Cara y cruz de la Pasión cacereña

Cáceres cierra su gran semana cofrade con muchas luces, con un gran mérito por parte de miles de personas, pero también con alguna sombra que podría subsanarse

Una hermana del Amor. Niños y jóvenes se incorporan en buen número. Su relevo es necesario para las hermandades.

Una hermana del Amor. Niños y jóvenes se incorporan en buen número. Su relevo es necesario para las hermandades. / Lorenzo Cordero

Cáceres acaba de vivir una de sus semanas de Pasión «más importantes». Así lo explica el presidente de la Unión Cofrade, Santos Benítez, que agradece a las cofradías «su gran esfuerzo» y a todas las personas que desde los servicios públicos y de seguridad lo han hecho posible. No se le puede pedir más a la Semana Santa cacereña... o quizás sí. A continuación el Periódico EXTREMADURA analiza todos los méritos, que han sido muchos, pero también esos aspectos en los que aún cabe mejorar.

1. Una seguridad impecable

Pese a las decenas de miles de personas que han confluido estos días en las calles, no ha habido ningún altercado. Juan Cambero, coordinador de ARA, la asociación que ha cubierto todos los itinerarios procesionales con el esfuerzo ingente de 25 voluntarios, afirma que apenas se han registrado entre 3 y 5 incidencias por día, todas prácticamente de carácter leve como mareos, desmayos o lipotimias «debido al calor, a la multitud y al tiempo de espera», afirma. «Ha sido un año especial porque las procesiones se han llenado de principio a fin», subraya Juan Cambero.

2. Cofrades para 54 pasos

Hay que destacar por encima de todo la participación de tantos cofrades para hacer posible la salida de 54 pasos desde sus templos. Las hermandades tienen «buena salud» y así lo manifiesta el presidente de la Unión de Cofradías, Santos Benítez. Cabe recordar que Cáceres, en proporción a su censo, es una de las ciudades que más tallas pone en la calle, por encima de la propia Sevilla. Sin este esfuerzo no existiría la Semana Santa cacereña con el esplendor y la profusión que ahora se manifiesta. La participación de las mujeres está tan normalizada que sin ellas no saldrían la mitad de los pasos. Y sobre todo se debe valorar la aportación de los más jóvenes, que se han incorporado en gran número tras la pandemia, que cargan con entusiasmo y que contribuyen del mejor modo a una cita clave para la ciudad.

Pero cuidado. Este apartado tan positivo encierra un lado que preocupa a los que conocen las hermandades. Existe una franja de edad básica en la Pasión cacereña, entre los 50 y los 60 años, que se ha retirado en un número evidente tras la pandemia. Son hermanos clave porque llevan los pasos complicados que exigen veteranía, y de ellos depende que salgan. Por debajo de su franja claro que hay más cofrades, pero el censo desciende y su aportación sigue siendo fundamental. Ellos venían del gran ‘boom’ de la Semana Santa e hicieron posible el auge actual, pero algunos han ocupado los puestos de responsabilidad que han dejado los mayores y otros han cogido recelo tras dos años de pandemia sin ponerse bajo los varales. Ha habido algún paso que ya ha evidenciado esta carencia. El relevo generacional parece garantizado, pero los jóvenes aún necesitan más tiempo para consolidarse y tomarlo.

3. Un tiempo de lujo

No es posible controlar la meteorología, por eso cabe destacar el buen tiempo que se ha prolongado durante toda la semana, sobre todo para el público y los turistas. Cierto es que las cofradías de la mañana han pasado calor. Para las de tarde-noche y la Madrugada no se podía pedir mejor clima. Desde 2017 no salían todas las procesiones, sin excepción. «La lluvia es muy necesaria, pero tenemos que agradecer semejante tregua del tiempo», reconoce Santos Benítez.

4. Más respeto a las normas

Este año se ha percibido un mayor respeto del público, que ha desbordado las calles al paso de las procesiones y que ha tenido la cortesía de guardar en general orden y silencio, como exige cualquier acto cultural. No han faltado quienes atraviesan las comitivas cofrades apartando sin miramientos a quienes llevan tiempo apostados, pero este año se han llevado la reprimenda del público, especialmente cuando había calles alternativas. Por cierto que los recorridos procesionales han quedado más limpios (¿las pipas se han esfumado?). Aunque difícil, queda pendiente que el afán por grabar con los móviles no reste visibilidad a quienes están detrás. A veces la nube de smartphones hace imposible concentrarse en lo que se está viendo.

5. La excelencia de las bandas

La entrega y la calidad de las bandas que acompañan a la Semana Santa cacereña han sido este año especialmente comentadas. Tienen numerosos componentes y no paran de interpretar marchas que cambian por completo el ambiente en el que procesionan las cofradías. Aguantan una salida tras otra, mañana, tarde y Madrugada, dando lo mejor de sí con unas relaciones intergeneracionales que además resultan enriquecedoras.

6. ‘Tusemanasanta.com’ no para

La página web ‘tusemana santa.com’ marca cada año un nuevo récord. Esta vez ha cubierto 52 horas en directo, más de la mitad de todos los recorridos procesionales, algunos al completo. Lo hacen entre 4 personas de la familia Paniagua de forma altruista, porque los patrocinios los invierten en material y los suman a sus propias aportaciones. «Nos encanta la Semana Santa y estamos enamorados de cada momento. Queremos llevarla principalmente a mayores y enfermos, también a personas que por sus trabajos o estudios no pueden volver a Cáceres estos días. A su vez, las imágenes llegan a numerosos países», revela Julián Paniagua, quien confiesa que han dormido 3-4 horas diarias, y en la Madrugada ni siquiera un mínimo.

7. El turismo, en masa

Las primeras cifras se darán a conocer a partir de este lunes, si bien la Semana Santa de Cáceres volverá a superar los 100.000 turistas. «El objetivo de las cofradías es expresar la catequesis en la calle, pero también nos congratulamos del pulmón económico que suponen indirectamente las procesiones para la ciudad», subraya Santos Benítez. Hoteles y restaurantes se han llenado, y hasta las autocaravanas han desbordado Valhondo y el parking del cementerio, incluso algunas han tenido que pernoctar en la avenida del Cordel de Merinas.

8. Faltan gradas

Precisamente por este auge, durante los últimos años se viene echando de menos la instalación de gradas provisionales en la plaza Mayor como las que ya se pusieron en su momento. El público las reclama porque facilitarían la espera a los mayores y también ordenarían el paso de las cofradías. Muchas ciudades las incorporan. Cáceres no debería tener mayores problemas.

9. Apoyo institucional

La Semana Santa de Cáceres es capaz de generar toda esta dinámica económica a cambio de una subvención municipal en torno a 28.000 €/año más una nueva de 24.000 €/año para adquisición y restauración de patrimonio, a repartir entre 16 cofradías. El desequilibro resulta evidente. Otras fiestas multiplican varias veces ese corto presupuesto. Los cofrades aportan cuotas para financiar flores, bandas, restauraciones y donaciones benéficas, pero se echa de menos un poco más de apoyo institucional.

10. Procesiones que se cruzan

Ocurrió el Lunes Santo con Batallas y La Salud. El Viernes Santo también hubo coincidencia entre Estudiantes y Expiración. Retrasos y sucesos a veces motivan que unas comitivas hagan esperan a otras cuando se cruzan sus recorridos y ellos supone un esfuerzo añadido para penitentes, niños… Si el criterio de dejar pasar a la más antigua ya no se considera válido o coherente, habrá que establecer algunos principios, por ejemplo que desfile primero la hermandad que va en su hora, o cualquier otro que se decida.

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