PETICIONES PARA LAS ELECCIONES DEL 28-M: HABLAN LOS CREATIVOS Y ARTISTAS

Todo lo que necesita la cultura en Cáceres

Profesionales de la música, el teatro y la artesanía plantean medidas para que la creatividad no decaiga. Piden recintos más flexibles para ensayos, escenarios accesibles, un centro artesanal y normas actualizadas

Irish Fleadh, festival que llena las calles de música folk cada otoño.

Irish Fleadh, festival que llena las calles de música folk cada otoño. / JOSE PEDRO JIMENEZ

Cáceres es una ciudad especialmente vinculada a la cultura. Puede que algunos echen de menos conciertos de artistas de primera fila, exposiciones de los circuitos más exigentes, estrenos nacionales de obras teatrales, presentaciones de las grandes figuras de las letras... Pero con sus 96.000 habitantes, las gentes de Cáceres han sabido suplir estas carencias (bastantes lógicas si se atiende a su censo y a su ubicación), con una creatividad y una actividad evidente en la música, la artesanía, el teatro, la escritura, la pintura, el cómic, la instalación, el cine, la lectura... No hay día sin un acto cultural. Otra cosa es si la ciudadanía sabe o no aprovechar esa agenda tan prolífica.

Así las cosas, en Cáceres son ya muchas las personas, creativas o divulgadoras, formadas o autodidactas, aficionadas o profesionales, que llevan prácticamente toda su vida dedicadas al desarrollo de estas disciplinas, que además contribuyen a la economía de una ciudad tan turística. EL Periódico EXTREMADURA ha querido pulsar sus opiniones sobre las necesidades de la cultura en Cáceres, dentro de la serie semanal dedicada a exponer las propuestas de los distintos sectores a los partidos que concurren a las elecciones de mayo. En resumen: ¿Qué le pide el mundo de la cultura al próximo alcalde, sea cual sea?

Música: espacios destinados a componer, crear, tocar...

Cáceres respira música de enero a diciembre. Resulta evidente que durante décadas se ha forjado un gusto por las actuaciones en directo, desde los grandes certámenes como Womad o Extremúsika, hasta las citas más intimistas como el Irish Fleadh, o los directos en las salas comerciales. De hecho, esta primavera el ayuntamiento pretende presentar la marca que identificará a Cáceres como ciudad de festivales.

Un esfuerzo reconocido desde la Asociación de Músicos Extremeños (Amex), colectivo de larga trayectoria cuyo presidente, Óscar Trigoso, agradece que en los últimos tiempos «se hayan hecho más cosas, haya habido más propuestas, pero todavía hacen falta algunos aspectos que vendrían muy bien a la música». En primer lugar, una sala o local de conciertos con capacidad adecuada. «Es cierto que Cáceres tiene el Gran Teatro y el Palacio de Congresos, pero a las bandas locales y regionales nos resulta difícil acceder a esos espacios por lo que suponen y porque los copan las producciones de fuera», argumenta Óscar Trigoso. Luego están las salas comerciales, más pequeñas, con sus condiciones. De ahí que necesiten «un recinto de unas dimensiones adecuadas, una sala pública como la Casa de Cultura Rodríguez Moñino o Capitol, ahora en desuso, que nos vendría muy bien. No son tan grandes pero sí más accesibles para nosotros», explica.

Con una sala de 200 o 300 localidades «ya se podrían hacer cosas interesantes». Sobre todo en invierno, porque acabada la temporada de buen tiempo, necesitan un espacio donde tocar al resguardo del frío.

La segunda petición es la lucha eterna por conseguir locales de ensayo para las bandas jóvenes. «Sabemos que ahí está el Centro de Creación Joven pero tiene un horario complicado. Cuando los músicos se reúnen al acabar de estudiar o trabajar, ya ha cerrado», detalla el presidente de Amex. Tampoco pueden dejar allí sus instrumentos al tratarse de un lugar público. «Sería muy bueno un espacio con locales que permitan estas posibilidades. No pedimos que sean gratis, quizás un precio simbólico para que se cuiden. En otras ciudades existen».

Festival Amex en el Foro de los Balbos.

Festival Amex en el Foro de los Balbos.

Por último, Amex solicita ayuda institucional para recuperar sus premios regionales de la música, que se celebraban en Cáceres y que «visibilizaban el esfuerzo y la creatividad de artistas, empresas y estudios de grabación, un trabajo que cada día cuesta más. Lo organizaríamos de nuevo sin problemas, pero necesitamos financiación».

Óscar Trigoso agradece que se «estén intentando hacer las cosas bien en Cáceres, incluso durante la pandemia, para que los artistas no se quedaran a cero». De hecho lo necesitan, «porque con las nuevas generaciones se comienza a perder el valor del músico: muchos solo reparan en el cantante conocido o el DJ sobre el escenario», lamenta.

Un ‘Centro de Innovación’ para salvaguardar la artesanía

La artesanía también necesita un importante respaldo. En 15 años se habrán jubilado el 80% de los maestros y no hay quien tome el relevo. Ya apenas quedan torneros de madera, especialistas en forja, genios del enchinado... Solo resisten tres orfebres en toda la provincia. Son oficios llamados a desaparecer si no se pone remedio. Así lo explica un nutrido grupo de profesionales que acaban de poner en marcha la plataforma Artex. Su virtud es su amplitud de miras: engloba a artesanos, creativos, artistas y diseñadores de Extremadura «desde la tradición y por la innovación».

Una de sus principales reivindicaciones se centra en Cáceres: la creación del Centro de Innovación para la Artesanía de Extremadura, compromiso incluido en el programa electoral del PSOE y bien recibido por el Ayuntamiento de Cáceres, cuyo pleno aprobó acogerlo en la ciudad. Se trata de una demanda «indispensable» para el próximo Gobierno local. «Cáceres es la ubicación adecuada, un municipio turístico y tradicional, pero se ha paralizado la hoja de ruta que teníamos con el consistorio y necesitamos que se reactive», declara José Manuel Rubio, vocal de Artex, ceramista y enmarcador, y heredero de las enseñanzas de su tatarabuelo.

Sostiene que una ciudad cultural como Cáceres presenta una carencia importante: la artesanía. «Por eso ya solicitamos hace años el edificio donde ahora se ubica Atrio, luego El Madruelo y, como ninguno fue posible, ahora proponemos un recinto idóneo, el de las Trinitarias, en la Ciudad Monumental, puesto que el ayuntamiento negocia su compra». Artex propone implantar en su interior el Centro de Innovación para la Artesanía de Extremadura, que sería un referente, una salvación para los oficios. Albergaría jornadas, investigaciones acerca de materiales y técnicas, estudios sobre los procesos productivos, cursos de oficios, conferencias, exposiciones, proyectos, ferias e incluso laboratorios y microtalleres donde los jóvenes pudieran empezar hasta despegar y consolidarse.

«Un centro que no solo sería motor de la innovación en la artesanía, también dotaría a la ciudad de un atractivo turístico importante y atraería foros, congresos… El público podría ver el trabajo en vivo. También llevaría estos oficios a nivel internacional, vendrían artistas de fuera que nos enseñarían, y a los que enseñaríamos», detalla Rubio.

En quince años se habrán jubilado el 80% de los artesanos.

En quince años se habrán jubilado el 80% de los artesanos.

Porque la artesanía, especialmente cuidadosa con la tradición, quiere también renovar su concepto, dar un paso a un status superior donde convergen el arte, el diseño y la creatividad. «¿Imaginas tener un espacio así en Cáceres donde ver cómo se hace un grabado, cómo una ilustradora ultima unas láminas, o cómo un ceramista diseña una vajilla para Atrio? Hay un potencial que no se aprovecha», lamenta el vocal.

Frente a ello, los maestros advierten de que Cáceres, y en general Extremadura, están cayendo «en la artesanía del mercadillo, de los festivales, con todo el respeto, mientras todas las regiones se actualizan con encuentros y congresos». Tal es así que la Sección de Artesanía de la Junta ha desaparecido. Mientras, en solo cinco años se jubilarán la mitad de los artesanos. «Hay que tomar medidas ya», insisten. Porque además, estos oficios traspasan la cultura y «dinamizan la economía».

Un teatro más valorado con normas actualizadas

Desde el mundo de teatro también se precisan algunas mejoras, que se plantean de cara a la nueva legislatura. Isidro Timón es dramaturgo, director de escena y una de las voces más reconocidas de la región a la hora de poder hablar de las necesidades de esta disciplina, sobre todo en Cáceres, donde tiene su escuela, sala y compañía con el nombre de Maltravieso, y además fue director del Gran Teatro.

En primer lugar, considera que sería necesario apoyar un poco más «la dignidad» en el trabajo. Así, cuando el ayuntamiento cacereño saca a concurrencia competitiva una serie de actuaciones en las calles, en los eventos, «sería conveniente no premiar sólo la oferta de menor cuantía, sino valorar también la calidad. ¿Por qué? Porque lo que vemos una y otra vez es que al final esos servicios se adjudican a firmas de fuera que luego vienen con dos personas, dos micrófonos y unos altavoces, cantando temas sobre los que no tienen siquiera derechos», comenta Isidro Timón.

Mientras tanto se deja fuera «a empresas que ejercen aquí toda su actividad, que necesitan trabajar, que han presentado una obra de teatro con seis actores, todos dados de alta y todos pagados según convenio, pero ese mismo coste las excluye», lamenta. En suma, «dignificar el trabajo profesional, no intentar resolver un evento con trabajos precarios, y primar a las empresas que cumplen con la legalidad».

Maltravieso Teatro.

Maltravieso Teatro.

En cuanto a la necesidad de locales de ensayo, «propondría que se piense en las necesidades reales de horarios para adaptar las casas de cultura, que muchas veces no se pueden utilizar porque no hay un empleado que se encargue del cierre y que permita una utilización más flexible, como tienen otras ciudades. Ahora mismo es muy difícil que nos adaptemos las personas de la música o del teatro», explica.

Y en el ámbito regional, de cara a la nueva legislatura que también se abre en mayo, el mundo el teatro tiene una necesidad «urgente» de que se adapte el marco legal a la realidad del sector. «Estamos con normativas de hace dos décadas y el mundo de ahora no se parece en nada al de antes. Hay el triple de compañías profesionales, todas cotizando, dadas de alta correctamente, y los programas incluyen algunas cláusulas inasumibles. Curiosamente, te piden que utilices en una sala luz eléctrica incandescente en lugar de los actuales LED», argumenta Isidro Timón.

Hay que actualizar por tanto los programas de ayudas a giras, unidades móviles, salas privadas o redes de teatro, «porque están obsoletas», concluye el dramaturgo. 

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