El otro palacio de los Palazuelo en Cáceres

Tras el icónico derribo de la Casa de la Madre, la reforma del Palacio de Godoy en el entorno de Santiago, para transformarlo en un hotel de lujo (operado bajo la marca Hilton) sigue su curso sin pausa: horadando el terreno para ganar metros cuadrados por arriba y por abajo. Tal es el caso de la sobre estructura que se aprecia ya en el inmueble (foto) y que tapa la imponente torre de la iglesia de Santiago, que había quedado liberada y se podía apreciar desde las Cuatro Esquinas. 

Proyecto original

A este respecto, hay que recordar que, según el proyecto original, el Ayuntamiento de Cáceres aprobó que el edificio del futuro lleve una cubierta plana con bar, terraza y piscina que, previsiblemente, tendrá vistas a la Plaza de Santiago (pendiente de remodelación). Esto dio lugar a críticas del colectivo Adenex: «Un palacio del siglo XVI con bar, terraza y piscina en una cubierta plana nos parece fuera de lugar, más aún en el centro histórico». Algo que ya se aplicó en el hotel Atrio (no exento de polémica en su momento).

Godoy (del siglo XVI), según el proyecto inicial, cuenta con bar, terraza y piscinas en una cubierta plana no exenta de polémica

«Con acciones así, de evidente impacto, escasamente justificadas y fácilmente evitables, nos jugamos la conservación a medio y largo plazo de los valores históricos de nuestro conjunto monumental. Y la responsabilidad es de las instituciones», sentenciaban desde Adenex. Habrá que esperar a que la obra coja forma para saber dónde muere esta polémica sobre el proyecto.

Patrimonio Histórico

Mientras la promotora de Fernando Palazuelo (la peruana Scipion) juega sus bazas transformadoras con el inmueble de Godoy (que la Junta de Extremadura ha cedido a los promotores), la familia Palazuelo tiene entre sus posesiones otro pedazo del patrimonio histórico de la provincia de Cáceres: el castillo de Monroy.

El castillo-palacio de Monroy fue durante largos años el refugio cacereño del pintor Pablo Palazuelo

Declarado Patrimonio Histórico Español, el cacereño castillo de Monroy se levanta en la Plaza Mayor del pueblo homónimo. Sus orígenes se remontan al año 1309, cuando el noble Hernán Pérez de Monroy obtiene los privilegios reales para poblar dicha zona y construir una fortaleza de estilo gótico-mudéjar. Más tarde, en el siglo XVI, sufre una remodelación que lo convierte en un castillo-palacio.

Y ese castillo-palacio forma parte de la familia y la Fundación Pablo Palazuelo, que gestiona el legado de un artista que buscó refugio en Extremadura y encontró su paraíso en Monroy. El pintor pasó en este pueblo una parte importante de su vida conviviendo con sus gentes y su entorno.

La presencia de Palazuelo en Monroy marcó una época tanto por su importancia como por su significado. 

Todavía hay muchas personas que recuerdan los trabajos de restauración y acondicionamiento del castillo-palacio, su transformación paulatina y el marcado sello personal que el pintor iba dejando en cada una de las decisiones arquitectónicas, expresan los propios monroyegos en varios escritos que se han dirigido a lo largo de los años a este periódico. Aunque las actividades de la fundación no han tenido el eco que cabría esperar para la provincia y este municipio de apenas 900 habitantes. 

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