba en unas condiciones irrecuperables.
A partir de ahora, ya con el solar vacío, se abre una segunda fase. Primero habrá que licitar la redacción del proyecto para el futuro museo y más tarde se adjudicarán las obras. La previsión es que el futuro museo esté listo en 2026.
